La Solheim de una Carlota Ciganda de leyenda

En casa, ante su gente, la Solheim Cup de 2023 en Finca Cortesín (Casares, Málaga) era el torneo de su vida para Carlota Ciganda. Y, en ocasiones, el deporte presenta guiones con desenlaces mágicos. Esta vez tuvo uno que ni el mejor escritor de Hollywood podría haber imaginado. La española, de 33 años, entregó una actuación que ya es historia del golf y de este evento bienal que enfrenta a Europa y Estados Unidos. Cuatro partidos disputados, cuatro triunfos, y el punto decisivo en un agónico final que le permitió al equipo europeo ganar tres Solheim Cup seguidas por primera vez en la historia y que reduce la diferencia en títulos totales (10-8 para Estados Unidos). De golfista a leyenda en su tierra.

Independientemente del desenlace, Carlota había sido el nombre propio del fin de semana. Apareció en escena cuando Estados Unidos dominaba por 0-4 después de unos Foursomes del viernes negros para Europa, para despertar a las suyas de inmediato. Como una grande del golf, que es lo que es después de más de 10 años en la élite de un deporte de tantos vaivenes. Triunfo en los Fourballs del viernes, dos victorias en la jornada del sábado (ambas frente a Lilia Vu, número dos del mundo y ganadora de un par de majors este año) y punto decisivo ganado este domingo ante toda una Nelly Korda, número tres del mundo (fue la uno hasta hace unos meses). Sólo a través de Ciganda se puede explicar el resultado de 14-14, que le valió a Europa para la victoria por ser las vigentes campeonas.

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La jornada del domingo, a la que se llegó con un marcador de 8-8 y en la que 12 partidos individuales iban a decidir al campeón, fue una montaña rusa para ambos equipos. La apuesta de la capitana europea, la noruega Suzann Pettersen, de poner a tres de sus buques insignia en los tres primeros partidos no salió del todo bien. La novata sueca Linn Grant, de tan solo 24 años y brillante en esta edición, lo intentó de todas maneras posibles frente a una Megan Khang que se llevó el punto inicial y sumó 3,5 de 4 posibles en el torneo. También cayó la inglesa Charley Hull, que cerró una gris participación, ante Danielle Kang. La buena noticia la puso la irlandesa Leona Maguire, excelsa en esta Solheim, que superó a una Rose Zhang que dejó mucho que desear. Además, la sueca Anna Nordqvist, al cuarto intento, por fin sumó para Europa al derrocar a Jennifer Kupcho. Un tercio de jornada completada y el empate se mantenía.

A partir de ese momento, Europa empezó a pasarlas canutas porque varias de las ventajas de las que gozaba se esfumaron en un abrir y cerrar de ojos. Y todas tuvieron un denominador común: los fallos con el putt. La inglesa Georgia Hall lideraba con dos hoyos de ventaja frente a Andrea Lee en el 14, pero un inexplicable error desde menos de un metro en el green del 17 le abocó a un empate que sabía a derrota. Lo mismo le pasó a la escocesa Gemma Dryburgh ante Cheyenne Knight: cedió el 15 y el 16, erró un putt simple y sólo pudo sumar medio punto.

La cosa pintaba realmente mal, porque por detrás Estados Unidos se apuntó dos victorias más: Angel Yin pudo con la francesa Celine Boutier, número seis del mundo y llamada a ser la gran líder de Europa, pero desaparecida el fin de semana; y Lilia Vu arrolló a la sueca Madelene Sagström en un partido en el que se llevó cinco de los seis primeros hoyos. El equipo norteamericano tenía ya 13 puntos, 14 virtualmente porque Lexi Thompson venía arrasando a la danesa Emily Pedersen, y apenas necesitaba medio tanto en tres encuentros restantes para reconquistar la Solheim por primera vez desde 2017.

La esperanza no estaba perdida para Europa, que iba ganando dos de esos duelos, incluido el de Carlota Ciganda frente a Nelly Korda. Pero hacía falta uno más. El deporte, que en ocasiones es caprichoso, hizo que la primera protagonista fuese la sueca Caroline Hedwall, que hasta ahora había tenido un rol residual con un único partido jugado de cuatro posibles. Hedwall, de 34 años y 121ª del ranking mundial, caía ante Ally Ewing por tres hoyos tras el 12. Parecía perdido, pero la veterana sueca decidió que eso no iba a ser así. Ganó cinco de los seis últimos hoyos, claves el 16 y 17 con putts que también son historia ya de la Solheim, y mantuvo vivas las opciones de Europa. Cumplió la sueca Maja Stark, otra novata que cumplió con creces, capaz de mantener su renta ante Allisen Corpuz, ganadora de un grande este año. El destino, dichoso, decidió que todo estaba en manos de Carlota Ciganda. Por si algo podía hacer todavía más especial su semana.

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Bendecida durante los tres días de competición, Ciganda no se amedrentó de salida en su duelo frente a Nelly Korda, líder norteamericana y gran estrella del golf mundial. Carlota se llevó el 2, el 3 y el 8. Tres de ventaja, escenario inmejorable. Sin embargo, claro, en frente tenía a una rival que juega y mucho. Korda dio un paso adelante y empató el partido decisivo en el 15, dándole así virtualmente a Estados Unidos el medio punto que necesitaba. Esta película que ha vivido Carlota en los últimos días no podía acabar así, cediendo el encuentro definitivo después de jugar como los ángeles.

Su rival metió presión, y mucha, en el 16 con un tirazo a green. Lejos de asustarse, la de Pamplona no es que igualó la apuesta, sino que la superó. Hierrazo que la dejó dada. Korda falló el putt para empatar el hoyo, y el partido se fue al 17 con uno de ventaja para la española. La salida de la norteamericana en este hoyo no fue la mejor, y abrió una ventana por la que Ciganda se coló de lleno: segundo tirazo estratosférico consecutivo. Sólo tuvo que embocar el putt, muy cómodo, para saborear la gloria en su gran semana, en el torneo de su vida. Su gran objetivo era ganar la Solheim en España, pero además lo hizo siendo la gran líder de su equipo. Ella ya tiene cuatro en seis participaciones, y Europa ocho, a dos de Estados Unidos. Esta, sin duda, llevará a su lado el nombre de Carlota Ciganda.