Bowser, Super Mario: Un villano muy peculiar
35 años no se cumplen todos los días, sino que se lo digan a Mario. El fontanero bigotudo lleva con nosotros desde 1985, año en el que debutó con Super Mario Bros. para NES, pero no lo hizo solo. Como ya sabéis, detrás de todo héroe hay un gran villano, aunque en este caso es uno atípico, Bowser. Se trata de una especie de tortuga rechoncha y antropomórfica que, a pesar de que desempeñe mayormente el papel de antagonista, intentando raptar siempre a la princesa Peach, es realmente entrañable y querido. Por ello, hoy, en MeriStation, le rendimos homenaje repasando tanto sus orígenes como su evolución y la trayectoria que ha seguido hasta convertirse en uno de los villanos más destacados de la industria del videojuego.
Creación del personaje
Creado por el legendario desarrollador de videojuegos Shigeru Miyamoto, Bowser es conocido como el Rey de los Koopas, todas las tortugas, sean humanoides o no, que viven en el Reino Champiñón, localización más famosa de la franquicia de videojuegos Super Mario Bros. En este punto, cabe destacar que su nombre, aunque fuera de Japón se mantiene como Bowser, originalmente, en el territorio nipón, se le conocía como Daimaō Kuppa, lo que traducido al español sería algo así como el Gran rey demonio tortuga. El cambio de nombre se produjo justo en el momento en el que Nintendo lo tradujo para los manuales de Super Mario Bros. fuera del país. Una curiosidad realmente interesante si también atendemos a la evolución que ha sufrido su aspecto a lo largo del tiempo.
Desde su primera aparición, Bowser tiene una apariencia antropomórfica en forma de tortuga. Camina sobre sus dos patas inferiores y es capaz de hablar. Con el paso del tiempo, gracias a los avances tecnológicos, Miyamoto pudo añadir más detalles al diseño de Bowser como son los pinchos sobre su caparazón verde, los dos cuernos, los colmillos, las garras, más pulseras y el pelo de color rojo. Con todo ello, se le dio un aspecto que, hoy día, está más cercano al de un dragón que al de una tortuga, pues, además, tal y como ha demostrado en la gran mayoría de videojuegos en los que aparece, tiene una gran fuerza física y puede escupir llamas. Aunque, inicialmente, no fue ideado así.
Durante el desarrollo de Super Mario Bros., Shigeru Miyamoto barajó la idea de encargar el diseño de Bowser a un artista especializado. Pero, como suele ocurrir en el desarrollo de videojuegos, no disponía del tiempo suficiente para ello, por lo que optó por crear él mismo el diseño de nuestro protagonista para el arte oficial de la portada del juego. Tomando como referencia el aspecto del antagonista de la película de animación Alakazam the Great, Miyamoto diseñó a Bowser como una especie de hipopótamo sin algunas de sus características más conocidas como la piel, que era gris, y los cuernos. Por suerte, poco tiempo después, el diseñador japonés Yoichi Kotabe empezó a trabajar en Nintendo y desarrolló una versión de Bowser más cercana a la que conocemos actualmente y mucho más coherente con la apariencia que debía tener el Rey de las tortugas.
Como decíamos, con cada nueva generación de consolas, se han podido mejorar las diferentes capacidades tecnológicas, lo que ha posibilitado, además, cuidar detalles como la escala de los personajes. Por ejemplo, en los primeros juegos de la franquicia, Mario y Bowser tienen prácticamente la misma altura, aunque, a partir de Super Mario 64, título puesto a la venta en 1996 para Nintendo 64 y que supuso toda una revolución para los juegos en tres dimensiones, ese hecho cambia y se hace más notable. En este punto, cabe mencionar que, dependiendo del juego, aunque Bowser ya tiene un tamaño estandarizado, puede modificarlo a voluntad si en el juego en cuestión dispone de los poderes necesarios para hacerlo.
Algo similar sucede con la familia de Bowser. A lo largo de las últimas décadas, Nintendo ha modificado una y otra vez el número de hijos que tiene nuestro protagonista, aunque no por ningún motivo tecnológico, sino todo lo contrario: por ofrecer una versión definitiva de su historia. En Super Mario Bros. 3, debutaron los Koopalings, un total de siete enemigos con apariencia de tortugas atropomórficas que, según el manual del juego, eran los hijos de Bowser. En otras entregas como Super Mario World, la Gran N ha mantenido esa versión, aunque todo cambió con el lanzamiento de Super Mario Sunshine en 2002.
Los Koopas al completo
Lanzado para Nintendo Gamecube, Super Mario Sunshine supuso un antes y un después en la historia de Bowser, pues añadía la figura de Bowsy Jr. al tablero. A diferencia de los Koopalings, Bowsy es el vivo reflejo de su padre, pues es una versión perfecta, aunque más joven, de él: tiene los mismos rasgos físicos, el pelo de color rojo, lleva puestas pulseras negras… Por si fuera poco, en los juegos, ambos mantienen las conversaciones típicas de padre e hijo, en las que Bowser se muestra orgulloso de él. De esta manera, Nintendo relegó a Larry, Wendy y el resto de los Koopalings al rango de secuaces, convirtiendo a Bowsy Jr. hijo huérfano de madre y único del Rey de los Koopas.
Y detrás de todo personaje que se precie hay siempre un gran actor de doblaje, salvo que se trate de Link, protagonista de la saga de videojuegos The Legend of Zelda, que jamás habla. En este caso, varias han sido las personas que han prestado su voz al Rey de los Koopas, aunque desde 2007 y de manera continua la responsabilidad recae sobre Kenny James, al menos en la versión inglesa, quien puede haber dado con la clave de por qué llegamos a empatizar con el personaje: “siempre que se le deniegan sus objetivos finales, él siempre persiste en alcanzar sus metas. Su perseverancia es algo con lo que muchos podemos sentirnos identificados”.
Más allá de los videojuegos
Como es lógico, al igual que Mario, Bowser ha aparecido en una gran cantidad de videojuegos de la franquicia. Desde entregas de la saga principal, como ya hemos mencionado, hasta diferentes spin-offs y subsagas de todo tipo, aunque también en otros videojuegos como Skylanders SuperChargers o SimCity. Lo realmente interesante de todas sus apariciones, al menos las que tienen que ver con la saga de Nintendo, es ver cómo su relación con Mario ha cambiado, pues, en algunos títulos, ambos llegan incluso a aliarse para vencer a un enemigo común. Además, según la propia Nintendo, en realidad son muy amigos.
“Si conoces cosas como Popeye y personajes de los cómics antiguos, habrás visto algunas veces que sus personajes desempeñan diferentes roles según el cómic o el capítulo animado en cuestión. Así que, hasta cierto punto, miro a nuestros personajes de una manera similar y siento que pueden tener diferentes roles en diferentes videojuegos. Son más bien como una pequeña gran familia o un puñado de actores”, explicó Shigeru Miyamoto en una entrevista.
De igual manera, Bowser ha aparecido en otros medios audiovisuales. Compartió pantalla con Mario y el resto de los habitantes del Reino Champiñón en diferentes películas, series de animación y cómics publicados a lo largo de los años ochenta y los noventa, siendo uno de los casos más notables su cameo en la película ¡Rompe Ralph!, de 2012, donde aparece junto con otros personajes de videojuegos como el Doctor Robotnik, y la película de animación que está produciendo Illumination en colaboración con Nintendo, prevista para ser estrenada en algún momento de 2022. Mención aparte merece la película estadounidense en acción real Super Mario Bros., de 1993, que, a pesar de contar con actores de la talla de Bob Hoskins, conocido por protagonizar películas como ¿Quién mató a Roger Rabbit?, su calidad era dudosa, pero se convirtió en una película de culto que, al igual que las series de animación, ofrecía una versión muy diferente de Bowser.
Puede que sea por la gran cantidad de años que lleva con nosotros o por lo que apuntaba el actor Kenny James, que al final es difícil no simpatizar con él, Bowser ha sido, es y será uno de los villanos más famosos y queridos dentro de la industria del videojuego. Un villano muy peculiar por su aspecto, pero con una larga trayectoria a sus espaldas que no hace otra cosa más que consagrarlo como, más allá de su faceta malvada, un grandísimo personaje capaz de calar en el corazón de cualquier jugador. Felices 35 años a ti también, Bowser.