Yo digo | Carlos Miquel
Es necesaria una limpieza de corrales
No soy partidario de las modas en ningún orden de la vida. No entiendo a los aficionados a etiquetar las cosas, aquéllos que basan su criterio tan sólo en la apariencia o se burlan del que piensa de modo diferente. En este vacío postmoderno que nos invade, McLaren ha preferido fichar a Kovalainen porque su edad, 26 años, es mucho menor y más atractiva para los patrocinadores que los 37 bien conservados que De la Rosa tendrá en el arranque del Mundial. Con las ganas del catalán, la experiencia es para mí un valor que merece más respeto que el ímpetu de un cuasidebutante.
Sin embargo, la F-1 actual necesita una limpieza de corrales. El adiós de Ralf Schumacher ha sido un buen paso. No tanto por edad sino por desidia o desmotivación. David Coulthard aporta imagen, glamour y una buena carrera al año, pero el Mundial 2008 debe ser, a sus 36 años, el último de su vida. Su pilotaje dista mucho del de sus mejores tiempos. Otro que navega a la deriva es Rubens Barrichello. El brasileño es un gran tipo, pero sufre mucho a espaldas de Jenson Button y también quema ya sus últimos cartuchos en Honda. Con estas despedidas y la posible de Fisichella (salvo que reencuentre la ilusión), la F-1 de 2009 sí que puede rejuvenecerse como ya han hecho los equipos grandes. Heidfeld, de sólo treinta años, es un islote en el mar de juventud de Ferrari, McLaren y su propia escudería (junto a Kubica). El piloto alemán es un ejemplar veterano que resistirá seguro la subida de los veinteañeros de GP2.