NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Fórmula 1 | Las secuelas de la temporada

"Cumplí mi objetivo, batir al bicampeón del mundo"

Lewis Hamilton no se siente decepcionado pese a perder un campeonato que dominaba con doce puntos de ventaja sobre Alonso y 17 sobre Raikkonen a falta de dos carreras: "No estoy hecho polvo"

Carlos Miquel
<b>SATISFECHO Y CRÍTICO. </b>Hamilton se siente orgulloso de su año y no cree deberle más respeto del que le ha tenido a Alonso: "¿Acaso querían que le hubiera dejado ganar?".

La obsesión por Fernando Alonso terminó por costarle a Lewis Hamilton su primer título. En China, él y su equipo se empeñaron en no parar en boxes a cambiar sus neumáticos, destrozados por su pilotaje. Entró muy deprisa en el pit lane para no perder tiempo con el ovetense y acabó en la grava. En Interlagos decidió cebarse sin necesidad en pasar a su compañero de equipo. Se salió. Perdió en dos carreras doce puntos con su enconado enemigo y 18 con Raikkonen. Pese a todo, ahora recapitula y se muestra orgulloso de su actuación. Es el retrato de una fijación personal: "Realmente no estoy hecho polvo. He terminado segundo en la clasificación de pilotos y he vencido al bicampeón, ese era el objetivo. He derrotado a mi compañero de equipo en unas circunstancias extremadamente difíciles".

Un empate a puntos, con la escudería McLaren a su favor, ha consolado al debutante inglés, que, por cierto, anunció ayer que se marchará a vivir a Suiza, donde también tiene una residencia su compañero de equipo español. En declaraciones a la BBC confirmó su marcha: "En Inglaterra debo luchar duro para llevar una vida normal. No puedo ir al cine. Voy a los servicios en una gasolinera y todo el mundo viene a pedirme autógrafos. Es duro, pero sabía que iba ser así". Poco queda ya del piloto que decía que le gustaba volar en Easyjet y viajar en el metro: "En Suiza la gente no te aborda, te dejan, te dan espacio". Un anuncio que coincide con el de la calle a la que van a ponerle su nombre en Stevenage, su pueblo natal.

El piloto inglés vuelve con su discurso de humilde debutante: "Si hace doce meses me dicen que iba a terminar segundo el Mundial no me lo habría creído. El próximo año tendré un buen coche y podré hacer un trabajo aún mejor. Estaremos mejor preparados. Ahora tenemos más experiencia y podremos empezar de nuevo. Kimi ha hecho un buen Mundial y se merece el título".

Cuando le preguntan sobre si había tratado a Fernando Alonso con el respeto que se merece un bicampeón del mundo, su respuesta demostró de nuevo la ojeriza de novato: "¿Cree que tendría que haberle dejado ganar? Siempre le he mostrado respeto, pero no me iba a quedar atrás. Siempre intento ser el mejor".

El subcampeón ha optado por la línea de su escudería y no reconoce haber dado al botón de punto muerto, aunque algunos vídeos de internet de su cámara a bordo le muestran reiniciando el sistema. Aunque no hubiera apretado el artilugio de su volante, Lewis pudo haber sobrecalentado la centralita que rige el cambio en su excursión por la tierra a espaldas de Nick Heidfeld. El inglés sólo habla de una inexplicable avería: "No fue muy agradable que se fuera la caja de cambios en la última carrera, pero en ese momento aún pensaba que podía ganar".

Y ahora, las vacaciones, antes de acudir a la gala de diciembre de la FIA y a los premios que le esperan en Inglaterra como piloto del año. Hamilton se marchará sin saber quién será su nuevo compañero de equipo. Se habla de Nico Rosberg, y en las últimas semanas también ha surgido el nombre de Heikki Kovalainen. El primero es amigo de la infancia del inglés y el segundo, un santo. McLaren girará en torno al pupilo de Ron.