Carlota Ciganda: “Ganar un grande es lo único que me queda”

La actuación de Carlota Ciganda (Pamplona, 33 años) el pasado fin de semana en el campo malagueño de Finca Cortesín ya es historia de la Solheim Cup. En casa, ante su gente, la navarra se echó el equipo europeo a sus espaldas: cuatro triunfos de cuatro y punto decisivo para la victoria final. Horas después de completar su gesta, la mejor golfista española de la historia atiende a AS para charlar sobre lo vivido.

Pregunta: Pasadas unas horas, ¿ha procesado lo que ha pasado?

Respuesta: Yo creo que todavía no soy muy consciente de lo que hice, estoy muy contenta por dar ese punto a Europa para retener la Solheim. Ayer, después de todo nos fuimos a celebrarlo, cenamos en el hotel y luego tuvimos una fiesta todo el equipo. Lo pasamos muy bien, aunque no he dormido mucho. Un poco cansada, aunque todo ha merecido la pena. Estoy muy feliz con cómo acabó la cosa. Con los golpes en el 16 y 17. Todavía no me he dado demasiada cuenta.

Siempre había repetido que este torneo era su gran sueño, ¿pero se llegó a imaginar que podía salir así?

Pues no, la verdad es que no. Nunca me imaginé que podía ser así. Sobre todo eso, jugando en España, ganando todos los partidos que he jugado. La verdad es que ha sido increíble, y estoy muy feliz por haber sido parte de ello.

¿Con qué momento de todos los que vivió se queda?

Yo creo que el domingo, cuando metí el putt en el 17. Fue increíble, toda la gente se puso a gritar y se montó una tremenda en el green. El día anterior también en el 16, por la tarde, fue otro momento alucinante, con un putt muy bueno ante Danielle Kang y Lilia Vu. Esos dos momentos son los dos de los que más me acuerdo.

Sus golpes del domingo en el 16 y 17 son ya historia de la Solheim. Y bajo una presión tremenda.

Posiblemente son los golpes con más presión que he tirado en mi vida. Pero es fruto de la preparación que hago cada día, de todo el trabajo que hay detrás. Por eso entreno, para estar preparada para estos momentos. Al final, yo creo que si los repites y tienes confianza, es hacerlo una vez más y no hay que pensar mucho más.

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Cuando entra en acción el viernes por la tarde, despertó a sus compañeras.

Es verdad que es duro perder los cuatro partidos de por la mañana, pero había otros cuatro en juego por la tarde. Había que seguir luchando, quedaba mucha Solheim por jugar. Jugamos bien ese viernes, y sobre todo el sábado fue la clave al llegar al empate. En los individuales sabíamos que todo iba a estar muy igualado y mira, 14-14.

¿Ha jugado estos días el mejor golf de su vida?

Por el contexto, por el hecho de ser en España, por ser la Solheim... Diría que sí, de los mejores momentos de mi carrera, seguro. Pero de golf, de jugar a golf, yo creo que he jugado mejor otros días en otros torneos. Es cierto que el campo era complicado, no era fácil sacarle partido.

Tres de los cuatro puntos que gana son a Lilia Vu y Nelly Korda, número dos y tres del mundo.

En un match play puede ganar cualquiera. En golf, si están ahí arriba es por algo, porque son consistentes. No fue nada fácil, son muy buenas, pero pude sacar esa garra y esa lucha. Al final les pude ganar los últimos hoyos y dar unos puntos muy importantes para Europa.

Ha sido capitaneada por Suzann Pettersen, buena amiga suya. ¿Le sorprendió no jugar el viernes por la mañana?

No me sorprendió, jugar cinco partidos es mucho. Al final, vas con lo que decida la capitana. Yo habría jugado lo que me hubiera dicho, cinco también, pero no me sorprendió. Ella tiene un plan, hay unas jugadoras muy buenas y respeto su decisión.

¿Y cómo fue ese momento en el que Suzann le dice que la Solheim depende de su partido?

Ella vino en el 16 y me lo comentó, que estábamos empatadas. Me hizo mucha ilusión que fuese mi partido, en España, con mi gente. Suzann me motivó mucho. Me dijo que era mi momento, que fuera a por el punto para toda España, para todo el país. Eso me emocionó y me motivó mucho.

Encontró en sus compañeras de partido, Linn Grant y Emily Pedersen, grandes aliadas. ¿Repetirá en 2024?

Con las dos fue todo muy bien. Jugamos muy sólidas y formamos buenas parejas. Linn es un espectáculo, cómo le pega a la bola. Y Emily también, nos compenetramos en Foursomes y ha sido genial poder ganar todos los puntos con ellas dos. Yo creo que estarán en la Solheim del año que viene, ojalá que sí.

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¿Qué puede suponer este éxito suyo para el golf femenino español?

Espero que el golf siga creciendo y que cada vez haya más gente juegue. Que la gente haya visto un torneo así es muy positivo para el deporte y para el golf. Espero que tenga un impacto positivo en todos los sentidos.

Aquella niña de Navarra que creció entre fútbol y golf, ¿soñó alguna vez con vivir estas cosas?

No, no me lo imaginaba. Jugar una Solheim ya me parecía increíble, y ahora llevo seis, esta última en España. Es algo que no pensaba que iba a pasar.

Sus padres estos días no se han perdido ni un hoyo que ha jugado.

Me puso muy contenta que estuvieran toda la semana. Me gusta tener cerca a toda mi familia y a la gente que me apoya, así que fue genial tenerles siguiéndome.

Después de esto, una de sus grandes metas, ¿qué es lo próximo?

Me gustaría ganar un major ahora. Eso es lo que me encantaría, sin duda. En la Solheim lo he ganado todo, y un grande es lo único que me queda.