Blade Runner
Blade Runner - Acto 1:Runciter
La caza de replicantes es tu profesión, pero nunca te habías planteado que pudieras estar matando a "personas".
ACTO 1. RUNCITER
Me habían encomendado un caso de poca monta. Un vendedor de animales había recibido una visita indeseada que se dedicó a convertir en inservible su mercancía. Yo era nuevo en el cuerpo, así que no podía exigir mucho más. Llegué al lugar de los hechos cuando llovía copiosamente. Lo cierto es que, desde la guerra, casi siempre llovía copiosamente en esa maldita ciudad.
Lo primero que vi al bajarme del vehículo fue un trozo de cromo en el suelo, que recogí inmediatamente. También comprobé la puerta de la tienda, y le dije al policía que andaba por allí que mandara al laboratorio las huellas que hubiera. En una boca de riego había unos arañazos de los que tomé nota. Miré a los curiosos que se habían agolpado por la zona y le dije al poli que preguntara a la gente. Finalmente entré en el comercio.
Estudié las pisadas del suelo y deduje que uno de los tipos era cojo y el otro grácil. También en el suelo encontré unos casquillos de gran calibre. Rúnciter, el dueño de la tienda, me contó que probablemente había sido obra de replicantes, y que pensaba que su empleada, una tal Lucy, estaba implicada.
Me dijo que no tenía negocios con la Tyrrell, los fabricantes de reps, tan efusivamente que sospeché que sí los tenía. Finalmente me describió a Lucy y me facilitó la carta de recomendación por la cual la había contratado. En el fondo del local estaba la mesa en la que ella comía, por allí recogí un perro de juguete, una chocolatina y un envoltorio del puesto de comida china de Howie Lee. Antes de irme de la tienda observé la cámara que colgaba del techo, sobre las jaulas, y Rúnciter me facilitó el disco con la grabación.
Al salir el policía me dijo que una mujer había visto a Lucy y que un sedán negro huyó de allí a toda prisa.
Volé a la jefatura. En el segundo piso se encontraba la práctica de tiro y el ordenador central, mire el monitor que había junto a la puerta de este y vi las puntuaciones de tiro (el legendario Deckard tenía una mierda de registro, no me extraña que Roy le diera aquel repaso. ¿Que pasa que no habéis visto la peli? ¿A que esperáis?) .
Entré a la sala del ordenador, en el monitor de la derecha descargué mis pistas y en el central analice el disco de Runciter. En la primera foto amplié la cara de Lucy, que se encontraba tras la jaula mayor. Lo mismo hice con su tobillo y encontré un adorno con forma de libélula. En la mesa del fondo había un menú de Howie Lee. En la segunda foto obtuve la cara del sospechoso, una ampliación de su coche y otra de parte de la matrícula. Subí al laboratorio, allí me dijeron que los casquillos procedían del mundo exterior, que muchos de los animales no eran reales, sino fabricados, y que los habían dado muerte a tiros y con un cuchillo. Bajé al calabozo, allí había un tipo que decía que ya había declarado ante mi compañera Crystal.
Fui al barrio chino, a ver a Howie Lee. En su puesto había un hombre de rojo que no dijo nada y se largó. El dueño me dijo que su nuevo cocinero llevaba un mes con él. Entre en la cocina para verle, al preguntarle por Lucy me lanzó su olla y yo la esquivé saltando a la derecha, le perseguí y al torcer una esquina vi un vagabundo hurgando en un cubo de basura, le pregunté y, a cambio de unos chinyen, me indicó que había visto entrar a alguien, cojeando mientras corría, en una puerta cercana.
Miré en el cubo y encontré una matrícula, después entre por la puerta, subí unas escaleras y al acercarme a otra puerta el cocinero me atacó por detrás con un cuchillo. Lo maté a tiros. En su cadáver encontré una foto que mostraba que había sido un replicante y un héroe de guerra en el mundo exterior. Se llamaba Zuben. Casi me dio pena, pero yo tenía que comer. Bajé las escaleras y por allí pasaba el tipo de rojo que había visto en el puesto. Sin saber por que le apunte con mi arma y le eché de allí. Salí por el fondo y allí estaba esperándome Gaff, quien me dijo que los reps a los que buscaba eran Nexus 6, los más avanzados y que estaban implicados en el atentado al autobús lunar
Era el momento de volver a mi apartamento. Tenía ganas de echar un buen sueño, y fue lo que hice tras saludar a mi perrita, meditar en la terraza sobre la vida y la muerte, y escuchar un inquietante mensaje en el contestador.