Grandes sagas de terror que vuelven: un vistazo al futuro del género

Ser fan de juegos de terror no siempre ha sido fácil, aunque cuando las cosas funcionaban bien, lo hacían realmente bien. Durante la segunda mitad de los noventa, Sony empezó a dominar el mercado consolero en parte gracias a la imagen de marca adulta que daba este género: en 1996, Resident Evil pilló al mundo por sorpresa, y aunque sería porteado a Saturn, solo los usuarios de PlayStation pudieron completar una trilogía a la que acompañaron nombres como Silent Hill o Dino Crisis. Pioneros pavimentando el terreno para la siguiente generación, donde otras plataformas también vieron alternativas tan potentes como Project Zero o Eternal Darkness.

Pero no todos vendieron como merecían, o como esperaban sus creadores, así que el auge tenía los días contados. Con el tiempo, algunas de esas sagas desaparecieron de forma poco ceremoniosa mientras otras cambiaban sin suerte de estudio o daban un giro brusco hacia la acción que atraía a nuevos fans a costa de perder bastantes viejos. A partir de ahí, los exponentes fueron mucho más contados y a menudo relegados al panorama indie. Pero la vida va por ciclos y las cosas han cambiado. El terror vuelve a estar de moda, tanto a través de nombres nuevos como de otros que regresan de ultratumba. Así que hoy, aprovechando que es Halloween, vamos a repasarlos. 

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Alone in the Dark

Empezamos por la decana, o al menos una de ellas. Porque si bien el origen del horror en videojuegos siempre quedará a debate (podemos incluso remontarnos a los ochenta para encontrar algunos ejemplos primitivos), el hecho de que Alone in the Dark fue determinante que para Resident Evil adoptase el sistema de cámaras fijas, así como algunos fundamentos básicos de exploración y combate, queda fuera de toda duda. La saga de Infogrames, por desgracia, empezó en su punto álgido y quedó sin sus principales líderes creativos antes de las secuelas, que probaron diferentes temáticas sin terminar de recapturar la inquietud de la casa encantada original.

Y precisamente hacia allí nos llevará de vuelta la nueva entrega, a la mansión Derceto. El juego prescinde de número o subtítulo porque no es una secuela, sino una reimaginación del primer Alone in the Dark. Un proyecto liderado por Mikael Hedberg (escritor de hits del terror indie como son Amnesia y SOMA) que ampliará considerablemente la historia y el diseño del clásico de 1992 con nuevas localizaciones, personajes, puzles, enemigos y demás, en algunos casos tomando elementos de entregas posteriores para homenajear su mitología. La ambientación de inicios del S.XX y las influencias de Lovecraft también seguirán a la orden del día.

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Resident Evil

Con la etapa de Village (y la familia Winters) cerrada en la reciente expansión, Capcom ya ha empezado el camino hacia Resident Evil 9. Pero mucho antes de saber qué clase de juego será la siguiente entrega principal, tendremos una cita con el remake de Resident Evil 4. El mismo que se encargara de dar un giro total hacia la acción, pero ha perdurado en la memoria de millones de fans con la clase de cariño que Resident Evil 5 y 6 difícilmente lograron repetir. Ahora toca modernizarlo y, con suerte, también recuperar algunos de los elementos de terror negados en la primera pasada.

Si seguisteis algo el prelanzamiento original, sabréis que el proyecto iba a tener un sistema de cámaras diferente, uso de linterna e incluso fantasmas. Fue el conocido como Resident Evil 3.5, al que ahora Capcom hace guiños claros como el regreso de la citada linterna o la chaqueta de Leon. Por supuesto, esto no significa que la acción no siga siendo abundante, las oleadas iniciales de Ganados en la aldea y el nuevo sistema de parry dan fe de ello. Pero si por el medio también consiguen intercalar momentos de terror efectivos, seguro que ganará puntos para aquellos a los que no conquistó tanto el cambio de rumbo. El 24 de marzo resolveremos esas y otras dudas.

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Silent Hill

Había ganas de Silent Hill y Konami ha respondido. Pero no con el anuncio de un juego nuevo, sino de varios proyectos, entre los se encuentra hasta una película basada en la segunda entrega. Claro que pasadas las celebraciones, es momento de reflexionar: ¿hasta qué punto podrán los estudios elegidos cumplir las expectativas de un regreso tan esperado? Después de todo, Silent Hill logró distanciarse de Alone in the Dark, Resident Evil y otras sagas gracias a un enfoque más personal. La trilogía original trascendió más por su visión del horror psicológico que por sus mecánicas.

La joya de la corona para muchos fue Silent Hill 2, juego argumentalmente desligado del primero o el tercero, pero cuya ambientación y narrativa lo elevó de inmediato al panteón del género. Es un título que desde entonces ha generado una fascinación sin igual, razón por la que la compañía ha dado luz verde al doble regreso: con la película citada, y con un remake creado por Bloober Team (Layers of Fear, Observer) en colaboración con Masahiro Ito (artista conceptual del Team Silent) y Akira Yamaoka (compositor). Puede que sea difícil recapturar las mismas sensaciones en un nuevo contexto, pero el simple hecho de poder intentarlo es algo que merece atención.

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Y si estáis cansados de remakes, para eso están el resto de proyectos. Por desgracia, todavía no tenemos cosas tangibles de Silent Hill: Townfall, Silent Hill: Ascension o Silent Hill f, pero este último merece una mención destacada por su intrigante teaser, que apunta a llevarnos lejos de la ciudad homónima para explorar un horror más en línea con el folclore japonés. Al frente están NeoBards Entertainment, estudio que viene de colaborar en los multijugadores de Resident Evil, y Ryukishi07, escritor de visual novels de éxito cuyo estilo debería encajar con un guante con la imaginería mostrada. El tiempo dirá si florece en algo tan potente como esta saga merece.

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Dead Space

Estrenado en 2008, después de que Resident Evil o Silent Hill llevasen varios años sin desplegar su mejor nivel, el primer Dead Space se convirtió en la niña bonita del género en la generación de Xbox 360 y PS3. Es cierto que su esencia se podría resumir como Resident Evil 4 en el espacio, pero Visceral Games, el equipo desarrollador, puso mucho más énfasis en aspectos como la iluminación, el sonido o el gore para crear una experiencia genuinamente terrorífica, capaz de equilibrar ambas facetas (acción y horror) sin necesidad de sacrificar una por otra, ni de pasarse el desarrollo encadenando set pieces a cada cual más espectacular como sus secuelas.

Esos excesos acabarían condenando la saga a la larga, así que Electronic Arts, en vez de limitarse a probar suerte con Dead Space 4, ha optado por mirar atrás y modernizar el juego original. Rehacer escenarios, enemigos e incluso algunos de sus aspectos jugables (puzles, nuevas secciones dentro de la Ishimura, mejorada interconexión para el backtracking, controles en ingravidez revisados) para recordar al público qué hizo de Dead Space uno de los juegos de terror más emblemáticos de su era. El 27 de enero sabremos hasta dónde llegan sus mejoras y si todavía se mantiene como uno de los principales referentes del terror. Pero a priori parece bastante fácil apostar por él.

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Y ya que estamos, nos permitimos una licencia para hablar también de The Callisto Protocol porque, si bien no hay un Dead Space 4 como tal en camino, este juego es lo más cercano que vamos a tener hasta que diga EA lo contrario. Desarrollado por el estudio Striking Distance, el título está dirigido por Glen Schofield, una de las principales mentes creativas tras el primer Dead Space. Y es algo que ni se molestan en disimular: instalaciones espaciales con criaturas horrendas, cercenamientos y muertes grotescas, incluso la interfaz integrada en el personaje y sus armas regresan en este sucesor espiritual. Además, saldrá antes que el remake, ya el 2 de diciembre.

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Alan Wake

Un contemporáneo de Dead Space que no logró la misma clase de éxito, pero sí un culto de fans fieles que muchos años más tarde ha hecho viable plantearse el desarrollo de una secuela es Alan Wake. Por aquel entonces (2010), Remedy Entertainment solo era conocido como el estudio de Max Payne y nadie sabía muy bien qué esperar; así que esta mezcla entre Silent Hill y Twin Peaks, donde un escritor en busca de inspiración acababa siendo arrastrado a pesadillas en los alrededores de aldea rural de Estados Unidos, sorprendió a todos por el cambio de registro.

Su atmósfera (con gran impacto de la oscuridad y nuestra linterna en la parte jugable) e historia fueron aclamadas, aunque como obra de terror en sentido estricto no se contara como el gran referente de su época, y Remedy tampoco ocultó que sus planes originales eran más ambiciosos: un mapa abierto con mucha más exploración donde el jugador, además, tendría control sobre los ciclos día-noche. El tiempo dirá si la secuela sirve para materializar aquella idea con todo lujo de detalles o si, en cambio, apuestan por sorprender de nuevo con algo completamente diferente.

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Outlast

Cerramos con la última saga estrenada en orden cronológico (el Outlast original data de 2014), aunque también la que debería ser primera de la lista en sacar su próxima entrega: The Outlast Trials. Si bien es cierto que Red Barrels todavía no ha puesto fecha firme, y que llevan varios años haciéndose de rogar, el lanzamiento sigue previsto para 2022 y el juego acaba de cosechar buenas críticas en una beta cerrada celebrada este fin de semana. Porque si bien la tercera entrega de esta popular franquicia de terror indie no dejará completamente de lado el monojugador, esta vez también probará suerte con el online y un multijugador de hasta cuatro.

Aunque sobre el papel este cambio de enfoque puede disgustar a los más puristas, la necesidad de habilitar los niveles para varios jugadores parece haber servido para introducir una jugabilidad más orgánica, con más rutas y posibilidades en el sigilo que cuando el diseño se orientaba específicamente a controlar el camino y los eventos experimentados por una sola persona. Es un juego más juego, por así decirlo, que depende menos de efectismos guionizados. Como siempre, habrá que esperar para ver hasta qué punto funciona a la larga, y el impacto global de jugar con o sin amigos. Pero de momento suena como un buen revulsivo para mantener la saga fresca.

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