NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

PARALÍMPICOS I ENTREVISTA AS

Andrew Parsons: "Me impresiona la percepción del movimiento paralímpico de la gente en España"

El presidente del Comité Paralímpico Internacional ha visitado Madrid y en su agenda estaban las reuniones con su homólogo del CPE, Carballeda, y con el titular del CSD, Franco. También ha atendido a AS para charlar de los retos que aguardan, como los Juegos de París 2024.

Actualizado a
Andrew Parsons posa para AS en el CSD.
Juan AguadoDIARIO AS

Andrew Parsons (Río de Janeiro, 1977) es el presidente del Comité Paralímpico Internacional desde septiembre de 2017, un cargo para el que fue reelegido el pasado mes de diciembre. Afronta su segundo mandato con la ilusión intacta y el firme deseo de que el deporte se convierta en la herramienta para construir un mundo inclusivo. Para ello, cuenta con la inestimable ayuda del Comité Paralímpico Español, al que ha visitado este martes y miércoles, y al que elogió en una entrevista con AS. Parsons, en un perfecto "portuñol", como él mismo bromea, plantea retos futuros, con la satisfacción de las metas del pasado. Asoma París 2024 y lo hace con la seguridad de haber sacado con nota los desafíos de Tokio y Beijing. Ni el COVID ni la guerra deslucieron unas citas donde los valores y el componente humano siguen siendo parte fundamental. Y es que el movimiento paralímpico no sólo se basa en el deporte...

—¿Qué balance hace de su visita a España?

 —Siempre es un placer estar aquí con el Comité Paralímpico Español. Somos amigos, dentro del movimiento paralímpico internacional. Me invitó el CPE, aprovechando que estaba en Europa, para tratar temas del futuro del movimiento tanto en España como a nivel internacional. El CPE es uno de nuestros miembros y nosotros existimos para servir a nuestros miembros. Escucharlos es el primer paso. Hemos tratado temas como París 2024, la transición de los deportes del IPC (International Paralympic Committee) a Federaciones Internacionales, temas comerciales, nuestra relación con el Comité Olímpico Internacional… Cosas importantes para que el CPE pueda hacer sus planes también.

—¿Cómo ve al movimiento y al Comité Paralímpico Español?

—El CPE es de los Comités más influyentes del mundo, muy eficiente. El martes almorcé con los deportistas en el CAR de Madrid y están muy contentos. Saben que tienen una estructura muy profesional detrás. Siempre hay algo que aprender y el Comité hace un trabajo impresionante con el sector privado, con sus patrocinadores. No sólo desde un punto de vista comercial, también acercando a estas empresas al movimiento paralímpico, haciéndolas sentir que son parte de él. Además, me impresiona la presencia del movimiento paralímpico en la percepción de la gente en España. El 60% de la sociedad lo conoce y eso no pasa en todos los países del mundo. Hay que aprender de este modelo, ver qué podemos trasladar a otros y tratar de temas e inquietudes.

—Tras su reelección al frente del Comité Paralímpico Internacional, ¿qué retos se plantea?

—Fui elegido el año pasado y voy a estar hasta 2025. El futuro del deporte para nosotros está en la intersección entre el entretenimiento y los propósitos. Debe ser de alto nivel y la gente tiene que querer verlo. Trabajamos mejorando las condiciones de los Comités Paralímpicos Nacionales, en los Juegos… Pero en cuanto a los propósitos, nos planteamos qué podemos hacer en cuanto a los derechos humanos, como posicionar a los Juegos Paralímpicos como una plataforma para cambiar el mundo. No sólo para 4.350 deportistas en los Juegos Paralímpicos sino también para los 1.200 millones de personas con discapacidad en este momento. Mi ambición es que los Juegos Paralímpicos de París 2024 sean percibidos como el evento más transformador del mundo. No sólo deportivo. Es la única plataforma o evento global que pone a las personas con discapacidad en el centro. No podemos desperdiciar esta oportunidad y es muy importante posicionar al Comité Paralímpico como líder de esto.

Ampliar
Juan Aguado

—Uno de los puntos fuertes es su relación con el Comité Olímpico Internacional…

—Mis primeros seis meses como presidente del IPC, en 2017, los enfocamos en recuperar y transformar nuestra relación con el COI. Eso se logró a través de este acuerdo (‘Una ciudad, dos Juegos’) que va desde 2018 hasta 2032, por lo menos… Esto engloba muchas más cosas, como los programas de patrocinadores y marketing, la organización y entrega de los Juegos… Ese trabajo conjunto fue fundamental para Tokio con la pandemia, para estar al más alto nivel, reduciendo costes, se invirtió mucho en la protección de los deportistas y de la población de Japón, más de 800 millones de dólares en esto. Por eso, invertir en esta relación era tan importante y más por cómo podemos hacer del deporte un instrumento para crear un planeta más inclusivo. Nuestro trabajo con el COE no se ciñe exclusivamente a los Juegos, sino a liderar de forma conjunta el movimiento deportivo internacional.

—Otro aspecto es la equiparación entre los deportistas olímpicos y paralímpicos.

—Son deportistas. Punto. Y deben ser tratados como tal. Lo más impresionante es que los olímpicos lo comprenden perfectamente, un deportista reconoce a otro en todas las partes del mundo. Ahora en España se aprueba una nueva Ley del Deporte, con más presencia del deporte paralímpico, y eso es fundamental. El Comité Paralímpico Español lo está liderando muy bien. La equiparación tiene que estar en la ley, pero también en la sociedad. ¿Qué papel tenemos nosotros como organizaciones deportivas? En muchos países ya se equipara el premio por medalla de olímpicos y paralímpicos y hablamos de países muy distintos, como Estados Unidos, Malasia o Uzbekistán. Poco a poco vamos caminando, pero el primer paso es la ley.

—¿Qué balance hace de los Juegos de Tokio y Beijing, en los que han tenido que afrontar retos como el COVID y la invasión de Ucrania?

—El movimiento paralímpico salió más fuerte. La preparación de los deportistas en plena pandemia, aquellos 18 meses, fue muy difícil. Los vídeos de los deportistas entrenando en sus pisos… y cómo los Comités Paralímpicos fueron ofreciendo infraestructuras fue increíble. Nosotros los apoyamos económicamente, con conocimientos… trabajar en conjunto fue importante. Cada edición tuvo sus retos. Tokio fue la primera, organizando una cita de tal magnitud protegiendo no sólo a los deportistas, también a los voluntarios y a una población que no estaba contenta con los Juegos… Su opinión fue cambiando cuando percibió que los sistemas que se implementaron les protegían. Los números de positivos fueron muy bajos. Beijing eran Juegos de invierno, con otras características, otro país, otro régimen… El concepto de que quien está dentro no sale y quien está fuera no entra. Funcionó también. La situación con Rusia, Ucrania y Bielorrusia fue muy difícil. Mandamos a 81 deportistas de vuelta a su casa. Nadie puede quedarse contento con esto, pero fue lo correcto dada la magnitud de lo que estaba pasando. La decisión que nuestro movimiento quería. Hicimos un anuncio y la reacción de los Comités Paralímpicos Nacionales, deportistas y gobiernos nos hizo cambiarlo en menos de 24 horas. Escuchamos a nuestros miembros y fuimos muy democráticos en la reacción. Si quieren que vayamos en esa dirección, iremos.

—Con la delegación de Afganistán y el equipo de refugiados demostraron una sensibilidad especial en Tokio… ¿Responde a los valores encarnados por el movimiento?

—Sí. Los refugiados con discapacidad son los marginados de los marginados. Si queremos promover un concepto de inclusión, los refugiados son parte de una nueva sociedad, porque van a otro país. Los podemos ayudar en una situación específica como Afganistán. Sus deportistas pueden participar y hacer realidad su sueño. Ese mensaje es muy fuerte. Una deportista afgana con discapacidad, que huye del régimen talibán y compite en los Juegos Paralímpicos… Para mí, personalmente, fue el momento más importante de esa cita. Cuando recibí a Zakia Khudadadi y Hossain Rasouli en la Villa estaban… pobrecillos ¡puff! Nuestro primer objetivo fue protegerlos. No físicamente, sino mentalmente. Para que pudieran disfrutar de ese momento. Aquello era también lanzar un mensaje al mundo.

Ampliar
Juan Aguado

—Asoman los Juegos de París 2024, ¿cómo los afrontan?

—Empezamos a trabajar en ellos en 2017, cuando se eligieron. Es un ciclo más corto, pero no para París, sino para los deportistas y las Federaciones Nacionales. Desde el punto de vista organizativo han sido siete años, como los otros. París tiene ese espíritu de revolución, quiere hacer cosas diferentes. Ya anunciaron que la ceremonia inaugural de los Olímpicos será en el río Sena. Estamos tratando con ellos algo igual de revolucionario para la de los Paralímpicos. La semana pasada estuve con la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, hablando de legado y ella tiene una visión en la línea de la nuestra. Los Juegos deben servir a la ciudad y a las personas, no sólo con discapacidad. Es un evento global y nuestra ambición es global, queremos cambiar el mundo. Y no sólo estamos alineados con el Comité Organizador, también con las autoridades gubernamentales…

—Otro de los puntos a tratar es la inclusión en las pruebas de deportistas con Síndrome de Down…

—Aclarar que los deportistas con Síndrome de Down pueden participar en los Juegos Paralímpicos en la categoría para deportistas con discapacidad intelectual. Claro que las personas con Síndrome de Down no tienen físicamente las mismas características que los deportistas con otras discapacidades intelectuales. Usando un símil deportivo, ahora la pelota está en el tejado de la Federación Internacional de Deporte para Discapacitados Intelectuales. Están desarrollando una clase específica de deportistas con Síndrome de Down. Hablamos de deporte de alto rendimiento y los límites deben estar muy bien definidos porque dentro del Síndrome de Down hay muchos niveles. Científicamente cómo podemos llegar a este perfil de clase y de ahí el paso siguiente es en qué deportes, luego cómo plantear su inclusión en los Juegos. Para París ya no es posible. Estamos con la definición del programa de deportes para Los Ángeles y queremos anunciarlo en enero de 2023. Es más realista tener algo para Brisbane 2032. No queremos que la participación de los deportistas con Síndrome de Down sea algo que traiga más aspectos negativos que positivos. Las clases deben estar bien definidas en base a la ciencia.

—¿Con qué sensación cierra esta visita?

—Salgo siempre muy impresionado de España, por sus iniciativas en muchas áreas. Hablé con los presidentes de las federaciones, aprendí de ellos para implementar cosas en otros países y el conjunto es muy fuerte. Es un proceso continuo y el próximo paso importante para España es la aprobación de la nueva Ley del Deporte. Las leyes son fundamentales. Muchas victorias importantes han llegado en sus parlamentos. Las medallas son importantes, pero estas victorias son fundamentales.