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Ancestors Legacy

Ancestors Legacy

  • PlataformaXBO7.5NSWPC8PS47.5
  • GéneroEstrategia
  • DesarrolladorDestructive Creations
  • Lanzamiento22/05/2018 (PC)13/08/2019 (XBO, PS4)11/06/2020 (NSW)
  • TextoEspañol
  • VocesInglés
  • Editor1C Company

Conversión a consola

Ancestors Legacy, análisis: Así es en Xbox One y PS4

El RTS de Destructive Creations se extiende más allá del PC para llegar a un terreno poco frecuente en el género: PS4 y Xbox One. Así es su conversión.

Cuando se habla de los títulos de más impacto en el mercado, ciertos géneros concretos destacan por encima del resto. Géneros que aúna el consumo directo y rápido que cientos de miles de usuarios demandan dentro del mercado generalista. Pero hay vida más allá del rugir de los fusiles y las travesías anodinas. La estrategia ha sido, quizá, una de las afectadas en la última década, contando con el fiel apoyo de compañías que se resisten a dejar en el olvido una de las formas de juego que dieron sentido al teclado y ratón.

Si hablamos de estrategia en tiempo real, nos vienen a la cabeza nombres propios como Creative Assembly, la propia Blizzard o Relic Entertainment; equipos de cabecera que han trasladado esta corriente del videojuego a los más altos estándares en los últimos (y duros) años. El caso que nos ocupa a continuación es la segunda parte del viaje de Ancestors Legacy, el cual echa sus raíces en consola, además de su llegada a PC el pasado año. Siempre es un momento interesante el enfrentarse a un RTS con mando; no ocurre todos los días.

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En pie de guerra

La piedra angular de la oferta de Ancestors Legacy recae en el modo campaña, que nos sumergirá en 4 grandes arcos protagonizados por los principales imperios entre el siglo VIII y XIII. Desde vikingos hasta el Reino de Polonia, pasando por los Reinos de Britania y el Sacro Imperio Romano-Germánico, la diversidad de tropas será total. Cada una de las campañas cuenta con dos diferentes actos, cuyos cinco capítulos conforman el marco argumental de los héroes que lo protagonizan.

Terminar un acto nos tomará alrededor de unas tres horas, dependiendo de la astucia controlando los ejércitos y el nivel de dificultad. Esta variedad tan amplia de visiones del conflicto le permite marcar en detalle qué estilo narrativo seguir. Los vikingos, por ejemplo, suelen comenzar sus disputas entrando desde la mar, un desembarco que siempre es difícil de gestionar por la violencia del conflicto.

En nuestro análisis original, os comentábamos las similitudes respecto a otros competidores: “Aunque comparte periodo histórico con Age of Empires, está más cercano, por filosofía y planteamiento, a Company of Heroes. En esta ocasión se han potenciado más los aspectos estratégicos que la recolección de materiales que, aunque imprescindibles para evolucionar unidades y edificios, pasan a un segundo plano y están completamente automatizados. Simplemente basta con conquistar un enclave y ordenar a sus ocupantes que se encarguen de recoger los elementos básicos: comida, madera y hierro. La creación de nuevas edificaciones es igual de sencilla y tienen un lugar prefijado, algo a tener en cuenta con las tres torres defensivas que pueden levantarse y que sirven de parapeto en muchas ocasiones”.

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La reducción del número de unidades disponibles es quizá lo más llamativo en términos de gestión. Con un máximo de diez tropas por ejercito, la estrategia se ve reducida a un campo de batalla donde cada decisión cuenta, pasando a la microgestión que tanto gusta entre la comunidad. El resultado es positivo, y quizá por esa limitación de posibilidades ha brindado que llegara a otros territorios. Durante la campaña, el coto de terreno está más guiado por exigencias de guion, pero es cuando vamos a escaramuza, el clásico enfrentamiento contra la IA u otros usuarios, cuando se explota la gama de opciones en cuanto a construcciones se refiere. Entre la obtención de recursos y reclutamiento de unidades veremos que hay más chicha de la que parece.

Un mando para dominarlos a todos

Pese a no llegar con novedades reseñables en cuanto a contenido se refiere, el lanzamiento de Ancestors Legacy en consola sirve como campo de pruebas sobre las posibilidades del género dentro de un esquema de control tan acotado. Tan pocos botones en comparación con un teclado hacen que las dudas surjan, como es natural; de hecho, para alguien que está acostumbrado a controlar lo que ocurre en pantalla con solo unas pulsaciones, los primeros momentos no son todo lo cómodos que cabría esperar.

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Esta incomodidad viene precedida de la propia naturaleza del juego. Como os decíamos el pasado año, “todo este planteamiento táctico se viene abajo cuando comienza la lucha, aquello se convierte en un tótum revolutum donde no hay forma de controlar nada”. Si el caos se apoderaba de nuestro ratón, también lo hará con un par de sticks. Mandar a tus unidades y elegir la primera acción es sencillo, a partir de ese momento tanto retroceder como elegir otra opción se convierte en una tarea de difícil solución.

Tampoco queda muy claro cuándo tenemos seleccionadas varias patrullas, falta ese indicador tan socorrido que nos permite comprobar con un solo vistazo qué podemos mover en esos momentos. Desde el equipo que se ha encargado del port (Slipgate Ironworks) han sido claros: los botones superiores son los ejes que sostienen todas las acciones. Tanto los gatillos como sus compañeros tienen como función mantenerse pulsados para actuar de puente hacia el movimiento que queremos realizar. En los héroes, unidades especiales, es más habitual; las tropas básicas tienen un pequeño surtido que estará presente para su uso.

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Pese a que el número de grupos controlables al mismo tiempo se antoja una cifra escasa, incluso gestionar una reserva de este tipo no suele ser todo lo fácil que cabría esperar. Quizá otra solución hubiera pasado por la posibilidad de dar órdenes a más de un escuadrón, algo normal en cualquier RTS de ahí fuera y que incomprensiblemente no se encuentra presente aquí. O la emulación de la selección del ratón mediante los sticks, en vez de colocarlos con uno de los botones de acción.

Conclusión

Ancestors Legacy ocupó el hueco que buscaba una vez confirmó su positiva recepción en ordenador. Su llegada a consolas responde a la necesidad de una parte de su comunidad de disfrutar de la misma experiencia en una plataforma lejos de lo tradicional que resulta el teclado y ratón. El traslado del esquema de control es correcto, pero falla a la hora de ceder comodidades al usuario. Creemos que hubiera resultado más fácil realizar según qué acciones con otro métodos ya vistos en títulos como Halo Wars. También echamos en falta la introducción del contenido descargable que recibió en su primer año en el mercado. Eso sí, para quienes gusten de estrategia y no puedan hacerlo en sus ordenadores, Ancestors Legacy sirve como aperitivo tanto en Xbox One como PS4.

Lo mejor

  • La variedad del modo campaña.
  • Cuatro facciones bien diferenciadas en poder.
  • Estrategia llevaba a la microgestión: cada decisión cuenta.
  • El control, correcto...

Lo peor

  • ...aunque faltan opciones para ser cómodo.
  • Es difícil dar segundas órdenes cuando estamos en plena batalla.
  • Hay cierto descontrol en los combates, aumentado por la lentitud del pad.
7.5

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.