WoW: Wrath of the Lich King Classic, impresiones de la Beta

Blizzard ha iniciado el camino a Rasganorte como parte de sus planes para instaurar Wrath of the Lich King, su más jugada expansión, a World of Warcraft. Los actuales jugadores de los reinos clásicos del mmorpg, sobre todo aquellos que están disfrutando de The Burning Crusade, ultiman las preparaciones y terminan los contenidos pendientes para la llegada del Rey Exánime.

Y luego estamos nosotros, MeriStation, que hemos iniciado el mismo camino que Blizzard para adentrarnos en su prueba Beta para comprobar de primera mano cómo se están haciendo las cosas en el que será, seguramente, el próximo bombazo de la compañía californiana. Os contamos qué hemos visto en ella.

La mayor aventura de Blizzard

A estas alturas de la vida casi todos los jugadores asiduos al género MMORPG conocen muy bien la segunda expansión de World of Warcraft. Tras haber derrotado a Illidan y Kil’jaeden en Templo Oscuro y la Meseta de la Fuente del Sol respectivamente, en The Burning Crusade, los adalides de Azeroth se embarcan en una de las aventuras más épicas que uno pudiera recordar.

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Los muertos se levantan, el caos se desata y el causante de todo esto tiene nombre y apellidos; Arthas Menethil. Ahora rebautizado como el Rey Exánime, no fue siempre el villano que todos conocemos. Heredero del reino de Lordaeron, su cabezonería le hizo buscar la Agonía de Escarcha, maldita por el Rey Exánime, para defender mejor a los suyos. Sin embargo la icónica espada estaba maldita y controló al joven príncipe hasta su último destino; el Trono Helado, el lugar donde reposaba el mal, Ner’zhul.

Arthas destrozó la prisión de éste liberando así el caso de Dominación, artefacto que no dudó en portar y que finalmente lo unió a Ner’zhul en uno solo; El Rey Exánime. Aunque tras los acontecimientos estuvo una buena temporada inactivo, su súbditos prepararon el terreno para lo que sería su “despertar”. Arthas buscaba venganza, derrotar a los héroes de Azeroth y hacerse con todo el control. Y los héroes respondieron a su llamada.

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A grandes rasgos esto es, básicamente, lo que un jugador debe conocer antes de adentrarse en Rasganorte, una expansión que agradará tanto a nuevos jugadores como a aquellos que ya disfrutaron de ella en su día. Ya lo comentamos en su día cuando se anunció que Blizzard quería subir el listón en su formato clásico, pero es que Wrath of the Lich King es una de las mejores —si no la mejor— , expansiones de World of Warcraft.

Novedades y cambios

Sobre la beta no hay mucho que contar, al menos en lo que se refiere a contenido jugable, pues es lo mismo que ya pudimos disfrutar en su día. Tenéis más detalles en el análisis que os ofrecimos cuando esta actualización salió al mercado. Eso sí, es una beta un tanto diferente a todas las anteriores que hemos probado pues hay un montón de bugs o errores que imposibilitan terminar muchas de las misiones disponibles, lo que nos ha obligado a jugar la mayor parte del tiempo con un personaje predefinido a nivel máximo.

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Hay también puntos en los que Blizzard se ha vuelto sobre sus palabras, como en lo que se refiere al buscador de grupo y la información adicional de las misiones sobre el mapa del mundo. En su día comentaron que ambas funcionalidades no iban a ser trasladadas a la versión clásica para mantener ese espíritu clásico que los jugadores demandaban antes de añadir el primer reino Classic. Ahora, y tras sopesar esta problemática —dada también por el feedback de los jugadores— finalmente sí incluirán ambas opciones, aunque con algunos matices.

En el primer punto han modificado la interfaz original para hacerla mucho más clara de lo que había anteriormente. Ahora los jugadores pueden pulsar la herramienta de buscar grupo y crear grupo o buscar uno ya compuesto para el contenido que uno desee hacer. La primera pestaña es muy similar al actual LFG (Looking for Group). Elegimos la estancia en la que queremos apuntarnos y automáticamente nos buscará los grupos que se estén formando para ella, aunque también tenemos la opción de crear nuestro propio grupo. Todo es manual por lo que no hay emparejamiento automático posible.

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Para el caso de la ayuda en las misiones, esta funcionalidad no se añadió hasta finales de Wrath of the Lich King y es algo que, más o menos, quieren que siga siendo así. Están trabajando en ello en la actualidad y no está disponible ni en el periodo Beta, por lo que no hay confirmación oficial de su supuesta salida. Esta funcionalidad hace que el objetivo de las misiones aparezca en el mapa, facilitando así que el jugador complete la tarea rápidamente y sin problemas.

Se ha añadido también la posibilidad de cambiar al completo el aspecto físico de nuestro personaje, aunque no de raza o facción, algo que antaño no era posible. Ya está disponible en la beta y tan solo requiere de un par de monedas de oro para aparentar un nuevo héroe. No es quizás el cambio más drástico del videojuego pero sí interesante, como lo es la adición —con respecto a TBC— de la profesión de Inscripción.

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En la beta están activas todas las zonas, con sus más y sus menos en problemas de misiones como hemos comentado y prácticamente todas las funcionalidades del juego están presentes. Hay mejoras gráficas también, por supuesto, y en general se ve y disfruta un punto mejor que en el pasado. Se hace uso de la tecnología Fidelity para obtener una mejor calidad de imagen, hay mejoras en el antialiasing y ofrecen soporte a tarjetas con funcionalidades de trazado de rayos. Es decir, es posible activar el RTX en Wrath of the Lich King en dos configuraciones posibles, aunque no esperéis grandes cambios.

World of Warcraft: Wrath of the Lich King ya tiene de fecha y, de hecho, llegará a nuestros ordenadores muy pronto; el 27 de septiembre. Para hacer la espera más amena Blizzard ha activado una bonificación de obtención de experiencia en su servidor clásico de The Burning Crusade. Así, la subida de nivel, se hará más ligera. ¿Estáis preparados para derrotar a Arthas una vez más?