Mario & Luigi: Superstar Saga + Secuaces de Bowser
- Plataforma3DS8.5
- GéneroAventura, Acción
- DesarrolladorAlphaDream
- Lanzamiento06/10/2017
- TextoEspañol
- EditorNintendo
Análisis de Mario & Luigi: Superstar Saga
Mario & Luigi: Superstar Saga + Secuaces de Bowser nos ofrece una bella y efectiva revisión del clásico de Game Boy Advance, donde dispondremos (brillante lavado de cara aparte) de un nuevo modo de juego protagonizado por los simpáticos —y muchas veces incomprendidos— Goombas. ¿Estará a la altura de tan destacada saga?
El dúo de fontaneros más famoso del escenario mainstream interactivo posee, sobre todo, una gran versatilidad. El género de las plataformas es su estandarte, los juegos de karts ofrecen la cara más divertida y competitiva de su universo, e incluso este mismo año la franquicia creada por Shigeru Miyamoto y la gamberrería irreverente del universo de los Rabbids se han unido para darle una humorística vuelta de tuerca al género de la Estrategia Táctica.
De los numerosos spin-offs creados a partir de su imagen —tocando géneros en su vertiente arcade tan dispares como la lucha, los puzzles o los deportes— hay uno que destaca sobremanera, más aún si eres amante de las aventuras y los RPG. Fruto de un acuerdo histórico entre Square y Nintendo en 1996, Super Mario RPG para la recién recuperada Super Nintendo supuso un punto de inflexión en la franquicia. Legend of the Seven Stars aprovechó la intención de la compañía japonesa por expandir sus juegos de Rol más allá de las fronteras niponas, junto con las cada vez más potentes herramientas de gestión de gráficos pre-renderizados (iniciada por Silicon Graphics, Rare y Nintendo con Donkey Kong Country), para ofrecer una hilarante y profunda aventura de Rol por turnos en vista isométrica sorprendentemente profunda y completa.
Las ramificaciones de esta querida sub-serie, a día de hoy, responden a una estrategia múltiple: Paper Mario dio el pistoletazo de salida a una memorable serie RPG (de calidad desigual, todo hay que decirlo) para las diversas consolas de sobremesa de Nintendo, mientras que Yoshikiko Maekawa se encargó de dirigir su vertiente portátil (inspirándose en la esencia que él mismo definió en la entrega de Super Nintendo) con Mario & Luigi: Superstar Saga, asegurando su longeva trayectoria con títulos tan destacados como Bowser’s Inside Story o Partners in Time. Y es el remake de este querido videojuego el que nos ha hecho volver a disfrutar, después de más de 13 años, con uno de los RPG más divertidos, variados y desternillantes que podemos recordar.
El cruel destino del Reino Judía
Uno de los pilares sobre los que se asienta Mario & Luigi: Superstar Saga es el humor que rebosa su hilarante argumento (potenciado gracias a una sobresaliente localización al castellano), lleno de charcarrillos y gags realmente memorables. Pese a ello, la base es sencilla: la peligrosa Reina Jijí ha robado la voz de la Princesa Peach para dar rienda suelta a un malévolo plan. Para más inri, Bowser ve cómo los planes para secuestrarla (una vez más) se van al garete: en lugar de su delicada voz, Peach no deja de arrojar bombas a diestro y siniestro cada vez que intenta articular palabra. La extraña alianza entre Bowser y los hermanos Mario no se hace esperar, pues la continuidad de la franquicia está en peligro.
A partir de esta premisa se articula un videojuego que, pese a que diera la sorpresa durante el año 2003 gracias a su perfecta combinación de géneros, sigue siendo realmente atractivo, completo y sorprendente. Y es que no es fácil combinar las bases de un JRPG clásico con el género de las plataformas, añadiendo aspectos de exploración, puzzles y backtraking inspirados en la saga The Legend of Zelda, e innovando además es su divertido y dinámico sistema de combates por turnos. Y en esta ocasión, el cóctel se completa con “Historia de un Secuaz”, pequeña aventura alternativa que se desarrolla de forma paralela a la historia principal (sustituyendo al modo VS de Super Mario Bros. que se incluía hasta en la sopa en la época de Game Boy Advance) coqueteando con un sistema de combate y gestión más estratégico.
Un mundo plagado de vida y belleza artística
Hemos querido profundizar, mucho antes de lo habitual en este tipo de análisis, en el apartado audiovisual del título que nos ocupa por una sencilla razón: es una de las novedades más importantes de Superstar Saga + Secuaces de Bowser y sobre la que hay depositada más trabajo y mimo.
Todos recordaremos el llamativo aspecto del título de GameBoy Advance: escenarios repletos de colorido y simpatía, unos personajes de aspecto cartoon muy expresivos, y un conjunto de efectos de partículas y animaciones que dotaron al conjunto de un apartado gráfico de alto nivel. Para la ocasión —y pese a que somos conscientes de que la nueva dirección artística puede no ser del agrado de todos— los gráficos han sido totalmente re-dibujados, los sprites adquieren ahora mucha más riqueza y un acabado rescatado de los últimos títulos para 3DS, mientras que los escenarios gozan de un impresionante y preciosista remodelado.
Se mantiene la perspectiva cenital ortogonal sin fugas (hecho que justifica la ausencia de 3D estereoscópico), pero los elementos del escenario y la riqueza cromática de su nuevo aspecto arrojan un acabado similar al de películas de animación de factorías como Pixar o Dreamworks. Combinando técnicas de pintado digital de aspecto tridimensional pre-renderizado, los shaders utilizados para la recreación de agua, cataratas o cristales reflectantes añaden al conjunto dinamismo y vistosidad.
Las simpáticas escenas cinemáticas del original sorprenden como nunca (aprovechando en ocasiones el uso de la doble pantalla) y verlo todo moverse con gran soltura a 60 fps arroja una sensación visual cercana a títulos como The Legend of Zelda: A Link Between Worlds, pese a que este último cuenta con un apartado gráfico totalmente tridimensional. Como analogía a destacar, es como si el carisma visual de Super Mario RPG hubiese regresado, potenciado por unos sprites mucho más detallados y vivos (que cuentan con hasta 20 direcciones con sus correspondientes animaciones, por las 8 habituales en este tipo de juegos) y unos efectos de partículas mucho más vistosos.
Como no podría ser de otra manera, la revisión de la banda sonora también está a la altura de las circunstancias: la maestría de la brillante compositora Yôko Shimomura —famosa por Kingdom Hearts, Xenoblade Chronicles o Street Fighter II— brilla en las nuevas partituras, donde se detalla con un mayor rango sonoro su habilidad con violines, piano y percusión (tanto en la interpretación como en la composición). Los efectos siguen siendo tan simpáticos como siempre (mención especial para los incomprensibles balbuceos en italiano inventado de los protagonistas), mientras que los clásicos sonidos de la saga siguen estando presentes, aportando simpatía y nostalgia por partida doble al conjunto.
Combinación maestra de géneros
Todo lo descrito con anterioridad está realizado como una carta de amor al original: el desarrollo de la aventura sigue tal cual (con algunas sorpresillas que no queremos revelar), se han potenciado determinados aspectos jugables gracias al mayor número de botones de 3DS y aprovechado la utilización de la segunda pantalla.
De esta forma, el juego que nos ocupa mezcla hábilmente muchos de los elementos que tanto gustan a los fans de los JRPG: combates por turnos, un mundo diseñado con encanto, opciones de progresión y equipamiento para los protagonistas y una historia que da coherencia al conjunto.
El juego también brilla en “campo abierto”. El factor exploración es muy importante si queremos descubrir todas las judías, grabaciones e ítems secretos, mientras que los elementos de backtracking irán unidos de forma irrevocable a las mejoras que vayamos consiguiendo a medida que avancemos: sobre todo nuevos movimientos especiales o martillos más resistentes para romper las rocas que dificultan el paso.
Contaremos con zonas de descanso y desarrollo de la trama —variadas y encantadoras aldeas entre las que destacan Villa Judía, el cine de los Yoshi o la aldea Juajuá—, podremos entrar a multitud de edificios, casas y negocios (cafeterías, recreativos, tiendas de ropa e ítems, etc) y visitaremos playas tropicales, zonas nevadas y un buen número de localizaciones de ensueño. También deberemos superar algunas misiones secundarias que, por desgracia, nos han parecido demasiado escasas, enfrentarnos a multitud de minijuegos de habilidad necesarios (o no) para avanzar en la trama —entre los que destacan el conocido Salta la Frontera, el Bigote Astral o el impredecible Pelota Jijí— y resolver bastantes puzzles donde imperará la lógica.
Las mazmorras supondrán los momentos más desafiantes de la aventura, con multitud de enemigos que superar y un buen cúmulo de rompecabezas para resolver. Serán bastante variados, pues además de utilizar el plataformeo y las diferentes habilidades de los hermanos Mario (que iremos desbloqueando a medida que avancemos en la historia), también harán uso del ingenio y la imaginación del jugador. Pese a ello, el juego carece de la dificultad de otros JRPG clásicos de similar concepto, y los puzzles no supondrán un problema para los fanáticos de sagas como The Legend of Zelda. Eso sí, habrá momentos donde no sabremos cómo avanzar y, pese a que a veces nos indicarán en el mapa el próximo lugar a visitar, resolver cómo llegar o encontrar ese ítem que necesitamos será lo más desafiante de la aventura. Afortunadamente, la pantalla inferior nos servirá como mini-mapa y, de forma similar a Metroid: Samus Returns, podremos dejar marcadores para facilitar el backtraking y hacer más dinámica la exploración.
Un Goomba con delirios de grandeza
Para finalizar este apartado, hemos de decir que “Historia de un Secuaz” brilla, sobre todo, por su particular trama: un pequeño Goomba con ambiciones más allá de la servidumbre a la que ha sido relegado junto a sus compañeros, quiere demostrar su valía, dentro de una cruzada que nos llevará a reclutar a un ejército cada vez más motivado y numeroso. En esta aventura, a la que podremos acceder en cualquier momento desde un punto determinado de la historia pues ambas se desarrollan de forma paralela, deberemos superar una serie de combates contra hordas de enemigos intentando organizar de forma estratégica nuestras huestes.
Por medio de varias unidades (por ejemplo, los Goombas comunes serán infantería, los voladores aviación, mientras que los Koopa lanza-martillos harán el papel de artillería) deberemos definir nuestro ejército y sus posiciones antes del combate, teniendo en cuenta la naturaleza del adversario. Las contiendas serán automáticas, dejando al jugador un ligero margen de actuación en determinados momentos, para potenciar ataques o utilizar distintas habilidades específicas con la cruceta.
Reclutar, mejorar y organizar los integrantes de nuestro ejército será fundamental para superar esta pequeña aventura de estrategia (que nos asegurará más de una carcajada gracias a las conversaciones entre los protagonistas de la trama), pese a que por su poca profundidad y opciones nos haya parecido menos divertida y destacable que el juego original. Además, los próximos Amiibos de Koopa y Goomba, así como el de Boo, también nos ofrecerán algunos extras exclusivos de este modo.
Jugabilidad a prueba de bombas (incluso las de Peach)
El notable trabajo realizado en el desarrollo de Mario & Luigi: Superstar Saga + Secuaces de Bowser no tendría sentido sin un diseño jugable a la altura. Afortunadamente, el título que nos ocupa sigue estando en plena forma más de una década después de su lanzamiento original.
Por una parte, viajar a lo largo y ancho del Reino Judía nos deparará muchas sorpresas y grandes satisfacciones. Como es tradición en la saga, moveremos a los dos hermanos simultáneamente con el botón deslizante, con el botón A haremos saltar a Mario, mientras que con el B lo hará Luigi. Por medio de los gatillos alternaremos las posiciones de los dos protagonistas para, de esta forma, dar rinda suelta a un montón de habilidades que iremos desbloqueando.
El salto combinado nos permitirá llegar a lugares altos, rotar en el aire hará que alcancemos plataformas lejanas mientras planeamos en línea recta, aplastar con el martillo a Mario lo encogerá para acceder a diferentes lugares, mientras que aplastar a Luigi hará que se mueva bajo tierra para sortear puertas enrejadas o desenterrar variados objetos. Un gran añadido es que con la x podremos hacer saltar a la vez a los dos fontaneros, con la comodidad para explorar y avanzar de forma más fluida que ello conlleva.
A medida que vayamos sumando habilidades los retos se multiplican: plataformas móviles, desafíos con temporizador, zonas donde nos separamos de nuestro compañero para ir combinando acciones de forma ingeniosa, momentos donde la sincronización de los saltos será esencial… Todo ello puede parecer rocambolesco: afortunadamente, para alternar entre habilidades podremos utilizar los gatillos o simplemente activarlas en la pantalla táctil, hecho que se agradece cuando la suma de ellas se acerca a la decena.
En otro orden de cosas, los combates mantienen la ecuación de éxito del original: enfrentamientos por turnos donde manejaremos a cada héroe con su respectivo botón mientras seleccionamos las acciones a realizar, la posibilidad de causar más daño a los enemigos si pulsamos en el momento del impacto, y la siempre agradable opción de esquivar, bloquear o incluso contra-atacar durante el turno de los oponentes. Los movimientos especiales Tándem, a costa de restar puntos homónimos a nuestros personajes, desencadenarán destructivos y espectaculares ataques mientras Mario y Luigi, cual pareja de trapecistas del Cirque du Soleil, desarrollan todo tipo de coreografías al ritmo de nuestras precisas pulsaciones de A y B. Premiándonos nuestra efectividad, ganar combates nos recompensará con monedas, distintos ítems y consumibles.
En este caso, la variedad de enemigos y sus comportamientos harán imprescindible el aprendizaje de sus acciones y debilidades, en aras de conseguir que sucumban bajo nuestros pies (o martillos) antes de que sean capaces de hacernos morder el polvo. La variedad es digna de mención: Koopas que nos atacarán de las maneras más inesperadas, enemigos con pinchos inmunes a los saltos o personajes que nos engañarán al atacarnos con alguna finta. Sumad a esto unos jefes finales tan simpáticos y variados como imprevisibles, una guinda bastante sabrosa para un pastel, en nuestra opinión, al que no le hubiese faltado un desafío algo mayor para hacer la experiencia, además de divertida, más retante en términos generales.
Y es que la progresión de los personajes —que irán fortaleciéndose y adquiriendo habilidades a medida que distribuyamos los puntos especiales, mientras los equipamos con trajes, amuletos e ítems únicos que mejoraran sus capacidades ofensivas, defensivas y de loot— está formulada para que en casi todo momento vayamos algún paso por delante de nuestros adversarios. Múltiples Amiibo de la saga Mario, por su parte, también facilitarán nuestra tarea ofreciéndonos diferentes ítems y mejoras, además de una carta de sellos que completar para recibir regalos.
Si, además, coordinamos nuestras acciones para que los ataques tándem tengan éxito en la sincronización, será difícil morir incluso en los momentos más complicados. Esto lo agradecerán aquellos que esperen del juego que nos ocupa una experiencia más dinámica y accesible (incluso cuenta con modo de dificultad fácil para los más pequeños de la casa), aunque es posible que sepa a poco para jugadores más exigentes.
Videojuego analizado en New Nintendo 3DS XL.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.