AS DEPORTE EN POSITIVO

El partido de todos

Hoy se estrena ‘We All Play’ (‘Rakuten TV’, ‘Atlantika Films’, ‘LaCOproductora’ y Diario AS), el documental sobre la inclusión LGTBIQA+ en el deporte

Saltar la barrera de la discriminación. Reivindicar el derecho de todos a practicar deporte. Inspirar el cambio hacia un mundo inclusivo real alejado de estrategias de pinkwashing o lavado de imagen.

Con este propósito se presenta We All Play, el documental internacional más ambicioso hasta la fecha sobre deporte y derechos LGTBIQA+, la producción original de Rakuten TV y Atlantika Films en colaboración con LaCOproductora y Diario AS. Un relato coral con deportistas de la talla de Campbell Johnstone, el primer All Black en anunciar públicamente su homosexualidad, junto a deportistas anónimos que también dan un paso valiente al frente.

“El deporte tiene un lado maravilloso, pero también uno muy oscuro en el que se tapan voces. Buscamos dar un espacio, ser agentes del cambio”, cuenta el director Pablo de la Chica.

La barrera pública. Dar el paso. Elegir el momento adecuado. Romper con una doble vida anterior. Es el desafío al que todos los protagonistas de la cinta se han enfrentado.

Sentí que era el momento de contar que era gay. Al fin me sentía cómodo con quien soy y creía que podía ayudar a otra gente. Cuando lo hice me liberé. El impacto internacional me asombró”, confiesa Johnstone en una entrevista en exclusiva con AS. “Ser un All Black gay no se contemplaba.... La imagen ideal que se tiene es la de un tipo duro, fuerte, callado, decidido... Tuve esa batalla interna”, cuenta en el documental.

Abrir una vía tampoco resultó sencillo para Javier Raya, el primer deportista español olímpico en activo en anunciar su homosexualidad. El patinador recuerda emocionado una dolorosa infancia con acoso escolar hasta que, con el deporte de élite, asomó una nueva vida. “Exploté. No podía más en mi instituto. Hablamos con el director del centro y no hicieron nada... Pude salir adelante gracias al apoyo de mi familia. Si no, me habría roto. El deporte ha sido mi salvación”, confiesa entre lágrimas.

El ejercicio de resistencia física y mental lleva el sello inconfundible de Liz Carmouche, luchadora de artes marciales mixtas y la primera mujer en pelear en la UFC. “Los combates de mujeres no eran tan populares. Me abucheaban, me tiraban cosas... Me cansé de esa energía y quise demostrarles que estaban equivocados”, relata. “Todo el mundo tiene esa visión de que si eres parte de la comunidad LGTBI puedes ir a EE UU y sentirte seguro. Descubrí que no es verdad”, dispara. Sus palabras y su protector bucal arcoíris reivindican derechos con una amplia sonrisa.

Del ambiente en el fútbol americano habla sin tapujos Michael Sam, el primer jugador gay de la NFL. “Cuando salí estuve en el foco. En San Luis tuve que trabajar mucho para que me respetaran. ¿Hay homofobia en el vestuario? Sí. Preguntaba a mis entrenadores qué podía hacer para ganarme el respeto... Sé tú mismo. Eres tu mejor versión cuando eres tú mismo”, reflexiona. Los altibajos emocionales del pionero derivaron en depresión y adicción a la bebida.

Duro resultó también el camino de Víctor Gutiérrez, waterpolista y ahora secretario de Políticas LGTBI del PSOE. “Durante muchos años pensé que era un cobarde por no mostrar mi verdadero yo. Mi manera de protegerme era ser el mejor. A la dificultad del deporte añádele sentir rechazo y tener que esconder quién eres”, argumenta en el documental. “Cuando salí del armario recibí apoyo, pero cuando denuncié homofobia no fue igual. Me sentí muy solo. Solo tuve el apoyo de mis compañeros”, confiesa Gutiérrez. La suya fue la primera denuncia que acarreó sanción en el deporte español. “Me encantaría decir que todas mis heridas están cerradas, pero es un trabajo de toda una vida”, admite a AS.

En el fútbol predomina el silencio y escasean los referentes. “Ha sido un tema ultramegatabú”, confirma De la Chica. Han pasado más de veinte años desde el suicidio de Justin Fashanu. Su caso impactó, pero poco cambió. “Fue el primer futbolista en activo en declarar su homosexualidad. Imagina ganar ese dinero, tener la libertad de ser tan feliz y a la vez estar tan triste y aprisionado... Supongo que la presión hizo que él no quisiera estar aquí”, recuerda su hermana Amal, directora de la fundación en su nombre que promueve la inclusión. “Es muy importante que salgan futbolistas homosexuales en activo”, reclama.

México contribuye con la energía única de la boxeadora Alejandra Tigre Jiménez. Siempre a contracorriente en la lucha por su imagen y un dudoso control antidopaje. “Yo no estoy para posar y modelar para televisión. Estoy para romperme la madre arriba del ring y ganarme las cosas por mi trabajo, no porque me vea bonita”, sentencia. “Había boxeadores que decían que era un hombre y que necesitaban unas pruebas de testosterona. Llegó un positivo por dopaje, pero la muestra A era distinta de la B. Resultó muy doloroso no solo que me quisieran sacar del boxeo sino ensuciar mi nombre. Era un hay que quitar a la lesbiana que parece hombre de aquí”, denuncia.

El relato de We All Play incorpora también a los deportistas transgénero y el debate sobre la competición de élite. “Sucede que pierdo la alegría de vivir y en 2018 soy Valentina. Con la imagen que siempre he soñado de mujer. Ahí empieza mi batalla. En el deporte existe un ambiente sexista totalmente divisorio. Hombres y mujeres. No existe la persona trans”, cuenta la atleta italiana Petrillo. Su victoria en los Mundiales derivó en la prohibición de la participación a los transgéneros. “Sin un estudio. Se decidió de manera discutible e influenciada. Hay una gran desinformación”, lamenta.

Entra también de lleno en el debate la exatleta Joanna Harper, que en 2015 publicó su primera investigación. “La pregunta no es si las mujeres trans tienen ventajas porque eso es verdad, sino si esas ventajas son lo suficientemente amplias para vulnerar la competición entre mujeres trans y mujeres cisgénero. Debemos buscar la manera de que sean parte del deporte femenino”, expone.

“El movimiento olímpico está en un viaje. Tenemos mucho trabajo por hacer. Sabemos que los trans están subrepresentados. Y la práctica del deporte es un derecho humano”, apunta Madeleine Pape, especialista en inclusión del COI en plena cuenta atrás para París 2024. Deporte y derechos. Sus historias abren camino. Es el partido de todos.

Voces valientes en un rodaje mundial frente al silencio

El proceso de producción y grabación ha sido arduo. Muchos alzan su voz en We All Play, pero en 2024 el silencio sigue presente.

“Mucha gente se negó a participar. LaLiga dijo: ‘sí, estamos a favor’. Pero luego es complicado tener oportunidades para hablar sobre derechos LGTBI... No tener la opción a nivel federativo o gubernamental... Te das cuenta de que todavía es un tema tabú y que hay muchos intereses económicos y políticos. No he buscado la confrontación o la crítica desde ahí. Los derechos sociales se luchan todos los días. Hablamos de personas. Quise dar voz y premiar la valentía”, cuenta De la Chica.

De Nueva Zelanda a Estados Unidos y México pasando por Italia, España o Reino Unido. “Estamos a punto para el cambio, pero queda muchísimo trabajo por hacer en las grandes instituciones”, cierra el director. Voces valientes dentro de un rodaje que también ha tenido que saltar barreras.

As Deporte en Positivo es un proyecto de compromiso social que fomenta los valores asociados intrínsicamente al deporte tales como el respeto, la equidad, la inclusión, la humildad, la disciplina o la diversidad. Frente a la crispación y al ruido que tan presentes están en la actualidad deportiva en los últimos tiempos, esta iniciativa recuerda que más allá de los goles, las canastas y los récords, el deporte tiene un gran potencial como elemento transformador de la sociedad.

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