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Irrupción digital

Consolas sin lector de disco: ventajas e inconvenientes

La llegada de la próxima generación de consolas y la clausura de la actual plantean nuevo hardware y apuestas. Pros y contras del All-Digital.

Xbox One S

2019 apunta a ser, como poco, un año donde conoceremos la existencia de nuevas consolas. Bien sean rediseños o saltos generacionales, será un curso donde se hablará de hardware. Sony ya ha movido ficha oficialmente con los primeros detalles de la siguiente PlayStation, a la que podemos referirnos como PS5, que no saldrá en 2019… pero que sí tendrá lector de discos. A expensas de saber qué hará Microsoft, que horas después se sacaba de la chistera Xbox One S All Digital Edition, repasemos los pros y contras de este tipo de máquinas.

A comienzos de mes saltaba el rumor donde el medio WinFuture aseguraba adelantar la fecha de lanzamiento, precio y características de un nuevo rediseño de Xbox One S que no tendría lector de discos: solo digital. Su nombre, Xbox One S All-Digital Edition, 229 euros y lanzamiento en mayo. ¿Es el momento? ¿Funcionaría? Eso está por ver, pero ya es oficial, como también lo es una suscripción que aúne Xbox Game Pass con Gold en un único servicio, un único pago de 14,99 euros al mes. Pensando, de nuevo, en lo all digital.

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Todo tiene un principio; pero no era el momento

Permitidnos viajar un momento en el tiempo, concretamente a comienzos de 2014. En un encuentro con la Official Xbox Magazine británica, un recién llegado a la jefatura de Microsoft Studios, Phil Spencer, reconoció que estuvieron considerando una Xbox One sin lector de discos en mediados de 2013 tras el E3 de ese año, donde tanto Xbox One como PS4 dieron a conocer sus cartas para el inicio de la generación ese mes de noviembre.

Sabemos que esa máquina no se materializó; quizá no era el momento adecuado, había ciertamente algunos asuntos que resolver tras los errores cometidos en la presentación de u nuevo hardware. En su día, comentó que “Tuvimos un debate real sobre si debíamos lanzar una Xbox One con lector de discos o si podíamos deshacernos de ello para apostar por una consola puramente con formato digital; pero luego cuando te das cuenta del ancho de banda actual y el tamaño de los juegos… ciertamente plantearía muchos problemas”. Seis años son muchos en el mundo de la tecnología, máxime cuando las infraestructuras han mejorado tanto y los discos duros son mucho más baratos de producir, más fáciles de amortizar a medio plazo.

Ya lo hemos visto con propuestas como Ouya o Nvidia Shield, que no son el mejor ejemplo de consolas de éxito entre las grandes masas; tampoco lo fue PSP Go, aunque quién sabe qué hubiese pasado con ese concepto en PS Vita si Sony hubiese dado apoyo a la portátil.

Ahora que Microsoft da el paso para ofrecer una Xbox One solo compatible con el formato digital no debe ser algo que nos sorprenda a juzgar por sus movimientos con Xbox Game Pass y Xbox Live GOLD, con sus incentivos, recompensas y facilidades para olvidarnos de los discos. Ahora bien, no todo son ventajas; como tampoco todo es malo.

PSP Go. ¿Incomprendida? ¿Adelantada a su tiempo? ¿Ninguna de ambas?
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PSP Go. ¿Incomprendida? ¿Adelantada a su tiempo? ¿Ninguna de ambas?

Efectos colaterales de una consola doméstica sin lector de discos

Quizá no nos hemos percatado de todas las consecuencias que tendría comprar una futura PS4 o Xbox Scarlett sin compatibilidad con los discos tradicionales. La primera es, inevitablemente, la casi total dependencia al acceso a Internet. No todos los títulos requieren actualmente de conexión a la red, aunque sí se cuentan con los dedos de una mano aquellos que no precisan de un parche día 1 o chequeos temporales para supervisar si mantenemos una suscripción.

Hacer de Xbox Game Pass (o PS Now, si Sony procediese de manera más o menos equivalente) un elemento inherente a la máquina obligaría al jugador a tener conexión en línea para que la consola compruebe que todo está en orden (suscripción activa, etc.), para acceder a ese contenido en streaming que acaba de llegar al servicio.

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Con el formato físico, susceptible a romperse y a ocupar mucho más espacio si nos desplazamos, ganaríamos la posibilidad de amortizar el juego hasta cuando queramos y como queramos. Tú tienes tu juego y decides qué hacer con él cuandoquiera que hayas decidido deshacerte de la copia. En el formato digital —al menos hoy— no es posible la segunda mano, la compraventa de juegos usados y, por tanto, se impide ese ahorro en ocasiones importante para traer dinero de vuelta o acceder a obras tiempo después de su lanzamiento original preservando el formato con caja y disco.

Por qué las compañías quieren conducir el mercado del hardware a lo digital

Las compañías son conscientes de que no sacan provecho de la segunda mano, un beneficio neto que corre a cargo de las cadenas retail, que se encargan de poner precio a esas copias y eliminar a la editora como intermediaria: una transacción jugador-tienda, tienda-jugador. A las grandes empresas no les interesa que se comercie así no solo porque no vean un solo euro de esas compras, sino porque hay jugadores que prefieren ahorrarse un dinero, hacerse con un producto seminuevo a pesar de estar ya abierto, usado, gastado… y no pasar así por caja con una copia precintada.

Por cada unidad sellada no vendida en favor de una seminueva, las compañías pierden una venta “real”, lo que favorece su argumentación de que el mercado de segunda mano debería desaparecer.

Interior de una cadena de tiendas GAME.
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Interior de una cadena de tiendas GAME.

Y eso lleva, inevitablemente, a la deriva hacia lo digital. Sean Sony, Microsoft o Nintendo, las tres productoras de hardware están de acuerdo con las third party en que una venta digital es más económica, más provechosa y más fácil de amortizar que una física. Los ahorros son evidentes: se elimina el coste de producción, distribución y los impuestos arancelarios que lleva consigo la puesta a la venta de un producto en tiendas. Con lo digital desaparecen varios agentes y, al no haber apenas diferencia entre el precio en físico y en digital —a los hechos nos remitimos—, todo son ventajas para ellos.

Cómo se incentiva actualmente la preferencia por lo digital

Las compañías, conscientes de ello, han incrementado la frecuencia de ofertas, promociones y descuentos para que compremos el los títulos en formato digital. El problema viene con la preservación. Hay títulos que desaparecen, como DriveClub o Forza Horizon 2, obras que ya no podremos comprar de ninguna manera en las tiendas digitales de Microsoft y Sony. Solo será posible jugar a esos títulos si aguardamos su disco original. No sabemos qué será de todos esos juegos que tenemos descargados en Xbox One a través de GOLD dentro de 17 o 20 años. Quizá Xbox Game Pass deje de funcionar en unas décadas.

PS Store un mes de abril de 2019.
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PS Store un mes de abril de 2019.

Entonces, ¿quién se hará responsable de esos impedimentos? Cuando compramos un juego en digital compramos una licencia que, en algunos casos, tiene fecha de caducidad.

Hay un segmento de la comunidad que acogería con los brazos abiertos una Xbox One o PS4 sin lector de discos porque solo compran en digital y solo consumen contenido digital; porque se ven seducidos por la idea de tener 20 títulos de decenas de gigabytes disponibles siempre y en todo momento desde el menú de la consola. Si se van de vacaciones, todo sigue ahí, está ya dentro. Lo que no podremos hacer con esa consola es ver películas, ni en DVD ni en Blu-ray.

Uno de los factores del éxito de PlayStation 2 en Occidente fue la incorporación de DVD. No solo comprabas una consola, comprabas un reproductor de películas en el formato por aquel entonces emergente. Un dos por uno. Actualmente no son precisamente pocos quienes echan mano de su estantería para coger un flamante nuevo Blu-ray 4K con multitud de extras que no aparecieron en la sala de cine. Esa ventaja se debe tener también en cuenta, porque a día de hoy las consolas han dejado de ser únicamente reproductores de videojuegos.

Interior de una PS4 Pro.
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Interior de una PS4 Pro.

Finalmente, el precio.

El dinero, de una forma u otra, termina inclinando la balanza a un lado u otro en muchos contextos, incluido éste. Sabemos que Xbox One S All Digital Edition llegará al mercado este 7 de mayo sin lector de discos, con un disco duro de 1 TB y Minecraft, Sea of Thieves y Forza Horizon 3 incluidos por 229 euros. Si nos fijamos en otro modelo actualmente a la venta, Xbox One S 1 TB + Forza Horizon 4 (con lector), su precio son 249-289 euros, dependiendo de la oferta. En este caso el ahorro pasa aproximadamente por el precio de un videojuego. Y, de nuevo, habrá quienes crean que merece la pena ese ahorro; otros considerarán que lo mejor hubiese sido no superar la barrera de los 199 euros.

Microsoft, en cualquier caso, obtendrá beneficios al ahorrar costes de fabricación y garantizar que el usuario solo comprará software en digital, por lo que el margen de beneficio de ese público será mayor para los de Redmond que con una consola donde se priorice la compra en físico.

Y tú, ¿preferirías ahorrarte algo de dinero a cambio de una PlayStation 5 / Xbox Scarlett sin lector de discos a pesar de sus pros y contras?