BioShock Infinite - Panteón Marino: Episodio 1
De la utopía colonialista de Infinite a la distopía Art decó del fondo del mar, Irrational obsequia a los fans con un verdadero regalo en forma de crossover Noir entre Columbia y Rapture en Panteón Marino. Os contamos los primeros detalles del DLC para evitar quedar enterrados en el mar
Pero no vamos a adelantar acontecimientos. De los tres DLCs preparados para Infinite, y con el primero, Clash of the Clouds, ya disponible, el de Elizabeth será el tercero, por lo que de momento sigue permaneciendo en secreto. Quedémonos con el segundo DLC, el primero dedicado al modo Campaña un Jugador, Panteón Marino Episodio 1. A través de un nuevo video viral, Irrational toma lecciones de Kojima y Valve para presentarnos un falso documental que habla de una ciudad submarina que se creía leyenda hasta que un arcón con objetos que todo fan de Bioshock reconoce al instante surge de las aguas: Una máscara de Splicer, un inyectable de plásmido y un cartel, no de Andrew Ryan, no de las Little Sisters o los Big Daddies, sino del detective Booker y la femme fatale Elizabeth. ¿Qué preparan en el estudio, qué se está guardando Levine, que ha empleado a Irrational al completo para los contenidos nuevos? Vamos a contaros más de Panteón Marino Ep 1, en el que viviremos el acontecimiento más determinante de Rapture de primera mano y en primera persona.
Bioshock nos presentó una ciudad única, un portento del hombre tan fascinante y colosal como abocado al fracaso. Cuando entrábamos en Rapture, lo hacíamos en una esplendorosa ciudad fantasma, en la que una guerra civil y otros factores destruyeron la más brillante creación de la mente humana. Cada paso que dábamos nos asombraba, pero siempre era inevitable pensar, sobre todo tras revisitar Rapture de nuevo en Bioshock II –cuyo multijugador ya nos llevaba a dicha guerra civil-, cómo sería pasear por la ciudad cuando estaba llena de vida, en su apogeo. Esto lo que nos brindará Burial At Sea, recorrer Rapture a prácticamente horas de que la primera bomba estalle, de que los tiroteos comiencen y sea el principio del fin. Somos Booker De Witt, el clásico detective de los años 40 al estilo Philip Marlowe. Y como todas las novelas Noir, una femme fatale seductora, misteriosa y que claramente oculta algo entra por nuestra parte, solo que esta vez es alguien que de sobra conocemos: Una Elisabeth tan distinta como igual a la que protegimos en Columbia.
El principio de Buried At Sea es investigar con Booker y Elizabeth –ella nos llama siempre con un correcto “Mister DeWitt”, amén de revelarnos cual es su profesión en la ciudad submarina-, reuniendo pistas y visitando a personajes y escenarios ya conocidos –no os vamos a decir quienes, pero recorrer de nuevo la localización de uno de ellos en todo su lujoso esplendor es una gozada. No penséis en ello como un mero tour turístico por Rapture, pero lo cierto es que está hecho para que detengamos el tiempo en esta parte, para que la recorramos sin prisa alguna, redescubriendo un escenario como siempre quisimos verlo: Bulliendo de vida y de movimiento, cada negocio, tienda y espectáculo funcionando, edificios sin mácula y luces sin parpadeos. Rapture en su punto culminante antes de su caída absoluta. Esto es lo que veremos en el DLC, y esto es lo que verdaderamente deja impresionados cuando empezamos a recorrerla. Eso, una Elizabeth de lengua afilada y tratamiento frío como el mar por encima de nosotros, y detalles que Levine no pudo incluir en su momento y que reseñan la amplia variedad de pensamiento y comportamiento en la ciudad, el grado de liberalidad sin caer en el racismo o la homofobia, incluyendo NPCs de color y personajes homosexuales –dos hombres cogidos del brazo observando el océano.
Una vez en mitad del combate se notan dos elementos distintos de nuestra anterior experiencia Bioshock: La dificultad de los enemigos y la escasez de recursos con respecto a Infinite. La gestión de recursos será algo a tener muy en cuenta dentro de esta Rapture, ya que es usual quedarse sin balas ni Eve en mitad de un enfrentamiento. Se trata más de usar las posibilidades de tender trampas que los plásmidos permiten y de atacar con el Air Grabber por la espalda para poder eliminar 2 o 3 antes que el resto venga hacia nosotros. Y hablando de ellos, imaginad a varios Splicer coordinándose en el ataque para rodearnos y eso mismo veréis dentro de otro de los escenarios conocidos pero expandidos del Bioshock original. De ahí la importancia de haber orientado antes el equilibrio hacia nuestro lado con elementos stealth.
Se trata de aprovechar, de maximizar todo lo que llevemos en todo momento, incluso el dinero o las Tears de Elizabeth -con alguna novedad entre ellas-, no de disparar armas dándole gusto al gatillo, por más que algunas nuevas como la ametralladora Tommy Gun –imposible que faltase en este ambiente Noir de detectives clásicos- nos lo estén pidiendo al portarlas, ya que es el propio gameplay el que busca dejarnos secos de recursos y que nos las arreglemos por nuestra cuenta. A la hora de explorar, regresan los Voxophones y los Kinetoscopios, pero en forma Rapture, o sea, registros de audio y las nuevas máquinas Need-to-Know respectivamente.
BioShock Infinite - Panteón Marino: Episodio 1
- Acción
BioShock Infinite - Panteón Marino: Episodio 1, desarrollado por Irrational Games y distribuido por 2K Games para PlayStation 3, Xbox 360 y PC, es el primer episodio perteneciente al DLC de BioShock Infinite Panteón Marino, en el que volveremos a una Rapture reconstruida con el engine de BioShock Infinite, además de recurrir a una jugabilidad más cercana a la última entrega de la saga con nuevas armas, plásmidos y vigores.