BALONMANO | SELECCIÓN

Jordi Ribera: “Espero corresponder a la confianza que me dan”

Sin haber conseguido aún la clasificación para los Juegos de París, Paco Blázquez renueva al seleccionador para un tercer ciclo olímpico, hasta los Angeles-28.

La Federación Española convocó hoy a los medios de comunicación para anunciar la renovación de Jordi Ribera (60, Girona) por un tercer ciclo olímpico. Aún le queda casi un año de contrato, y aunque Paco Blázquez tiene que presentarse a la reelección, considera que “lo mejor es no tener a los entrenadores con la incertidumbre de su continuidad como la vez anterior”, y el presidente aseguró también que le gusta dejar las manos libres para el que pudiese venir y por eso no se compromete más allá de su mandato “aunque en el caso de Jordi es el balonmano nacional el que confía en él, y la representación de ese balonmano, por unanimidad, avala esta continuidad, porque son es sólo los triunfos con la selección, es el proyecto para España desde la dirección técnica que asume”.

Para mí es una satisfacción personal está confianza que deposita el presidente y la Federación, y sinceramente, espero corresponder con mi trabajo”, aseguró Ribera, que llegó al cargo en 2016, después de los Juegos Olímpicos en los que él estuvo como seleccionador de Brasil.

-Usted decía que pensaba que su futuro inmediato era coger las riendas de un equipo de club.

-La verdad es que siempre que preparo un gran evento y estoy un mes y medio con la selección siento que lo quiero es dirigir y preparar los partidos de cada semana, pero según se va alejando en el tiempo esa situación veo con más perspectiva que gracias a estar en la selección tengo la posibilidad de hacer cosas que de otro modo no podría.

Ribera y Blázquez escenifican el acuerdo,

-¿Qué le parece el balance de estos años al frente de España?

-Creo que es, sencillamente, mejor de los previsible. Cuando llegué existía el debate de qué hacer con la selección, que no se había clasificado para los Juegos de Río, por un problema puntual sobre todo, porque se había hecho un buen ciclo. En el Mundial de 2017 seguían las dudas porque caímos en cuartos por un gol ante Croacia. Luego ganamos el Europeo del 2018, y eso que se puso todo en contra por la derrota con Eslovenia, y del 2020. Y ya todo fue cambiando. Hubo jugadores que dejaron la selección tras los Juegos, porque tenían una espina clavada por no haber estado en Río, y porque se merecían esa despedida. Y hemos seguido siendo competitivos. En todas las grande citas solemos estar en los puestos de vanguardia. Es más, nos invitan a los grandes torneos amistosos y las mejores selecciones quieren jugar contra España, porque nosotros tenemos un estilo diferente, otra forma de jugar. Pero nuestra fortaleza siempre para por respetar al contrario, ser prudentes; el día que salgamos pensando que le vamos a ganar por ser España, empezaremos a perder.

-¿Qué le satisface más de este periodo?

-Ganar es muy importante, y las medallas pues un buen resultado a ese trabajo, pero lo que más me enorgullece es el equipo de trabajo que hemos formado, el estilo que le hemos dado a las selecciones, los jugadores que han ido pasando por el CAR de Granada, el trabajo de tantos entrenadores. Hemos ganado en Europa en las categorías inferiores, en Europeos y Mundiales, y ahora la gente se sorprende al ver, por ejemplo, a nuestros juveniles. Nos dicen, pero si España era un equipo de jugones bajitos, y sigue siendo un equipo de jugones pero ahora de los más altos. Pero no somos los únicos que mejoramos, porque el nivel crece en todos los países, y mirad Dinamarca, que no se sabe cómo saca chicos altos y tiradores, tanto que alabamos siempre a Mikkel Hansen y ahora aparecen jovencitos que lanzan incluso más fuerte y duro que él.

-¿Ya ha iniciado otra renovación de España?

-Siempre digo lo mismo: España es un equipo en construcción, y la prueba es que casi ha entrado 60 jugadores en este tiempo, que saben que las ventanas siempre están abiertas, lo que significa un estímulo para ellos y una competencia para los que están. Buscamos jugadores por toda España, y les rastreamos porque a veces no se les ve, y trabajamos con ellos para que los clubes puedan seguir formándoles, e incluso sigan mejorando cuando deciden salir al extranjero. Los éxitos de España en el balonmano masculino tienen muchos responsables detrás, incluso los medios de comunicación que nos siguen. Ahora tenemos el objetivo de estar en París 2024, y creo que podremos conseguirlo bien en el Europeo de enero o bien en el preolímpico.

-Ha dicho usted que en muchas ocasiones discute con el presidente.

-Sí, pero esas discrepancias creo que son buenas, porque demuestra una relación viva. Yo me dedico al trabajo técnico y él al punto de vista de la Federación, de los intereses de imagen y económicos que puedan existir en cada momento. Por eso alguna vez tenemos que hablar, cada uno desde su posición. Y entendernos.

-¿Le doy la enhorabuena?

-Pue sí, porque sigo donde quiero estar. Hace siete años que resido en Madrid, me he adaptado bien a la ciudad, a la vida, a la gente de la Federación, que es amable y acogedora. No puedo pedir más.

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