Horizon Forbidden West
- PlataformaPS4PS59.3PC
- GéneroAcción, Aventura
- DesarrolladorGuerrilla
- Lanzamiento18/02/2022 (PS4, PS5)21/03/2024 (PC)
- TextoEspañol
- VocesEspañol
- EditorSony Interactive Entertainment
Horizon Forbidden West, análisis. Una gran crónica en los confines del Oeste Prohibido
Analizamos Horizon Forbidden West, uno de los juegos más esperados del año, que llega a modo de secuela para PlayStation 4 y PS5 en exclusiva.
El nacimiento de una nueva IP siempre es motivo de celebración. En un océano de remasters, remakes y más entregas añadidas en una misma saga, en 2017 surgió un nuevo navío para surcar las aguas del mundo del videojuego. Horizon Zero Dawn sorprendió por su propuesta y Guerrilla Games se atrevió a dar un salto de fe al dejar atrás la saga Killzone para presentar una obra que les elevaría a un nuevo plano. Conocimos a Aloy y junto a ella vivimos una gran aventura. Ahora, en 2022, llega Horizon Forbidden West y nos reencontramos con esa paria convertida en heroína para explorar una secuela que supera nuestras expectativas. Continuista, sí, pero más y mejor en todos sus apartados. Bienvenidos al Oeste Prohibido.
Un peligroso periplo hacia las tierras del Oeste
Salvar el mundo de la destrucción absoluta. Esa es, nada más y nada menos, que la misión que tiene Aloy en Horizon Forbidden West. En un mundo postapocalíptico en el que las máquinas diseñadas para mejorar la vida en la Tierra se rebelaron y arrasaron con todo, los supervivientes se organizaron en tribus con espíritu primitivo pero recursos modernos. Aloy, nuestra protagonista, fue criada en la tribu Nora, situada al Este de lo que antiguamente era conocido como los Estados Unidos de América. Debido a haber nacido aparentemente sin madre fue considerada una paria entre los suyos y precisamente por este misterio en su pasado la joven decidió salir de los seguros confines de su tribu para descubrir qué se escondía más allá, al mismo tiempo que pretendía encontrarse a sí misma. Lo logró, en cierta medida, pero el desenlace de su historia nos dejó con varias incógnitas y voluntad de seguir descubriendo.
Tiempo después de su gran victoria contra HADES, una de las funciones subordinadas de GAIA, la IA central del proyecto Zero Dawn, Aloy se marcha sin despedirse de sus compañeros para disponer de un tiempo a solas en el que reflexionar. Poco le dura esta calma, puesto que no tarda en descubrir que lejos de terminar, el peligro no ha hecho más que empezar.
“Se me acaba el tiempo, Elisabeth. La tierra muere…la gente sufre. Pronto morirán y las máquinas que tendrían que ayudarnos están descontroladas. Tengo que encontrar un modo de arreglarlo y la respuesta se halla en algún lugar del Oeste Prohibido”.
Con esta idea en mente y la voluntad de su espíritu, Aloy emprende un peligroso viaje hacia el Oeste en busca de la solución que salve al mundo y a sus habitantes de la aniquilación. Es la única capaz de hacerlo, debido a sus genes especiales, pero no tiene porqué hacerlo en solitario. Antiguos compañeros conocidos como Varl o Erend regresan a su lado y muchos otros aliados la apoyan en la que parece una misión imposible, que se va tornando más compleja a medida que la trama progresa hasta alcanzar un desenlace que llega a lo más alto…para dejarnos una vez más la puerta abierta a una futura entrega que convierta Horizon en una trilogía.
Desde el arranque, esta secuela nos pone el arco en la mano y nos presenta una introducción cargada de acción en la que nos enfrentamos a una gran máquina, escalamos una alta torre y nos movemos por diversos terrenos para aprender las nociones clave del juego. Mientras que en el original nos tomaban de la mano y todo se desarrollaba de forma creciente y algo más pausada, en Forbidden West dan por hecho que venimos entrenados del Este y nos presentan en bandeja algunos de los puntos más destacados del título desde el principio: verticalidad de escenarios, enfrentamientos espectacularmente desafiantes y un amplio abanico de posibilidades en nuestras manos. Eso sí, algo importante que podemos añadir sin entrar en terreno de destripes es que al avanzar lo suficiente en la trama dispondremos de una base de operaciones en la que descansan nuestros aliados y a la que regresar siempre que queramos para hablar con ellos de sus progresos en la investigación o de cualquier otro tema de interés. También podemos aprovisionarnos, descansar y llevar a cabo útiles funciones como la gestión del dominio de máquinas avanzadas. Un punto neurálgico que supone todo un acierto.
Tribus y personajes, más creíbles y consistentes
Tras conocer a tribus como los Nora, Oseram o Carja, en el Oeste nos esperan los Utaru, una sociedad agrícola y pacífica, y los Tenakth, divididos en tres clanes que luchan por dominar el territorio. De esta última tribu surgen los rebeldes liderados por Regalla, una poderosa contrincante capaz de dominar a las máquinas y usarlas a su antojo. Más allá de los enemigos humanos, lo realmente interesante es poder conocer las costumbres y características propias de cada tribu que habita en el Oeste. Si bien en el título original se apoyaban mucho más en los archivos de texto coleccionables para detallar matices de la trama y las misiones secundarias quedaban relegadas a una especie de recados sin demasiado empaque, en esta secuela han cambiado las tornas para ofrecer encargos opcionales realmente interesantes y que ayudan a determinar el destino de personajes importantes, a desentrañar aspectos del mundo y sus habitantes para descubrir cada rincón del Oeste Prohibido.
Todo esto se ve potenciado gracias a un motor gráfico puntero, que permite dotar de rostros y expresiones muy realistas a cada personaje, sea principal o NPC secundario, además de tener una rutina propia dentro de su hogar. La amplitud de conversaciones también ayuda a que quienes nos acompañan durante el viaje puedan desarrollar mucho mejor su personalidad, algo de agradecer para elevar la historia a un nuevo nivel, que va ganando más consistencia a medida que las horas de juego pasan.
Un amplio arsenal para derrotar todo tipo de máquinas
Pero no todo son conversaciones amistosas y aliados, ni mucho menos. En el Oeste Prohibido habitan un gran número de máquinas peligrosas, algunas de gran envergadura como es el caso del imponente Terremamut, y otras ya conocidas como el Garrahelada o el Galámpago, entre muchas otras. El número total de criaturas metálicas se ha multiplicado hasta contener un amplio catálogo de adversarios con distintas fortalezas y debilidades elementales. Aquí se mantiene el mismo sistema conocido del título original: contamos con un amplio arsenal de armas entre las que hay arcos, bombas, trampas, lanzas y demás, con una base de armamento ya conocida que se hace todavía más extensa aquí. Prácticamente todas ellas se pueden mejorar, ya sea añadiéndoles bobinas para incrementar sus atributos básicos y elementales o bien mediante una mejora general de sus características.
Los enfrentamientos en Horizon Forbidden West son bastante tácticos. Mediante el uso del foco de Aloy podemos escanear a las máquinas enemigas para descubrir sus puntos débiles y así poder acertarles directamente con munición de ácido, fuego u otros elementos. En cuanto a los enemigos humanos y el combate cuerpo a cuerpo, sigue sin ser de lo mejor pero aun así ha mejorado en gran medida respecto a lo visto y jugado en el original. Son más inteligentes y no bastará con escondernos en un matorral y que se haga la magia. Aloy no es una ninja, sino una guerrera, por lo que a pesar de que el sigilo es una opción viable, es muy probable que nos acaben descubriendo y toque pasar a la acción. Sin embargo, la posibilidad siempre está ahí. Escondernos en matorrales (un clásico) y acercarnos a una máquina por la espalda para atacar con nuestra lanza y hacerle un crítico o analizar la ruta que sigue para colocar una trampa en su camino y que la detone al pasar por encima son algunas de las acciones que podemos emprender si queremos tirar por la vía del sigilo.
Dada la mejora en IA de los adversarios y su ferocidad de ataque, os podemos asegurar que en los niveles más altos de dificultad nos encontramos con un verdadero desafío a los mandos. Esto se puede modificar en cualquier momento durante la partida y no perjudica de ninguna forma el jugarlo en modo Historia, por lo que desde Guerrilla ofrecen un rango de accesibilidad mayor para que cualquier tipo de jugador pueda disfrutar del juego independientemente de su habilidad.
Todo ello, junto a las escenas cinemáticas que aparecen de forma recurrente en pantalla, otorga un alto grado de epicidad a toda la obra. Estamos luchando contra todas esas máquinas para salvar el mundo. Y resulta muy divertido hacerlo. Además, la agilidad del combate en sí y el hecho de que nunca se detiene, ya que cuando seleccionamos un arma desde la rueda del arsenal el tiempo se ralentiza (allí también se puede fabricar munición sobre la marcha). Por todo ello, el apartado de los combates ha sido ampliado y mejorado para ofrecer una versatilidad todavía mayor de situaciones, además de unos enfrentamientos contra jefes finales muy espectaculares de los que no queremos revelar demasiado para que os resulten sorpresa.
La esencia RPG de la ahora convertida en saga se deja ver en los amplios árboles de habilidades que tenemos disponibles: guerrera, trampera, domadora de máquinas…a medida que realizamos misiones y subimos de nivel podremos desbloquear una gran variedad de ramas para mejorar así nuestros atributos y desbloquear nuevas habilidades en combate y fuera de él. Encontramos también una especie de “modo rabia” en el que Aloy se pinta la cara y se torna más poderosa durante unos segundos, proporcionando así la oportunidad de atestar potentes ataques o bien realizar habilidades especiales para ver bajar la vida de nuestros enemigos rápidamente. Se recarga al rato, por lo que transcurrido un tiempo podremos volver a usarlo (y es conveniente reservarlo para los enfrentamientos más desafiantes).
Posibilidades infinitas en un amplio mundo vertical
La verticalidad es un elemento clave en el mundo de Horizon Forbidden West. Desde Guerrilla Games han tomado nota de algunos de los puntos negativos destacados del original, como las paredes invisibles y la imposibilidad de escalar algunas superficies, y han pulido todo este apartado para ofrecernos un mundo que deseamos explorar desde que ponemos el primer pie en él. Si vemos una montaña a lo lejos y queremos descubrir qué se esconde en lo más alto: podemos hacerlo. No se trata de un Breath of the Wild, en el que absolutamente todas las superficies son escalables, pero sí se ha incrementado en gran medida el número de montañas, torres y demás a cuya cima podemos llegar con facilidad. Además, también se suma el buceo como novedad. Podremos sumergirnos en cualquier río, lago o mar para explorar sus profundidades y desentrañar los secretos que ahí se esconden. No hay posibilidad de luchar bajo el agua, por lo que si nos encontramos con una máquina submarina debemos optar por el sigilo y la huída hasta pasar desapercibidos.
No por innovar dejan atrás claves que ya conocíamos, como las tareas de investigación o los puzles. Mediante el uso del foco podemos desvelar huellas e información relevante de los escenarios para así desentrañar qué ha ocurrido en cada ocasión y llegar al fondo del asunto. Hay ocasiones en las que tendremos que leer una nota de texto oculta para descubrir el código de una puerta o analizar muestras de un ataque reciente para llegar hasta un superviviente a tiempo. El añadido del gancho nos permite abrir trampillas, mover vigas e incluso impulsarnos hasta salientes para así alcanzar superficies elevadas. Esto, combinado con el uso del Alaescudo para planear, otorga una capacidad de movilidad mucho mayor a Aloy tanto en el mundo abierto como en combate. Por ejemplo, podemos usar el gancho para elevarnos hasta un poste y una vez ahí saltar para desplegar el alaescudo y volar sobre las cabezas de nuestros enemigos para entonces caer sobre ellos, lanza en mano.
En los últimos compases de la aventura podremos domar a un Alasol (una máquina voladora que se asemeja a los pterodáctilos), que nos permitirá volar a sus lomos por todo el mapa. Este detalle cambia el juego y nos permite alcanzar cualquier superficie elevada sin problemas. Lo podemos llamar en cualquier momento (menos cuando nos encontramos en el interior de asentamientos) para así sobrevolar los escenarios y descubrir cómo se ve el mundo desde lo alto. Un gran añadido que nos ha parecido de lo mejor de todo el juego.
Resulta satisfactorio, a la par que abrumador, encontrarnos con un mapa repleto de puntos por descubrir. A este respecto la fórmula no evoluciona demasiado desde la base de mundos abiertos que conocemos hoy en día, pero si lo que buscáis es un lugar virtual dónde perderos por decenas e incluso cientos de horas: este puede ser el vuestro. Calderos enrevesados (para aprender a dominar más máquinas), Cuellilargos por escalar (con tal de revelar zonas del mapa), Terrenos de caza, Arenas de lucha, Ruinas con reliquias, Coleccionables varios, etc. Son muchas las opciones que ofrece Horizon Forbidden West más allá de la línea de misiones principales, para así asegurarse de proporcionar una larga lista de actividades variadas con la que ampliar nuestra aventura o incluso reservar para el endgame.
Por tener, incluso tiene un juego de mesa propio con un sistema basado en piezas de madera que simulan las máquinas que encontramos por el mundo: Asalto Mecánico. Un tablero similar al ajedrez y atributos como ataque, defensa, vitalidad y demás propios de cada una de las fichas, además de un terreno que cambia y afecta a dichos parámetros, construyen un juego propio interesante y desafiante en el que nos podemos sumergir. Cuando lo llegamos a dominar resulta realmente adictivo.
Gráficamente increíble, pero con detalles por pulir en lo técnico
A pesar de salir también en PS4 (y moverse de lujo en ella), dónde realmente brilla con luz propia es en la next-gen de PlayStation. Gráficamente Horizon Zero Dawn ya fue de lo mejor de su generación, pero esta secuela lo supera para ir un paso más allá. Desde las realistas expresiones faciales y corporales de los personajes hasta el movimiento fluido disponible en los combates y al desplazarnos por el mundo. Todo se ve genial, alcanza la calidad 4K y se mueve a 60 fps estables. A pesar de tratarse de un mundo en proceso de destrucción, encontramos rincones tan bonitos y espectaculares que nos dejarán con la boca abierta y desearemos capturar con un modo foto ampliado y mejorado.
Es en lo técnico dónde hemos encontrado algunos problemas menores y bugs, que se solucionan en parte con el parche día uno que han preparado desde Guerrilla Games. Ejemplos de ello son no poder terminar una misión basada en hablar con un personaje porque no aparezca la opción hasta que recargamos el último punto de guardado o bien la aparición de un pantallazo en negro durante un par de segundos al movernos muy rápidamente por el mapa (y por ello requerir una capacidad de carga mayor). Sin embargo, estos aspectos han sido solucionados en mayor o menor medida con la actualización mencionada, aunque en la versión de PS4 podrían persistir, debido a que no tiene las mismas capacidades que su hermana menor.
Hablando de versiones, nuestra partida la hemos jugado en PS5 y por ello hemos podido disfrutar de varias mejoras relacionadas principalmente con el DualSense: vibración háptica, gatillos con resistencia progresiva, sonidos a través del altavoz incorporado…Nos hubiera gustado ver alguna aplicación práctica de funciones como los sensores de movimiento o el panel táctil, pero si tenemos en cuenta que se trata de un lanzamiento intergeneracional es de suponer que no hayan querido hacer puzles y demás especialmente dedicados a la versión next-gen.
Su apartado sonoro destaca una vez más por una tener una BSO única. A nuestro parecer no alcanza la altura de la del original, pero aun así resulta muy adecuada para acompañar cada situación y llegar incluso a emocionarnos en determinadas escenas. El elenco de voces en el doblaje al español (con Michelle Jenner en el papel protagonista) es también muy bueno, aunque hubiéramos agradecido una mayor variedad de acentos dadas las diversas procedencias de las tribus con las que interactuamos, algo que sí se tiene más en cuenta en la versión en inglés. Por todo lo demás, los efectos de sonido y complementos acústicos que acompañan la obra son de gran calidad, nutriendo así a una gran aventura imprescindible para cualquiera que conoció a Aloy años atrás y estaba deseando reencontrarse con ella.
Conclusión
Horizon Forbidden West se presenta como uno de los grandes juegos del año. La secuela de la obra de Guerrilla Games es más y mejor que el original y nos propone así una aventura mucho más compleja que la que vivimos con Aloy en 2017. La verticalidad de sus escenarios amplía las posibilidades de los mismos, gracias también a herramientas como el alaescudo, el gancho y el poder volar con el alasol. El mundo que se presenta al otro lado de la pantalla ofrece decenas de horas de diversión y múltiples actividades por completar más allá de la línea de misiones principal, bien construida y con unos personajes realistas e interesantes. Con un sistema de combate variado, más vertical y desafiante -aunque el sigilo y el cuerpo a cuerpo siguen un pelín por debajo-, sus múltiples opciones de personalización harán que ninguna batalla sea igual a otra. Gráficamente es todo un portento y aunque en lo técnico haya aspectos por pulir, todo en conjunto supone una aventura imprescindible en la que os recomendamos sumergiros.
Lo mejor
- Todo es más y mejor
- Una historia interesante por desentrañar
- Personajes bien construidos en un mundo realista y repleto de posibilidades
- Sistema de combate mejorado con decenas de opciones y mayor verticalidad
- El Alasol; poder volar lo cambia todo
Lo peor
- A veces se siente excesivamente continuista, aunque mejora la fórmula en casi todos sus apartados
- Algunos bugs y problemas técnicos, por corregir con futuros parches
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.