Fórmula 1 | Actualidad
La vida de un piloto de automovilismo cuesta 600 euros
Es el precio del sistema HANS
El ambiente del automovilismo nacional está caldeado durante toda esta semana. Toca reunión entre la Real Federación Española de Automovilismo y las diferentes regionales, algunas de las cuales no quieren imponer el uso del sistema HANS ('Head And Neck Support'), lo que traducido significa apoyo de cuello y cabeza, en sus competiciones. Anda revolucionado el patio de las federaciones automovilísticas regionales. La española está intentando imponer el uso generalizado del sistema de seguridad HANS en todas las competiciones que se disputan en nuestro país, y a causa de ello se está creando un gran revuelo.
Recordemos que si el malogrado y llorado Ayrton Senna hubiese contado con ese elemento, o Henry Magne, el también fallecido en accidente copiloto de Nani Roma, ambos con casi toda probabilidad estarían ahora entre nosotros. Pero también a menor nivel el uso del HANS habría servido posiblemente para que otro copiloto, Antonio González, no hubiera entrado en coma tras su accidente en el pasado Rally Shalymar, que era una prueba puntuable para el regional madrileño.
Por eso no es comprensible que las federaciones territoriales hayan puesto el grito en el cielo por una medida que tan sólo busca aumentar la seguridad en un deporte que ya de por sí conlleva un importante peligro. Aducen que es una sangría para los participantes. Habría que pensar que 600 euros, que es lo que vale el HANS, es una minucia en un deporte cuyos costes, aún al menor de los niveles, son muy elevados.
La vida vale mucho más y se antoja insensato que nadie se oponga a ello. Si son los federativos regionales, mal, porque da muestra de una enorme irresponsabilidad por su parte. Si son los propios pilotos, peor aún, porque son los que se juegan el pellejo. Parece ridículo que inviertan lo que no tienen por tener el mejor neumático y, sin embargo, regateen con su propia integridad.