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Fórmula 1 | GP de Francia

Magny-Cours admite estrategias atrevidas

El trazado francés ya ha visto como dos geniales maniobras de la pareja Ross Brawn-Michael Schumacher les concedieron victorias inesperadas

<b>NOVEDAD. </b>El puesto de parrilla puede ser menos determinante en Francia si la estrategia es acertada.

Salir desde la pole nunca ha sido tan importante como este año. De las siete carreras disputadas, en seis de ellas el poleman se ha impuesto en la línea de meta y en la otra, el GP de Malaisia, Massa perdió la condición de líder frente a Alonso, y de paso ante Hamilton, en la misma salida. El asturiano cruzó la bandera a cuadros como ganador pero ya había atravesado en primer lugar la vuelta inicial de la carrera en Sepang.

Con estos antecedentes, da la sensación de que la calificación del sábado es más que determinante en el desenlace final de la carrera. A este hecho hay que añadir que la aerodinámica de los actuales coches de F-1, limita considerablemente las posibilidades de adelantamiento. Massa lo cuenta así: "Se siente a 300 metros por detrás del monoplaza que te precede".

De esta manera, en un circuito como Indianápolis, circular pegado a otro coche suponía una pérdida de 0,7 segundos por vuelta. Así se explica, por ejemplo, que Raikkonen siendo mucho más rápido que su compañero de equipo fuera incapaz siquiera de intentar adelantar.

Por tanto, parece lógico pensar que la mejor opción es lograr la pole a toda costa. Y sin duda es así, pero quizá lo que habría que plantearse es qué hacer en caso de no lograrla. La F-1 no es matemática pura y una estrategia innovadora sí ha dado a veces resultados sorprendentes.

No hace mucho los equipos acostumbraban a salir con poco carburante para hacer una gran calificación y el número de paradas en boxes variaba considerablemente entre los pilotos. De hecho parece que la única innovación es reducir el número de paradas para sorprender a los rivales y recuperar las posiciones perdidas antes de la salida.

Sin embargo, en Magny-Cours, donde se pierde menos tiempo en el repostaje ya que el pit lane es muy corto, Michael Schumacher y su genio en la sombra, Ross Brawn, crearon una estrategia que anuló las de sus rivales. El año pasado saliendo desde la pole, el Kaiser se hizo con la victoria parando una vez más que Alonso, segundo en carrera. Pasó más tiempo en boxes pero pudo circular sin tráfico, con aire más limpio y marcando un ritmo muy alto. Una idea perfecta que no fue sino una continuación de la realizada por la misma pareja en el GP de Francia 2004.

En esa carrera, Fernando logró la pole con más de tres décimas sobre Michael y las previsiones apuntaban a un fácil triunfo para el entonces piloto Renault. Pero el binomio Michael-Brawn se inventó una prueba a cuatro paradas, por tres de Alonso y dos de otros rivales, sumando quince segundos más en boxes. Y ganó con ocho de ventaja en meta. Una lección magistral de estrategia y cálculo.

Quizá este domingo se revivan sorpresas parecidas planteadas por algún equipo. Eso sí, siempre esperando que la lluvia o el temido 'Safety Car' no hagan su aparición, lo que daría al traste con la intención de los más arriesgados.