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Fórmula 1 | Pretemporada 2008

Alonso aún no se siente cómodo sobre el R28

Desató la locura de los 38.000 aficionados que se acercaron a Cheste en un día festivo. Espera mejorar su ritmo, todavía a 1,1 segundos de Ferrari, en cuanto adapte el monoplaza a su pilotaje a partir de hoy

Carlos Miquel
<b>JORNADA INTENSA. </b>Fernando Alonso se dio una auténtica paliza en la jornada de ayer, con 93 vueltas al trazado valenciano.  Y los aficionados no quisieron perdérselo.
david gonzález

Día de San Vicente en Valencia. Festivo. Diez kilómetros de circulación lenta con paradas intermitentes para acceder a Cheste. No se disputa ningún gran premio, sólo prueban diez de los once equipos de la F-1 actual y, especialmente, Fernando Alonso, que congregó a 38.000 aficionados de pago en las gradas. Es el récord de asistencia a unos test en España, superando así los 17.000 de Jerez el pasado 6 de noviembre.

Toda la tribuna principal y la situada junto a la primera curva estaban repletas de gente. Cuando Fernando estaba en pista miraban al circuito y, si se metía en su motorhome, la mitad de ellos se volvía al paddock para jalearle con sus gritos de ánimo. Y los va a necesitar, porque, por lo visto ayer, el R28 está aún muy verde. En ritmo, el bicampeón del mundo estaba a un segundo de los todopoderosos Ferrari.

En este momento, pensar en luchar por el título mundial parece una quimera. El objetivo más cercano y admisible es ser el tercer equipo del Mundial. Y así fue ayer. Salvo el Williams de Nico Rosberg, que no llevaba mucho combustible en su mejor intento, los demás estuvieron por detrás. En el total del día, el coche número cinco terminó sexto, detrás de los dos Ferrari (el 1:12.1 de Massa lo hizo con treinta kilos menos que Kimi, que terminó en 1:12.7), los dos McLaren y el hijo de Keke. Pero Alonso tiene mucha esperanza en poder ganar hasta medio segundo por vuelta en cuanto ponga el coche a su medida, algo que todavía no ha podido hacer. Los Ferrari tienen a su espalda siete días de trabajo con dos monoplazas en pista y sus pilotos ya han podido evolucionar el coche a su gusto.

El problema de Renault vuelve a ser el de sus menores medios respecto a sus rivales. Sólo han podido poner un coche nuevo en pista y eso les supone perder otra semana más de trabajo. Hasta las pruebas de Barcelona no tendrán los dos monoplazas disponibles. Mañana Nelsinho volverá a probar sobre el chasis número uno que está llevando Alonso.

El trabajo del ovetense en esta segunda jornada se centró en la fiabilidad. Dio 93 vueltas sin averías, y por la tarde realizó un simulacro de carrera con 53 pasos por meta que terminó al quedarse su coche sin gasolina. Algo habitual en cualquier coche nuevo, que desató las alarmas de los cientos de aficionados venidos de Asturias y que es muy útil para saber el alcance real del depósito. El monoplaza es fiable, ahora hay que hacerlo veloz.

Ya después de su primera jornada, Fernando confesaba que se sintió más a gusto en la prueba con el R27. Normal, aquel coche, era un hijo del R26 y el R25, un monoplaza que, pese a sus defectos, recordaba mucho a aquéllos que hizo campeones. Se adaptaba bien a su pilotaje. Este R28 junta conceptos de McLaren y Ferrari y Alonso puede ayudar a sus ingenieros a entenderlo y desarrollarlo. Éste sólo es el comienzo.