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Fórmula 1 | El campeón vuelve a casa

Fernando motivó de nuevo a sus ingenieros

AS vivió en el box de Renault parte de la jornada de pruebas, donde fue recibido con sonrisas por Denis Chevrier, Remy Taffin y Piero Pallavicini

C. M.

Algo ha cambiado en Renault. Alonso aporta algo más que los demás, y si está contento con el ambiente que le rodea y el coche es suficientemente bueno, puede ser imbatible. Nadie se esperaba que marcara un tiempazo a las primeras de cambio. Ni sus ingenieros, que acabaron la jornada entusiasmados. A lo mejor el coche no era tan malo como parecía. Durante todo 2007 nunca estuvo en calificación a menos de un segundo de la cabeza. Ayer pudo estar, a igualdad de pesos, a tres décimas del mejor registro. Es lo que se llama el factor Alonso. El asturiano se encontró con viejos amigos que hicieron su vuelta aún más agradable, los ingenieros de motores Denis Chevrier, Remy Taffin y el mecánico italo-argentino Piero Pallavicini.

AS pudo vivir parte de la jornada dentro del box de la escudería, y fue curioso el silencio de respeto que despertaba la llegada del hijo pródigo al motorhome para subirse al monoplaza. Los ocho mecánicos que rodeaban el coche estaban concentrados al máximo, como si de una carrera se tratara. Después de su primera tanda, el ovetense le contaba a los ingenieros en qué aspectos había que mejorar. Dedicación y motivación extrema, dos aspectos que destacó Christian Silk, responsable de pruebas: "Todo el equipo está muy feliz con el regreso de Fernando. Parecía que nunca se había ido. Estuvo muy relajado. Discutió aspectos muy interesantes con los ingenieros y ha sido un día especialmente bueno. Seguiremos con la misma determinación y en la misma dirección en lo que queda de año".

Luis Pérez-Sala, ex piloto de F-1, fue el tutor de esta visita al box con ING y, entre los distintos detalles nos mostró el asiento de Alonso, que tiene su columna vertebral marcada. Es muy duro y más tendido que el de su compañero Nelsinho. Pérez-Sala disfrutó a pie de pista con el asturiano. Comenzó con prudencia: "Ahora tiene que aprender del coche, no ir a por tiempos". Y terminó entusiasmado: "¡Cómo iba! A este paso puede ganar el tercero".