"Sería merecido ganar en los despachos"

Una semana con dos grandes premios de Fórmula 1 suele ser sinónimo de noticias y declaraciones meramente deportivas. Pero esta semana, la que separa el GP de Italia con el GP de Bélgica, es totalmente diferente. La sensacional victoria de Fernando Alonso en el trazado de Monza ha desaparecido de los titulares y nadie habla de la vuelta del mítico circuito de Spa. Toda la información se centra en un lugar emblemático de la historia, la Plaza de la Concordia de París.

Allí, el Consejo Mundial de la FIA decidirá uno de los asuntos más complicados que han sucedido en este deporte. Un lugar que en la Revolución Francesa albergó, durante más de un año, la famosa guillotina en la que fueron ajusticiados múltiples personajes como el rey Luis XVI. En esta ocasión otras cabezas son las que podrían caer, y el miedo y la tensión se ha apoderado del mundo de la F-1 como bien demuestran las lágrimas del gran jefe de McLaren, Ron Dennis, a la conclusión de la carrera italiana.

Al que parece que no le tiembla el pulso, y no tendría problemas para actuar de verdugo, es al presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo. Durante el Salón del Automóvil de Frankfurt, el máximo dirigente italiano no tuvo reparos al afirmar que si la decisión les es favorable quedará contento, y considera que será un triunfo tan justo como los conseguidos en la pista: "Sería una victoria ampliamente merecida. Si uno venciese el Mundial en los despachos querría decir que lo ha merecido, porque se parte del supuesto de que quien lo pierde lo habría ganado de un modo incorrecto, no leal, no deportivo".

Para el presidente de la escudería de Maranello, el caso de la posesión no autorizada por parte de sus rivales de informaciones confidenciales sobre los Ferrari es de todos modos "una fea historia que duele". "Y cuando las cosas duelen, cuanto menos se hable, mejor. A nosotros sólo nos interesa que la historia se cierre rápidamente, y, sobre todo, con la verdad".

También quiso salir al paso de los rumores que han apuntado a un acuerdo entre los dos equipos que solucionase el asunto. Montezemolo fue contundente respecto a una posible compensación económica que cerrase el caso. "En absoluto. ¿Estamos bromeando?".

Mañana es el día marcado para la resolución de este culebrón que nada tiene que envidiar a los mejores thrillers de novela negra. La sentencia, sea cual sea, dejará ganadores y perdedores y todos quieren luchar con sus armas para presionar e imponer su razón. El lugar que gestó la historia de Francia e influyó fundamentalmente en la del mundo volverá a ser clave, en esta ocasión, en la historia presente y futura de la Fórmula 1.