Montoya entra en la historia de Indianápolis

La historia del automovilismo mundial está llena de nombres que superan récords y son los primeros en conseguir nuevos logros. Juan Pablo Montoya, a sus 31 años, está acostumbrado a formar parte de ese elenco de elegidos, pero One va a inscribirse en una hoja hasta ahora en blanco. El colombiano participa hoy en la Copa Nextel, la pata negra de la Nascar, en el circuito de Indianápolis y de paso se convierte en el único en haber corrido en este mítico circuito de carreras en sus tres competiciones principales: las 500 Millas, el GP de Estados Unidos de Fórmula 1 y, ahora, en la Nascar.

Juancho se conoce Brickyard como el jardín de su casa de Miami y está muy centrado en la carrera: "Quizá cuando tenga cincuenta años esto será algo digno de recordar. Pero ahora solamente importa cumplir con mi trabajo". Sin embargo no puede evitar reconocer que no es una competición más y que el trazado norteamericano es importante en su vida: "Va a ser divertido y a la vez extraño. Ya corrí en Indy para la 500 y no he vuelto a competir en el óvalo completo desde entonces. Será un enorme desafío. Creo que el óvalo es algo distinto cuando trazas las cuatro curvas. La primera vez que corrí con cuatro curvas de verdad fue en Brickyard. Muchas de las cosas más importantes de mi carrera han sucedido aquí".

Montoya es un piloto diferente con una carrera plagada de triunfos y decepciones, seguidores fieles y detractores feroces, grandes victorias y sonados errores. En su primera victoria en las Busch Series, la categoría menor de la Nascar, el pasado marzo, venció después de sacar de la pista a su compañero de equipo Scout Pruett, ha recibido varias banderas negras en la F-1, multas de todo tipo pero todo gran aficionado al motor tiene grabado el GP de Brasil de 2001, cuando en su año de debut en el Mundial dejó el miedo en boxes y se lanzó al ataque, como nadie antes se había atrevido a hacerlo, contra Michael Schumacher y su Ferrari. Fue un adelantamiento legendario. También dejó para la historia una gran victoria en Mónaco en 2003, con Williams, tras salir en parrilla tras los dos Ferrari del Kaiser y de Barrichello, y vencer in extremis al McLaren de Kimi Raikkonen.

Juan Pablo es un gran piloto por encima de todo y así lo demostró en el propio circuito de Indianápolis cuando en el año 2000 se impuso en las 500 Millas en su primera participación, igualando un récord del llorado Graham Hill que databa de 1966. En la F-1 no ha conseguido ganar en este circuito, siendo su mejor resultado un cuarto en 2002.

Como él mismo ha dicho alguna vez: "He nacido para correr en coches". Llegó a la Nascar tras abandonar McLaren mediada la pasada temporada y con su victoria en Sonoma (California), el pasado junio, entró también en la leyenda al ganar en las tres máximas competiciones: F-1, Nascar e Indy Car. Además en su palmarés también figuran un campeonato de Fórmula 3000 en 1998 y un título en CART (actual Champ Car) en 1999, siendo el más joven ganador y lográndolo en su año de debut. Unos números que hablan por sí solos y que demuestran que aunque quizá la disciplina no es su mayor virtud, la velocidad, el talento y las ganas de vencer lo han subsanado a lo largo de su carrera. Hoy no es favorito para la victoria, pero tratándose de Montoya que nadie lo descarte tan pronto.