Femmes fatales, la sensualidad peligrosa
Villanas y antiheroínas que hacen de la seducción y astucia su arma principal.
Hay un arquetipo de mujer que ha perdurado a lo largo de la Historia. La advertencia sobre cómo la belleza puede ser tan irresistible como peligrosa ha servido para alertar a los hombres sobre sus propios impulsos sexuales y también para crear una narrativa misógina alrededor de las mujeres. Desde el mito en el que Eva convence a Adán para comer el fruto prohibido, o Dalila conquistando a Sansón para que le revele el secreto de su fuerza, varias son las mujeres que hacen de su sensualidad un arma poderosa. En el cine negro, este estereotipo se popularizó como la femme fatale, con unas características muy determinadas que realzaban su atractivo. En los videojuegos, también hemos conocido damas que sabíamos que nos iban a traer problemas nada más verlas. Desde Mona Sax en la historia noir de Max Payne, pasando por la Elizabeth Comstock en Panteón Marino, hasta la espía Ada Wong y su presentación en Resident Evil 2. Hoy en MeriStation hablamos de estas artilleras de la seducción y de qué las convierte en inolvidables, más allá de sus encantos físicos.
La figura de la mujer fatal en el cine negro
Gracias al cine negro, la imagen de la femme fatale se ha imprimido en el imaginario popular con unas características muy determinadas. Aquella dama hermosa y elegante que llega al despacho del detective en busca de ayuda, generalmente vestida con colores oscuros y fumando en boquilla. No obstante, el aire misterioso que la rodea anuncia que sus secretos pueden volverse en nuestra contra. O bien es la que ha asesinado a su propio marido para conseguir sus propios fines, o tiene contactos con la mafia. Tradicionalmente, su rol es el de villana, aunque ha acabado evolucionado hacia una antiheroína/antagonista de moral gris.
En la revista Mito, Ángel Carrión define a la mujer fatal como “una expresión del temor masculino a la dominación femenina a través de su atractivo y su sexualidad, el temor a verse reducido a una figura, tan bella como malvada, que lo absorba y lo destruya por completo”. No obstante, no basta con que la femme fatale sea sexualmente irresistible y perniciosa; debe ser independiente y atutónoma. Ellen Wright, doctora especialista en cine negro, desgranó para BBC cómo dicho estereotipo se popularizó en Hollywood tras la Segunda Guerra Mundial para demonizar la independencia femenina, después de que las mujeres ocuparan los empleos tradicionalmente masculinos. Wright también destaca cómo no sólo se trata de una vampiresa encantadora: “Yo la veo como un personaje increíblemente poderoso y astuto que no sólo conduce la narrativa, se regodea en su sexualidad y luce de fábula. Ella conoce bien el sistema y rechaza su lugar dentro de él. Tanto si se la castiga por sus acciones —y la verdad es que siempre acaba así—, creo que transmite un mensaje empoderador y vigorizante”.
NOTA: En el presente reportaje se encuentran spoilers de Max Payne 2, Grim Fandango, Resident Evil 2 y BioShock Infinite.
Mona Sax, la mejor pareja de Max Payne
Si hablamos del género noir en los videojuegos, la saga Max Payne es uno de los mayores referentes. Sam Lake, guionista del juego, creó a su detective atormentado a partir de Dark Justice, un boceto ambientado en una distopía; y de una campaña de rol inspirada en el cine negro clásico, como se recoge en un reportaje de The Startup. En la historia de Max no podía faltar una aliada seductora y misteriosa: Mona Sax. Esta asesina profesional queda presentada en la primera entrega del juego, si bien no es hasta la segunda parte donde adquiere su rol como co-protagonista. Sospechosa y responsable del asesinato del senador Sebastian Gate, se alía con Max Payne mientras viven un romance marcado por el deseo y el riesgo. Mona cumple muchas de las cualidades definitorias de una femme fatale del cine negro, como se define en Complex: “Es la mujer vestida de negro, misteriosa y sensual. Es el contrapunto perfecto a Max, porque siempre estás cuestionando su lealtad, no sabes si te va a llevar a la cama o si te va a disparar por la espalda. Una asesina a sueldo que considera la muerte un negocio, Mona demuestra al final de Max Payne 2 que el amor puede con todo”.
Grim Fandango: Mercedes Colomar y Olivia Ofrenda
Grim Fandango aúna elementos de la cultura mexicana con los preceptos del cine noir clásico. “Es un homenaje hecho con cariño”, como define Tim Schaffer en su entrevista para GameStudies. “Con Grim Fandango, quería hacer cine negro, pero no del que se había hecho ya en videojuegos, como Killing Moon y otros más. La gente había explorado sólo una faceta del noir, lo cual me parece muy superficial. Ya sabes, ese Sam Spade sentado en su despacho con una botella de whisky y la visita de una preciosa dama”. Durante el desarrollo de Grim Fandango, el diseñador asistió a un festival de cine negro que se celebraba en su ciudad y devoró todas las proyecciones. En la citada entrevista, menciona Casablanca, Gilda, Perdición y El sueño eterno como las mayores influencias de Grim Fandango.
En el juego encontramos a dos mujeres fatales. Una de ellas es Mercedes Colomar, el amor de Manny Calavera. El ensayo Game Noir A Case History of LucasArts’s Grim Fandango analiza su rol dentro del juego. Con su sombrero cloche y su traje chaqueta, su dulzura oculta algo más: “Grim Fandango también posee ese elemento común del noir: la femme fatale, la mujer sexy e infravalorada que tiene un secreto oscuro. En Grim Fandango, esta figura adquiere cierta complejidad. Mercedes Colomar cree que Manny está involucrado en el timo que Hector y Domino han montado para robar los billetes del tren Número 9 y, cuando la descubre, le apunta con una pistola y le amenaza con dispararle, a pesar de su inmaculado expediente en la tierra de los vivos. Durante su encarcelamiento y etapa con Domino, empieza a fumar. Sabotea la misión de Manny para desvelar la verdad, pero al contrario de la típica femme fatale no es destruida porque sea una amenaza a la dominación masculina, como sugiere Telotte. En Grim Fandango, son los personajes masculinos los que llevan la voz cantante, y encaja en esa exploración masculina del entorno tan típica del cine noir, pero el papel de Meche demuestra que la filosofía principal tras toda narrativa noir es, precisamente, la experimentación”.
Olivia Ofrenda es la otra femme fatale en Grim Fandango, quien luce de forma más evidente las características definitorias de este estereotipo. Atractiva (según los cánones del universo del juego) y elegante, fumando en boquilla y con una actitud distante hacia los hombres. En TV Tropes se analiza cómo la seducción y la manipulación forman parte de su narrativa: “Sale con un mafioso y su abogado al mismo tiempo, y muestra todos los rasgos de una mujer fatal, según la influencia del género noir en el juego. Desmonta el tópico cuando ayuda a la resistencia contra la conspiración maligna, pero vuelve a desmontarlo cuando se revela que ella destruyó a Salvador Limones, líder de dicha resistencia. También entrega a Manny Calavera a Hector LeMans, con quien está saliendo”.
Elizabeth en Panteón Marino, evolución de la inocencia
Co-protagonista de BioShock Infinite, el rol de Elizabeth Comstock rompe algunos convencionalismos establecidos dentro de las misiones de escolta. Una aliada útil en combate, más allá de una indefensa damisela en apuros. Amanda Jeffrey, diseñadora de niveles en Irrational Games, cuenta en el documental Creating Elizabeth: The Women That Brought Her To Life cómo le dieron vida propia para que no fuera un satélite vacío: “No se comporta como una seguidora pasiva, aunque se adapte a Booker. Si estamos quietos en un lugar, ella explora por su cuenta, fija su atención en algún objeto… O vemos su pesadumbre al apoyarse contra una puerta antes de que se abra y acceda, por desidia, entrar”.
El viaje de Elizabeth dentro del juego trata la pérdida de la inocencia que marca también su madurez. Pasa de ser la princesa de la torre a conocer la crudeza del mundo e incluso a mancharse sus propias manos de sangre. En la escena final, las Elizabeth de todas las realidades alternativas deciden eliminar a Booker/Comstock de todas las líneas temporales. Esto provoca una paradoja espacio-temporal en la que todas las versiones de Elizabeth desaparecen y traspasan sus conocimientos a la última, que decide perseguir a DeWitt a Rapture.
La Elizabeth de Panteón Marino posee todo el conocimiento adquirido de todas sus homólogas, con lo que se crea una versión madura y astuta que poco tiene que ver con la muchacha feliz que vivía aislada en la torre. La escena inicial es un calco del tópico noir antes comentado: Booker DeWitt, detective privado, se encuentra en su despacho en penumbra y recibe la visita de Elizabeth, que exhibe todos los ademanes de una femme fatale: su elegancia y aire misterioso, su actitud seductora a la hora de pedirle fuego. El propio Ken Ken Levine relata en un hilo de Reddit que su estética estaba inspirada en divas del cine clásico como Veronica Lake, Lauren Bacall y Rita Hayworth.
Elizabeth embauca a Booker con la promesa de ayudarle a rescatar a su hija adoptiva Sally. Finalmente, el detective descubre la verdadera identidad e intenciones de su compañera, quien rechaza cruelmente su perdón antes de observar cómo le masacra un Big Daddy.
Ada Wong, espía seductora
En el género de espionaje, observamos una evolución del arquetipo de la mujer fatal: la espía femme fatale. En TV Tropes se la define como “una joven atractiva que utiliza sus encantos —erotismo, manipulación emocional o ambos— para realizar un trabajo de espionaje bajo un disfraz de inocencia”.
En Resident Evil 2, Leon Kennedy conoce a Ada Wong, una superviviente en Raccoon City que ha aterrizado en la ciudad infectada en busca de su novio desaparecido. En el Remake, se presenta como una agente del FBI. En ambas versiones, a pesar de que la mujer sabe valerse por sí misma, el novato policía se deja llevar por su instinto protector para cuidar de su nueva compañera hasta poder huir juntos de Umbrella.
Durante la escapada, se gesta la atracción entre Leon y Ada. No obstante, al final del juego el joven descubre que su nueva amada en realidad es una agente especial enviada por una compañía rival de Umbrella para robar una muestra del virus G. John, la anterior pareja de Wong, trabajaba para la malvada farmacéutica, y ella lo había seducido para conseguir secretos de la empresa.
La tensión sexual entre Leon y Ada prosigue a lo largo de la saga, a la vez que las motivaciones de la espía quedan siempre ambiguas. Su aspecto, además, cumple con los requisitos propios de una femme fatale, como se analiza en Rely on Horror: “Ada Wong es uno de los mejores personajes femeninos de la saga. Hay algo en su misterioso comportamiento y su llamativo aspecto que la hace única. Es una hermosa mujer vestida de rojo y una espía. Y muy buena en su trabajo, capaz de engañar al ligón de Leon en un par de ocasiones, para después ayudarle en momentos cruciales. Básicamente, podemos considerar a Ada como la versión femenina de Wesker. Es toda una femme fatale”.
Fieles a sí mismas y a su propio código moral, rebeldes contra el ideal de la mujer sumisa, las femmes fatales son una oscura fantasía de poder. Con su inteligencia, autonomía y seguridad en sí mismas, son mucho más que un rostro bonito. En el ocio digital podemos encontrar un sinfín de estas peligrosas damas y, aunque no están todas en el presente reportaje, sí son todas las que están.
- Acción
- Aventura
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