WET, el juego que quiso ser Tarantino y acabó siendo Robert Rodríguez

Durante la generación de PlayStation 3 y Xbox 360, fueron cuantiosos los títulos que aparecieron en el mercado tratando de seguir la estela de otros títulos destacados en diferentes géneros, en busca de replicar su éxito. Por desgracia, pocos lograban alcanzar ese objetivo, dando lugar a juegos que si bien comercialmente fallaban a la hora de conseguir sus objetivos, se ganaban cierta aceptación y aprecio por públicos reducidos de jugadores que sabían apreciar sus virtudes jugables y de desarrollo.

Podría decirse que WET se encuadra dentro de ese espectro. El título, desarrollado por Artificial Mind & Movement (abreviado A2M), fue distribuido por Bethesda Softworks y en esencia era una mezcla de aventura con mecánicas bullet time al estilo Max Payne. Juntaba maniobras acrobáticas y toneladas de acción con un estilo cinematográfico y una protagonista con cierto encanto y muchas malas pulgas. El resultado era un tanto extraño por esa curiosa combinación de elementos... pero a su vez era de lo más directo.

El título del juego derivaba de la abreviatura del término wet work, que hace alusión a los trabajos sucios que implican ensuciarse las manos con sangre, siendo Rubi Malone, la protagonista, una experta en ese tipo de encargos. Durante el prólogo del juego, su objetivo era recuperar el maletín que una banda de criminales tenía en su poder, llevando a una serie de enfrentamientos y tiroteos que acababan con una intensa persecución en el Golden Gate.

El contenido resultaba ser un corazón, el necesario para salvar la vida de William Ackers, un mafioso de gran poder. Rubi se lo entregaba a su hijo y después se marchaba tras recibir sus correspondientes honorarios. Lejos de acabar, la aventura la llevaba entonces a realizar un nuevo trabajo en el que debía buscar de nuevo a los Ackers, y lo que al principio parecía otro encargo rutinario se torcía en seguida y derivaba en una misión de venganza.

A través de cada fase, Rubi tenía que avanzar por distintos escenarios haciendo frente a decenas de enemigos en tiroteos en los que podía utilizar habilidades tales como caminar por las paredes o deslizarse entrando en modo bullet time, ralentizando la acción y teniendo la habilidad de disparar a dos enemigos a la vez, una apuntado automáticamente y el otro de forma manual con la retícula en pantalla, ofreciendo cierta versatilidad en los enfrentamientos y combates vistosos en su ejecución.

El flujo del juego mezclaba momentos de plataformeo, para superar ciertas secciones y avanzar, con exploración, especialmente al haber algunos secretos por encontrar en cada fase. La mayoría de momentos derivaban en combates en zonas abiertas o arenas con el objetivo era derrotar hordas de enemigos. Había que alcanzar los puestos por donde aparecían, sellarlos al destruir su acceso y eliminar a los enemigos restantes para acabar la refriega, teniendo que aprovechar los potenciadores para aumentar la puntuación al final de dicho tramo.

En ciertos casos, este tipo de tramos se desarrollaban con Rubi en modo ira, cambiando la estética por un estilo noir y una gama de colores reducida en el modelado de personaje, enemigos y el entorno, denotando el cambio de carácter del personaje, al tiempo que otorgando una capacidad de combate mayor.

Algunas fases llevaban la acción a un punto extremo. Una de ellas, por ejemplo, ponía a Ruby en el techo de un vehículo a través de una vertiginosa persecución por la autopista, en la que había que lidiar contra enemigos que trataban de atacarla a tiro limpio, teniendo entre medias secuencias QTE en las que saltábamos entre vehículos mientras eliminábamos a enemigos de una sola vez.

En otra fase, los acontecimientos llevaban a Rubi a tratar de sobrevivir a una caída de un avión. Con el objetivo de conseguir un paracaídas, y teniendo no sólo que abatir a los esbirros que caían junto a nosotros y trataban, sino también de esquivar los restos del avión, era con diferencia una de las fases más complicadas del juego.

Los puntos obtenidos durante la partida podían canjearse por potenciadores o movimientos adicionales, así como para la barra de vida para Rubi. Aparte de las pistolas y la espada, armas básicas con las que se cuenta de inicio, se podían desbloquear otras nuevas con el progreso en la partida como las escopetas, ametralladoras y ballestas, cada una con sus diferentes capacidades y efectos en combate pudiendo alternar entre ellas pulsando los botones direccionales del mando.

Por su parte, los movimientos permitían a Rubi acciones tales como usar enemigos de impulso, saltar para activar el tiempo bala o disparar al deslizarse por escaleras, además de las típicas mejoras de salud, ofreciendo más facilidades a la hora de combatir y añadiendo espectacularidad a los combates.

Como contenido adicionales, tras acabar la campaña se contaba con nuevos modos de dificultad, como Golden Bullet, que permitía despachar a los enemigos de un solo disparo, pero reduciendo drásticamente la vitalidad de Rubi. Otro extra disponible era el modo desafío, teniendo en esta modalidad dos variantes. La primera de ellas eran los desafíos del descampado, lugar de residencia de Rubi, donde se podía deambular libremente buscando secretos, o aceptar y superar las pruebas utilizando las diferentes armas para completarlas en el menor tiempo posible, teniendo que acertar a las dianas para descontar segundos del tiempo total. Por otro lado, estaba el modo de recuento de puntos, en el que jugar las diferentes fases de la campaña tratando de obtener la máxima puntuación posible en cada nivel.

El apartado musical del juego ofrecía un compendio de pistas que se podían escuchar a través del reproductor de música que venía dentro de los extras del juego. Incluía una serie de canciones de estilo rockabilly de grupos como Gipsy Pistoleros o The Arkhams, entre otros, y dejaba su sello particular con algunos temas que resultaban pegadizos, como el de las fases en la autopista. Por otro lado, es interesante resaltar que el doblaje original en inglés incluye un par de voces de actores conocidos como Alan Cumming (’Goldenye’) o Malcom McDowell (’La Naranja Mecánica’).

Uno de los puntos llamativos del juego era que se trataba de una experiencia cinematográfica en el sentido más literal del término. A los efectos de pantalla, imitando las reproducciones de sala cinematográfica (el cual puede desactivarse dentro de las opciones de configuración del juego), se añadían las pantallas de muerte de Rubi que mostraban el metraje quemado, o las pantallas de carga al término de cada uno de los capítulos, mostrando anuncios publicitarios de los años 50 de diferente índole que ayudaban a enfatizar ese estilo “palomitero” que imbuía al juego.

A pesar de que el juego dejaba abierta a la posibilidad de una secuela, especialmente con la escena final del juego a modo de cliffhanger, realmente nunca llegó a llevarse a cabo. Las ventas del juego superaron el millón de copias, pero conforme pasaron los años, Bethesda se desvinculó de la distribución de la secuela y finalmente las posibilidades de materializarse quedaron en nada. El estudio desarrollaría ports de algunos títulos para compañías de terceros (y algún que otro juego propio, como Naughty Bear), pasando finalmente a cambiar su nombre y recuperar su denominación original, Behaviour Interactive, con la que ha tenido éxitos notables con el título multiplayer de corte survival horror, Dead by Daylight.