Nikoderiko: The Magical World
- PlataformaPS57.5XBSNSWPC
- GéneroPlataformas
- DesarrolladorVEA Games
- Lanzamiento15/10/2024 (PS5, XBS, NSW)06/12/2024 (PC)
- TextoEspañol
- VocesInglés
- EditorKnights Peak
Review
Análisis de Nikoderiko: The Magical World, plataformeo añejo entre Donkey Kong y Crash Bandicoot
Analizamos este nuevo homenaje a las plataformas clásicas con una aventura desenfadada y amena para Switch, PS5 y Xbox que toma demasiado de los grandes referentes.
El género de las plataformas en su vertiente más clásica está viviendo una nueva época dorada con juegazos de la talla de Super Mario Bros. Wonder o el más reciente Astro Bot, dos auténticos pelotazos que nos hacen preguntar por qué las compañías no apuestan más por una forma de entender el videojuego tan querida por muchos. Sin embargo, de vez en cuando salta a la palestra alguna que otra sorpresa que no conviene pasar por alto, como es el caso del título que nos ocupa; obra de los chipriotas VEA Games junto a Knights Peak, Nikoderiko: The Magical World recoge lo mejor de dos sagas legendarias como Crash Bandicoot y, especialmente, Donkey Kong Country para convertirse en todo un homenaje al género a través de una aventura desenfadada y colorida, ideal para los jugadores más jóvenes; aunque también encierra cierto desafío para los más experimentados. Lo analizamos en PS5, aunque también está disponible para Nintendo Switch y Xbox Series X|S, con la promesa de llegar a PC próximamente.
Nikoderiko y la delgada línea entre homenaje y plagio
Los creadores de Nikoderiko: The Magical World no se esconden en ningún momento de la influencia de dos grandes clásicos del género como son las sagas Donkey Kong Country y Crash Bandicoot, representadas en esta propuesta a través de multitud de detalles, algunos de ellos, más que evidentes; y sin rubor alguno. En esencia, tenemos entre manos un plataformas 2D de la vieja escuela en el que llegar de A a B mientras sorteamos obstáculos, eliminamos enemigos y recogemos diferentes items, hasta alcanzar el barril final que golpear con vehemencia para multiplicar las luciérnagas recogidas; ¡hola Rayman!
Controlamos a Niko o Luna, los dos simpáticos y alegres aventureros protagonistas, dos mangostas antropomórficas que buscan hacerse con el gran tesoro de una isla perdida, controlada ahora por los malvados cobrings, una especie de reptiles con poco cerebro y muy malas pulgas. Podemos elegir a uno de ellos o jugar en modo cooperativo local junto a otro jugador, con ambos personajes en pantalla. Todo ello para plasmar una aventura que bien podría ser un Donkey Kong de marca blanca con ciertos toques de Crash Bandicoot en los tramos en los que avanzamos en profundidad en lugar del clásico avance lateral. Y es que con tan solo un vistazo a las capturas de pantalla o al propio tráiler, rápidamente identificamos un gran número de elementos que bien podrían estar sacados de un título protagonizado por Donkey y Diddy; por no decir todo.
El diseño de Nikoderiko: The Magical World es calcado al de los dos últimos Donkey Kong para Wii y Wii U, respectivamente, y que posteriormente han aparecido y aparecerán en Switch. Más allá del género que comparte, estamos hablando de dirección artística, mecánicas de juego, tipos de plataformas, desafíos concretos, sonidos, fases bonus, barriles y un sinfín de detalles que bien podrían estar sacados tanto de Doney Kong Country Returns como de Donkey Kong Country Tropical Freeze, dos de los mejores plataformas 2D de la historia, todo sea dicho. Incluso recogemos las letras NIKO con el mismo diseño de las letras KONG; tal cual.
Algo similar ocurre con los movimientos de Niko y Luna; en lugar de rodar y aporrear nos deslizamos por el suelo o caemos con fuerza para lograr efectos muy parecidos. No tenemos doble salto, pero a cambio podemos planear gracias a un diminuto paracaídas. Y en las fases acuáticas nos movemos más rápido y realizamos tirabuzones para deshacernos de los enemigos. ¡Incluso tenemos varias monturas que podemos liberar y usar a lo largo de diferentes niveles, tales como un jabalí, una rana, un dinosaurio o un murciélago! Si bien muchas de ellas son convenciones del género, la exagerada similitud de Nikoderiko con la saga Donkey Kong no pasará desapercibida por nadie, por poco que conozca las aventuras del simio de Nintendo.
El otro gran referente es Crash Bandicoot para aquellas secciones -mucho menos presentes y numerosas- que dejan atrás el avance lateral para que podamos jugar en profundidad. En realidad, estas variaciones de perspectiva no aportan nada más allá de lo curioso del cambio en tiempo real, muy conseguido y natural, por cierto. Aunque lo más sorprendente de todo esto es que Nikoderiko: The Magical World funciona como plataformas old school; en realidad se trata de un juego de corte indie realizado por un equipo pequeño que tenía como objetivo recuperar la esencia de los plataformas más clásicos, aunque con un nivel de producción más que convincente y una jugabilidad que, más allá de aquellas pequeñas imprecisiones que lo alejan de la excelencia de los grandes del género, es una propuesta más que digna para aquellos que busquen una alternativa competente a las sagas de toda la vida.
Es, además, una notable puerta de entrada para aquellos jugadores menos experimentados que no quieran enfrentarse a la exigencia de un Donkey Kong Country Tropical Freeze o un Crash Bandicoot 4: It’s About Time, mucho más difíciles tanto en dificultad general como en desafío. A los mandos no demuestra la finura de estos -especialmente en los saltos o las microcorrecciones que podamos realizar en los mismos- pero resulta muy recomendable incluso para los más pequeños, dada su escasa dificultad; aunque no está exento de algunos picos de dificultad injustificados o lo desafiante que resulta completar todo la cien por cien, especialmente en relación a ciertos coleccionables. Algunas animaciones también son mejorables, aunque siempre debemos tener presente de dónde viene el título.
A nivel audiovisual es de lo más llamativo a pesar de su alarmante falta de personalidad. Aun así, los personajes resultan entrañables gracias a su estilo cartoon, los escenarios están sorprendentemente detallados y encierra algún que otro efecto visual de los más llamativo. A pesar de ello, la sensación de “esto ya lo he jugado antes y mejor” será constante. Lo mismo ocurre con su apartado sonoro; y es que más allá de los no pocos efectos de sonido que parecen sacados de la jungla de DK -especialmente cuando recogemos la mayoría de los items repartidos por el escenario-, la banda sonora bien podría pasar por la de una nueva entrega de Donkey, Diddy y compañía, aunque en este caso sin su habitual estado de gracia. Y es que los temas musicales de Nikoderiko: The Magical World están compuestos por el legendario David Wise, compositor habitual de la saga Donkey Kong y un sinfín de títulos de la época de NES y otros más recientes como los Yooka-Laylee, y al que acabamos de entrevistar en MeriStation. Cumple con lo que se espera aunque con ciertas reservas, más allá de uno o dos temas verdaderamente destacables.
Conclusión
Nikoderiko: The Magical World es un plataformas modesto que, para sorpresa de muchos, funciona bastante bien, aunque en ningún momento con la solvencia de los grandes nombres del género, a pesar de sus evidentes similitudes. Extrae la mayor parte de sus elementos de la saga Donkey Kong; y el resto de los Crash Bandicoot. Se trata de una aventura amena, con una dificultad bastante accesible -con algunos picos allí y allá- y la opción a cooperativo local para dos jugadores que, a la práctica, no aporta mucho. Con una duración de entre seis y ocho horas -muchas más si queremos completarlo al cien por cien tras hacernos con todos los coleccionables- adolece de una marcada falta de personalidad, así como de cierta falta de pulido en algunos aspectos como animaciones, transiciones o el propio salto, aspecto capital en una propuesta de este tipo. Llega con voces en inglés para los diálogos de introducción de cada mundo -interpretados con cierta gracia, por cierto- y los textos en castellano, además de continuas pantallas de carga que si bien no son muy largas, sí entorpecen la experiencia. Un título recomendable mientras esperamos a que lleguen los siguientes colosos del género.
Lo mejor
- Ameno y entretenido
- Visualmente atractivo
- Modo cooperativo local
- Bastante generoso en contenido
Lo peor
- Alarmante falta de personalidad
- Ciertos picos de dificultad injustificados
- Falta por pulir ciertos aspectos de su jugabilidad
- Pantallas de carga muy presentes
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.