Naughty Dog reflexiona sobre el crunch: cambios, experiencias y sindicalización

El crunch, otra forma de referirnos a la explotación laboral, es uno de los problemas más denunciados por los trabajadores de la industria del videojuego en la actualidad. Jornadas interminables durante periodos clave de los desarrollos, horas no remuneradas, vulneración de derechos… Naughty Dog ha sido protagonista de esta problemática durante los años de gestación de The Last of Us Parte 2, acusaron sus propios empleados. Evan Wells y Neil Druckmann, actuales presidentes de la compañía californiana, han sido preguntados al respecto en una entrevista con Game Informer.

El precio del crunch: experiencias personales de Wells y Druckmann

Tanto Evan Wells (miembro de Naughty Dog desde 1993) como Neil Druckmann (miembro de la empresa desde 2004) han dado una respuesta. “Definitivamente, he trabajado muy duro a lo largo de los años. Creo que algo de eso me ha ayudado a llegar a donde estoy en mi carrera”, comienza Wells, que explica los procesos de planificación de los proyectos antes de que comiencen su desarrollo, así como la producción de los mismos, un departamento donde no han tenido una persona fija delegada a estas funciones durante sus últimos proyectos.

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Ahora, según sus palabras, las cosas han cambiado; todo en pos de mejorar la calidad de vida de los empleados y evitar el agotamiento, lo que se denomina burnout o, simplemente, quemarse. “Otra cosa en la que estamos enfocados es en aumentar el nivel de gestión en el estudio. Tenemos más directores y más jefes, todo ello con el objetivo final de dar a todo el equipo más oportunidades de dar su opinión y comprobar su bienestar”.

Neil Druckmann, director de The Last of Us Parte II, es menos crítico consigo mismo, pero también reconoce la necesidad de evolucionar en la medida en que el estudio crece y madura. Durante su complejo desarrollo, “nos fijamos en la calidad de vida para evitar el desgaste, para emplear la capacidad intelectual que tenemos en nuestro estudio, y empezamos a crear grupos de trabajo para hablar de las áreas del estudio en las que podíamos mejorar. Trabajamos de forma particular cuando éramos 40 personas, ahora tenemos que evolucionar a medida que seguimos creciendo.

“Todo el mundo tiene una definición diferente de lo que significa el crunch. Supongo que, para nosotros, pensamos en ello como una forma de velar por el bienestar de nuestros compañeros y de todos los que trabajan en Naughty Dog, que es una combinación de cuántas horas trabajas y cuánto estrés sientes, ya sea algo que ocurre en la oficina o en casa. Nos parece que no hay una solución que se adapte a todo el mundo. Todo el mundo tiene una situación única que debemos abordar”, finaliza.

Una posible solución es la sindicalización, la unión de trabajadores para establecer una asociación en defensa por los derechos laborales de los empleados de un mismo gremio. Por un lado, Wells lo ve complicado porque hay empleados que quieren dedicar esa hora extra de pulido en un área concreta del juego para terminar su trabajo de la forma más satisfactoria; aunque sea fuera de horario. Druckmann, de igual modo, cree que “necesitamos múltiples soluciones” y abordar el problema “desde varios ángulos” porque siempre puedes “dejar a alguien atrás” cuando abordas medidas generales que afecten a todos de la misma manera. No ofrecen una posible solución concreta durante la entrevista.

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Naughty Dog, tras The Last of Us Parte 2, ya trabaja en su primer gran juego multijugador y dejan las puertas abiertas a nuevas entregas de sagas como Uncharted y The Last of Us.

Fuente | Game Informer