‘One Piece’ hace la mayor revelación de su historia y todo, absolutamente todo, cobra sentido

¿Te has preguntado alguna vez por qué Eiichiro Oda se tapa la cara y se la cambia por la de un pez cada vez que le piden una foto suya o un dibujo de sí mismo? Quizás pensaras que era tímido, que tenía algún complejo o que simplemente no quería hacerse famoso y que le reconocieran y pararan cada vez que sale a la calle. De hecho, todavía puede que sea por uno de esos motivos, pero el capítulo 1.113 del manga de ‘One Piece’ sugiere otra opción. ¿Y si el autor hubiera estado insinuando el final de su obra en todas esos autorretratos subacuáticos? Porque el llamado “incidente de Egghead”, el acontecimiento que iba a “provocar un shock nunca antes visto,” ya ha sido desvelado. Vegapunk ha anunciado que el mundo de ‘One Piece’ va a hundirse en el mar y lo creáis o no, eso hace que todo cobre sentido.

Porque a lo mejor los Dragones Celestiales no vestían trajes de astronauta, sino de buzo. A lo mejor su ciudad, Mary Geoise, se construyó en lo alto de una montaña para prevenir este momento y para que sea así la única que prevalezca después de la inundación.

Quizás el sueño de Sanji de ver el All Blue no sea una locura, sino lo que sucederá cuando el nivel de los océanos crezca y supere el Red Line. Nada los separaría entonces y se unirían formando un océano infinito con todas las especies de peces habidas y por haber.

¿Os habéis fijado también en que todos los miembros de la banda de Gol D. Roger, el antiguo Rey de los Piratas, están preparados para este momento? Crocus se creó una casa dentro de Laboon, la ballena, y Rayleigh montó un negocio en la Isla Gyojin que consiste en “recubrir” barcos para que puedan sumergirse y navegar bajo el mar. ¿Y si el One Piece Piece tuviera algo que ver? ¿Y si lo que encontraron en Laugh Tale les puso sobre aviso?

Pero ojo porque no son los únicos a los que parece “favorecer” este acontecimiento. ¿Qué nos decís de Shanks? Varias veces se ha repetido que ni él ni ningún miembro de su tripulación es usuario de frutas del diablo. O lo que es lo mismo, el mar no les afecta negativamente y no correrían el riesgo de ahogarse, como si les sucedería a Luffy, Barbanegra y muchos de sus tripulantes. Esto vuelve a vincular al pelirrojo a los Dragones Celestiales, dispararía las teorías de la conspiración y le convierte en el candidato más fuerte y mejor posicionado para encontrar el One Piece.

Sentaros porque sólo estamos empezando. Existen muchos más piezas del puzle que han encajado de pronto. ¿Acaso nadie se ha preguntado cómo se creó Impel Down, la cárcel de la Marina? Si las inundaciones son cíclicas tal como se viene diciendo, la respuesta es fácil. En su día el Nivel 5 de la prisión estaba en la superficie.

De una construcción a otra. ¿Recordáis cuando Iceburg, el alcade de Water 7, comentó que quería que su ciudad flotara? Ahora aquella locura tiene todo el sentido del mundo. Los canales y el sistema de ascensores de la Capital del Agua acaban de convertirla en uno de los destinos más seguros de todo el Grand Line.

A más de uno le va a tocar refrescar el arco de la Isla Gyojin y todas las referencias a Noah, el Barco de la Promesa. Era una especie de arca de Noé que Joy Boy le regaló a los habitantes para cuando llegara “el día prometido”. Acabó prácticamente destruido por culpa del enfrentamiento entre Hody Jones y Luffy, aunque los reyes marinos salvaron sus restos y los gyojin hablaron de arreglarlo, ¿les habrá dado tiempo?

Pensad ahora en Tequila Wolf, ese país al que iba a parar Robin en el time skip. Un rincón del East Blue donde trabajaban en un puente colosal (muy por encima del nivel del mar) con la intención de que uniera todas las islas del mundo.

Y recordad también Wano y esa extraña disposición que tenía la isla. El país estaba protegida del mundo exterior por culpa de los extraños relieves de su periferia. ¿Quiere eso decir que quedará expuesta una vez se inunde todo? ¿Supondrá el regreso de Yamato al escenario principal? Por no hablar de la ciudad sumergida en sus aledaños, unos restos marinos que se repiten a lo largo de todas las islas del Grand Line.

Por no hablar de la Isla de Zou. ¡Incluso el diseño de Arabasta parece concebido para una posterior inundación!

Todo, pero absolutamente todo, acaba de encajar en ‘One Piece’ y dan ganas de empezar a leer la historia desde el principio para tratar de discernir desde cuándo tiene Oda en mente este movimiento. ¿Cuántas cosas en las que aún no hemos caído se verán afectadas por la inundación? ¿Importará que Enel esté ahora en la luna y que de ella dependan las mareas? ¿No será Im Sama, el villano final, ese demonio del mar del que se habla en el folclore japonés?

Sólo hay una palabra para describir el final del capítulo 1.113 del manga: Goda. No podemos esperar a ver qué supone la inundación del mundo en el próximo episodio.