Motociclismo | Campeonato del mundo

El día más grande del campeón más joven

Dani Pedrosa llegó a casa y disfrutó de una jornada inolvidable. Más de 500 aficionados le aclamaron en el aeropuerto y fue escoltado por cientos de motos hasta su pueblo, donde le esperaban 15.000 personas

M. Á. Santos
rodolfo molina / carlos mira

A Dani Pedrosa se le puso ayer la piel de gallina y no pudo evitar que las lágrimas tiñeran de azul su rostro de adolescente. Un año justo después de regresar en camilla, con los tobillos destrozados, esta vez las lágrimas fueron de auténtica felicidad y de emoción, no de pena y rabia, como cuando, en 2003, aterrizó con el título mundial de 125cc junto a sus piernas escayoladas.

No, ayer fue un día de gloria desde el principio, en el aeropuerto de El Prat, hasta el final, en una macrofiesta que sacó a la calle a los 15.000 habitantes de Castellar del Vallés para corear el nombre de su campeón mundial de 250. Y Dani, superado por el ambiente, exhibió su lado más humano y entrañable. Ha sido un día agotador y muy emotivo, sobre todo porque el año pasado no pude celebrar el título. No me lo esperaba. Estoy muy contento, por mí y por toda esa gente, tan humilde como yo, comentó ya en Castellar, tras una jornada cargada de entrevistas, delirio y festejos.

El regreso de Pedrosa fue la noticia estelar en Cataluña. Abrió los informativos de TV3, y los dos canales autonómicos (el otro es Canal 33) no dejaron de conectar y entrevistarle durante todo el día. Desde que aterrizó en El Prat hasta que llegó a casa, en un enorme autobús de dos pisos que fue seguido por una caravana de cientos de motos, fue el héroe del martes.

Este título ha sido una sorpresa para todos, reconoció Pedrosa, que se mostró muy agradecido a toda la gente que me quiere y que me apoya. Mezclados entre los periodistas, sus padres escuchaban emocionados sus palabras y su hermano pequeño grababa su intervención con una cámara de vídeo. Para recordarlo todo.

También siguió atentamente su discurso el jefe del equipo Movistar-Honda, el ex piloto Alberto Puig, quien le descubrió en 1999. Fue precisamente Puig quien previno a los padres del niño Pedrosa que me haría grande de golpe, y es algo que he notado muchas veces, concedió el campeón. Sin plantearse nuevos retos, Pedrosa confesó que lo primero que quiere hacer es disfrutar del momento con toda la familia, porque quiero explicarles cómo fue todo por Australia y que ellos me cuenten cómo lo han vivido aquí. Y también, encontrar algo de tiempo para sacarse el carnet de moto, porque el campeón del mundo sólo tiene el de coche.

No, no tiene prisa Dani. Ni siquiera para dar ese salto a MotoGP con el que ya sueña toda la afición motera española: Tengo ganas de probar la MotoGP. Es un regalo de Honda para los campeones y no me lo quiero perder. ¿Rossi? No sé cuánto habrá que esperar para ver un duelo con él....

Habrá que esperar al menos un año, porque en 2005 Pedrosa intentará hacer el doblete en 250 para emular a Sito Pons. De momento, carpe diem...

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