Sonic Superstars

  • PlataformaPS58.5PCNSWPS4XBOXBS
  • GéneroPlataformas
  • DesarrolladorArzest
  • Lanzamiento17/10/2023
  • TextoEspañol
  • EditorSEGA

Review

Análisis de Sonic Superstars, como jugar a un Sonic de Mega Drive vitaminado

El regreso de Sonic a las 2D en una aventura que mira al pasado para correr hacia el futuro.

Sonic Superstars es la nueva aventura del personaje más popular y carismático de SEGA. Una apuesta por la vertiente más clásica del erizo azul que ha sido realizada en conjunto por el Sonic Team y Arzest, el estudio japonés que recientemente ha trabajado en juegos como Balan Wonderwold (Square Enix), Fantasian (Mistwalker) y Mario & Luigi: Bowser’s Inside Story + Bowser Jr.’s Journey (Nintendo). Lideran el proyecto Takashi Iizuka, en SEGA desde Sonic & Knuckles en 1994, y Naoto Ohshima, considerado como uno de los padres del erizo y que comenzó su carrera en SEGA en el año 1987, formando parte del Sonic Team hasta que se marchó para fundar Artoon en 1999 y, actualmente, ejerciendo como presidente de la mencionada Arzest.

Un inicio reconocible y el regreso de personajes como Fang the Hunter

Esta nueva entrega de la saga supone la unión de grandes figuras de la historia de SEGA, y es también el regreso de Ohshima 25 años después (Sonic Adventure en 1998) a un juego del personaje que diseñó. En una época en la que el éxito de Sonic no ha hecho más que ir en aumento y, tras la buena aceptación de títulos como Sonic Mania y Sonic Frontiers, el Sonic Team tenía clara la misión de que las entregas 2D y 3D debían seguir conviviendo. Superstars nace con el objetivo de mirar al presente y al futuro, pero sin olvidar el pasado en ningún momento, y lo consigue desde el primer instante en que nos ponemos en la piel de nuestro personaje, pero no deja de ir a más conforme avanzamos, mostrando todas las posibilidades que sigue teniendo la jugabilidad más clásica a día de hoy.

Velocidad clásica al servicio del presente

Amy Rose, Knuckles y Tails están bien diferenciados y cada uno aporta una forma totalmente distinta de encarar el juego

Sonic, Tails, Knuckles y Amy Rose forman el elenco principal del juego, aunque existe alguna sorpresa más que conseguiremos al superar el juego. Todos están bien diferenciados entre sí y, de una u otra forma, nos servirán para superar y explorar los niveles de maneras muy distintas, complementándose perfectamente entre ellos y dejando opciones para todos los gustos.

La variedad habitual de Sonic vuelve a estar presente en cada una de sus zonas, bien diferenciadas entre sí y con una sensación de novedad constante. Desde un inicio todo resulta familiar: no es Green Hill Zone, pero parece que estamos ahí; no es Angel Island, pero nos recuerda a ello; no es Casino Night Zone, pero tiene su espíritu. Los desarrolladores han preferido no incluir zonas míticas de la saga, pero de una u otra forma el título, especialmente en su inicio, sirve como homenaje para muchas de ellas tanto en su estilo como las plataformas que debemos superar o los enemigos a derrotar. La sensación de novedad es progresiva, con un tramo final que no nos dejará soltar el mando y algunos niveles que impresionan por su diseño, siendo Cyber Station un deleite para los sentidos por la variedad de situaciones que propone

De todas las zonas, Cyber Station impacta más que ninguna otra por su puesta en escena y estilo gráfico

Oshima, Iizuka y el resto del equipo se han encargado de poner a lo largo de cada uno de los niveles distintos detalles que no pasarán por alto a los aficionados de la saga. Desde plataformas vistas en, por ejemplo, Marble Zone del primer Sonic; a una especie de jefe final de Sonic 2 en Death Egg Zone; todos los efectos de sonido que son un calco de los originales o la fase de bonus del juego original que vuelve en Superstars para ayudarnos a recolectar monedas.

A lo largo de las zonas, el juego nos pone en situaciones de todo tipo que se encargan de añadir variedad y en algunos casos mayor tensión: desde una gran nave que nos vigila a lo largo de un nivel y que debemos ir desactivando continuamente o lanzará una bomba que acabará con nosotros; pasando por vórtices temporales que cambian por completo la idiosincrasia de una zona. Esto son solo algunos ejemplos de muchos que iremos viendo a lo largo de la aventura, con los clásicos pinball, montañas rusas que nos ayudarán a superar un nivel, cohetes, taladros o transformaciones en pulpo y ratón.

Cyber Station sorprende por su enorme variedad, con situaciones que nos pondrán en la piel de un pulpo, un ratón y hasta un cohete

Sonic Superstars se divide en las siguientes zonas:

  • Bridge Island
  • Speed Jungle
  • Sky Temple
  • Pinball Carnaval
  • Lagoon City
  • Sand Sanctuary
  • Press Factory
  • Golden Capital
  • Cyber Station
  • Frozen Base
  • Egg Fortress

La estructura de cada zona está bien diferenciada y, mientras en muchas tendremos varios actos por superar, otros dispondrán solo de un nivel habitualmente más largo y muy bien presentado en algunos casos. Además, podremos acceder a actos especiales si conseguimos una fruta gigante, y estos niveles nos permitirán lograr más anillos y monedas que nos ayuden de cara a conseguir más objetos en la tienda del juego.

Un habitual de la saga es la variedad de escenarios y momentos que resultarán muy familiares a los seguidores del erizo azul

Sonic Superstars se acuerda de sus jugadores de toda la vida, pero al mismo tiempo no olvida a todos aquellos que estén empezando con el personaje añadiendo mecánicas como los poderes que otorgan cada Esmeralda del Caos que vayamos consiguiendo. Estos pueden sentirse por momentos poco aprovechados, pero aquellos que deseen explorar cada recoveco del juego, así como su verticalidad, tendrán en ellos un gran aliado: Avatar, Bala, Visión, Agua... Son algunos de los poderes que iremos consiguiendo, y que nos ayudarán a superar enemigos, afrontar jefes finales, llegar a lugares complicados o avanzar con mayor facilidad a lo largo de los niveles. Cada poder se puede activar una vez en cada zona, y para recuperarlos tendremos que ir a cualquier puesto de estrella (marcador de progreso) del nivel. Además, Super Sonic y la versión especial del resto de personajes estará disponible si somos capaces de conseguir todas las Esmeraldas.

El poder de las esmeraldas nos ayudará, por ejemplo, en los enfrentamientos contra jefes finales

En Sonic Superstars la aparición obligatoria de Eggman está a la altura del villano, así como recuperar para la saga a un personaje como Fang the Hunter, que apareció por primera vez en 1994 en Sonic the Hedgehog Triple Trouble para Game Gear y, pese a tener cameos en varios juegos de la saga, nunca había vuelto a tener un papel destacado desde su aparición hace casi tres décadas. Una muestra más del cariño depositado en el producto.

Jugabilidad adictiva que te hace volver al pasado

La apuesta por la nostalgia de Sonic Superstars no debe verse ni mucho menos como algo negativo. Es destacable que un título de 2023 con un estilo gráfico lejano a los 16 bits que han caracterizado a la saga en 2D y, que en Sonic Mania tuvieron de nuevo un punto destacado, sea capaz de sorprendernos por esa familiaridad que sus creadores han decidido adoptar en la parte jugable. Ese control algo más tosco en comparación a los parámetros actuales del género en 2D encaja perfectamente con un título actual, y en algunos puntos se encarga de añadir tensión al tener que acertar el momento preciso del salto o la carrera pues no hay segundas oportunidades previas a caer o que nos golpeen. La base jugable sigue siendo la de toda la vida, recorriendo los escenarios en base a velocidad y plataformeo, obteniendo anillos, destruyendo televisores que nos darán distintas bonificaciones y explorar para reunir todas las Esmeraldas del Caos mientras vamos enfrentándonos al Dr. Eggman y sus robots al mismo tiempo que liberamos animales.

El desarrollo de los niveles va cambiando conforme avanzamos en el juego, siendo mucho más clásico en un inicio, para terminar en una recta final que no te dejará soltar el mando y propone una variedad de ideas sobre la mesa que quizá podría haberse repartido mejor. Más allá de eso, el juego cumple con la sensación de velocidad tan característica de Sonic, pero al mismo tiempo te obliga a tener un ojo puesto en el plataformeo o los enemigos que están junto a nosotros si queremos mantener el mayor número de anillos posible en nuestro poder conforme lleguemos al final. ¿Queréis correr sin parar? En algunas zonas tendréis la posibilidad de hacerlo, pero perderéis cierto factor de exploración que está ahí; mientras que en otras hay tramos en el que ya sea mediante plataformas o la utilización de otras mecánicas (enredaderas, gravedad cero, nave, agua...) tendremos que avanzar y superar los distintos peligros aparcando la velocidad por un momento.

Tendremos que utilizar todo lo que se presente a nuestro favor para superar las distintas zonas de Sonic Superstars.

Un punto que podemos poner en contra del juego es el hecho de que las vidas sean infinitas no dando siquiera opción a limitarlas, y es que, aunque tenga momentos desafiantes y los enfrentamientos contra los jefes en la recta final tengan un aumento notorio de la dificultad, todo esto sabe a menos por el simple motivo de que no existe el ‘Game Over’. Un extra que en caso de haber sido incluido añadiría una opción de dificultad que haría las delicias de los jugadores más avezados con la saga, y que supondría todo un reto porque Superstars en su modo historia no os llevará demasiado tiempo, aunque muráis muchas veces.

Los jefes finales son una constante en el juego, con opciones para todos los gustos. Desafíos mucho más básicos en un inicio, para encontrarnos en la recta final a jefes que nos obligarán a estar totalmente concentrados si queremos superarlos, suponiendo todo un reto que en caso de no haber vidas infinitas hubiese sido un infierno para los jugadores. Desde la mecánica habitual de esperar el momento y saltar encima de ellos, pasando por otros en los que tendremos que utilizar ciertas herramientas para acabar con ellos o hasta sus propios proyectiles.

Los jefes son una constante en el juego, y estos resultan variados y en muchos casos todo un desafío

El punto fuerte de Sonic Superstars en cuanto a fases especiales está en sus anillos gigantes dorados y azules. Los dorados suponen la fase en las que obtendremos las Esmeraldas del Caos, siendo un escenario completamente en 3D que por momentos nos recuerda a Nights into Dreams (juego en el que Takashi Iizuka fue diseñador jefe) y nos obligará a avanzar encontrando distintos puntos hasta acercarnos a la esmeralda, y una vez la consigamos accederemos a un pequeño tutorial que nos mostrará como usamos el poder. Por otra parte, los azules tienen la misma mecánica, pero, en vez de una esmeralda, iremos a por monedas. El otro gran homenaje del juego está hecho en base a la fase bonus del primer Sonic the Hedgehog, el original de Mega Drive, y que siendo notoriamente menos complicadas que el nivel especial en el que se inspira, supone un agradable y entretenido incentivo para obtener más monedas. Pese a lo que entretienen de inicio, se echa de menos al final una mayor variedad, y con el resto de juegos de Mega Drive en mente se podrían haber integrado muchas más de estas fases bonus.

Las fases especiales de Sonic Superstars sirven en algunos casos como un homenaje al juego original, mientras que en otros buscan proponer algo distinto

Una prometedora apuesta por el multijugador que se queda a medio camino

Sonic Superstars es un juego que pese a ser perfectamente disfrutable en su vertiente individual, es un título que también invita a ser disfrutado en compañía. Desde un primer instante, SEGA nos ofrece la posibilidad de jugar el modo historia del juego con hasta cuatro jugadores, y lo que se presenta como algo lleno de diversión y posibilidades, puede terminar siendo un caos. El juego se hace entretenido con amigos, y las luchas contra jefes finales aprovechan especialmente este modo cooperativo, pero el desarrollo de las pantallas no es del todo efectivo. ¿El motivo? La principal característica de la saga: su velocidad.

Una de las contras de este modo multijugador es que solo se puede disfrutar en local, y eso nos invita a pensar que dependiendo de los jugadores habrá una división mayor o menor de la pantalla, ¿verdad? Pues no, un escenario único para los cuatro, por lo que la velocidad de unos y otros está en constante conflicto, no pudiendo avanzar o acceder a ciertos puntos de los niveles de la forma que nos gustaría. La citada división de la pantalla hubiese solucionado este inconveniente, así como la posibilidad de jugar con personas de todo el mundo en ese deseado modo online que incrementaría considerablemente las horas de juego.

Lo más parecido a una zona clásica lo tendremos en el modo Batalla con esta versión de Green Hill Zone

El modo multijugador termina siendo un caos que va alternando entre una divertida y tediosa locura. Más allá de este, existe el modo Batalla, que si dispone de posibilidad de jugar online contra personas de todo el mundo. ¿En qué consiste? Manejaremos a nuestro avatar, el cual es un robot que podremos ir ‘construyendo’ en la tienda del juego con las monedas que obtengamos tanto en el modo Historia como en este competitivo online, y nos enfrentaremos contra ocho rivales a lo largo de tres rondas bien diferenciadas.

Un total de cuatro pruebas de las que tendremos que disputar tres cada vez que juguemos al modo batalla, por lo que la sensación conforme vamos jugando más partidas es que este número de pruebas se queda corto. La idea es positiva, efectiva y divertida, añadiendo un componente competitivo a un Sonic 2D de vertiente clásica que va más allá de superar nuestro tiempo (también existe el modo Crono, en el que podremos intentar superar nuestro mejor tiempo en cada una de las fases), pero nos quedamos con ganas de mucho más. Desde una carrera; pasando por un modo supervivencia en el que debemos ser el que más tiempo aguante en una zona plataformera; a una prueba en la que tendremos que terminar con el mayor número de estrellas recolectadas; y, por último, una en la que dispararemos al resto de rivales para obtener puntos.

Todo un homenaje a Sonic, SEGA y el videojuego clásico

La historia se cuenta de forma directa entre fases o mediante escenas de animación sin voz con un estilo muy noventero

Un videojuego y cualquier obra debe en cierto sentido valorarse como aquello que sus autores han querido plantear, y es que no son pocas las veces en las que se vende una obra como algo que no es cuando esta sale al mercado. En este caso, Sonic Superstars es un juego que cumple con prácticamente todo lo que el Sonic Team y Arzest se han propuesto, y es que la jugabilidad clásica es la que a lo largo del tiempo mejor le ha sentado al erizo azul en las 2D, y en muchos sentidos la que sus aficionados también han acabado demandando durante una época en el que todas las propuestas giraban en torno a las 3D. Un juego que se siente cercano desde el primer instante, con un estilo que calca al de sus predecesores de Mega Drive, pero que añade novedades interesantes que hacen que la aventura acabe sintiéndose como algo completamente nuevo, pero eso sí, sin nunca abandonar esa sensación de familiaridad.

Los homenajes son un habitual a lo largo de Sonic Superstars, pero el que tiene el juego con Fantasy Zone es puro amor a SEGA

La banda sonora de Sonic Superstars no se queda en la memoria, y es una lástima pues es un punto que hubiese elevado todavía más el juego. Melodías que no desentonan y tienden a encajar con las distintas zonas que vayamos visitando, pero que no se quedarán en nuestra cabeza e iremos tatareando conforme juguemos o una vez hayamos terminado nuestra partida. La música es en algunos casos el alma de un videojuego, y aunque Superstars pueda convivir perfectamente sin un apartado sonoro magistral, se echa en falta algún tema que pudiese dejar huella en el jugador.

Los amantes de SEGA y el videojuego clásico quedarán fascinados con los detalles que presenta el juego conforme vamos avanzando en el mismo, y es que el hecho de que los dos jefes principales del proyecto lleven entre 30 y 40 años en la industria ayuda a que este tipo de homenajes sean posibles. ¿El más impactante? Fantasy Zone, un clásico absoluto de SEGA y uno de los SHMUP más reconocibles y carismáticos de todos los tiempos. Manejando el Eggmobile como si fuese el mítico Opa-Opa nos adentraremos en una fase que es pura fantasía, enfrentándonos a algunos jefes finales que con su estilo Sonic no dejan de ser versiones del clásico de la compañía japonesa. Un videojuego atemporal que nos deja a su manera Sonic Superstars al igual que Breakout de Atari o Arkanoid de Taito, una muestra más del buen uso de algunas mecánicas o juegos clásicos para aportar novedad en el desarrollo de una zona.

Los amantes del videojuego clásico reconocerán en Sonic Superstars momentos en los que títulos como el Breakout de Atari o Arkanoid de Taito aparecen en escena

Sonic Superstars no ha buscado ser en ningún momento un juego revolucionario, pero cumplir con gran parte de lo que sus autores han querido plasmar es un paso destacado para confirmar que la saga puede destacar en las 2D más allá del estilo 16 bits. Con un diseño y estilo gráfico que casa a la perfección con lo que el juego pretende ser, y es que nadie mejor que Naoto Ohshima, el diseñador original de Sonic, que en esta ocasión nos vuelve a ofrecer un aspecto redondeado del erizo azul y el resto de personajes de su universo que casa a la perfección con lo que está proyectando SEGA en los últimos títulos en dos dimensiones de la franquicia.

Conclusión

Sonic Superstars no es solo uno de los mayores homenajes a la vertiente más clásica del erizo azul, sino un juego con un carácter y una personalidad muy propia. Un título que se siente familiar desde el primer instante, pero que conseguirá sorprendernos conforme avancemos. SEGA demuestra que hay vida para el Sonic clásico más allá del estilo pixel art gracias a una propuesta llena de variedad, personajes para todos los gustos y jefes desafiantes. Por otra parte, sus modos multijugador se quedan a medio camino y no terminan de explotar todo su potencial. El juego resulta ser un viaje al pasado que es capaz de sacarnos una sonrisa de forma constante, y que no solo sirve para recordar la gloriosa época de Sonic en Mega Drive, sino para tener la certeza de que SEGA ha dado en el clavo con las 2D del erizo más veloz del universo.

Lo mejor

  • Jugabilidad adictiva que te hace volver a Mega Drive
  • Fantástico diseño de niveles y dirección artística
  • Variedad de jefes finales y la dificultad de algunos
  • Las Esmeraldas del Caos y sus habilidades
  • Cada personaje es único
  • Rejugabilidad y todas las opciones multijugador: historia y competitivas
  • La recta final no te dejará soltar el mando

Lo peor

  • Los jugadores pueden echar de menos la falta de un sistema de vidas
  • Las fases especiales podían haber dado más de sí
  • Su multijugador en el modo historia es solo local y resulta un caos por momentos
  • Algún bug eventual
8.5

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.

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