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BÁDMINTON | CAMPEONATO DE EUROPA

Carolina defiende reinado: "Sé que todas quieren ganarme"

La campeona olímpica atiende a los medios antes de su debut en el Europeo de Madrid (del 25 al 30 de abril), donde, tras su grave lesión, opta a su sexto oro continental.

Madrid
Carolina defiende reinado: "Sé que todas quieren ganarme"
PEPE ANDRES

Madrid ya es la capital del bádminton. Desde hoy, lunes 25, hasta el sábado, 30 de abril, el Polideportivo Municipal Gallur acoge un Europeo muy especial. Se nota en el ambiente. Grupos y grupos de aficionados se acercan a los entrenamientos, piden fotos, autógrafos y se ilusionan con los representantes españoles, que invitan a ello. Especialmente, Carolina Marín, "feliz y muy motivada" por poder volver en España, algo "inconcebible hace un año", como reconoce ante la prensa el día antes de su debut en el torneo. La onubense, tras once meses apartada de las pistas debido a su grave lesión (rotura del ligamento cruzado y los meniscos interno y externo), regresa rodeada de un ambiente mágico, en casa, y con la decisión necesaria para seguir haciendo historia: ha ganado los últimos cinco oros continentales y oposita al sexto. En el horizonte, todavía más ambición: "Lo que no conseguí en Tokio (se lesionó a dos meses de los Juegos), lo quiero conseguir en París (2024)", reitera.

De momento, eso sí, su mirada está fijada en lo inmediato. "No soy supersticiosa, he visto el cuadro, pero no sé contra quién jugaría en cuartos ni en tercera ronda, porque antes hay que superar el primer partido. Sé que las rivales quieren ganarme, eso siempre es así", analiza Carolina. Su primer duelo, ya de segunda ronda y como cabeza de serie, será frente a la checa Katerina Tomalova, mañana, martes, a partir de las 19:40 (hora peninsular). En cuartos de final, se podría encontrar con la danesa Line Hojmark Kjaersfeldt, séptima en la lista de favoritas; en semifinales, podrían aguardar la turca Neslihan Yigit, sexta de partida, o la también danesa Line Christophersen, cuarta, a quien Marín venció en la última final continental, en Kiev. Por el otro lado del cuadro, amenazando como grandes piedras en una hipotética final, Mia Blichfeldt, Yvonne Li o Kirsty Gilmour.

Nombres importantes, pero que, delante, pueden encontrarse a una Carolina aún mejor, aunque sea difícil de creer. "Lo que tenía bueno ahora es mejor y en lo que no era buena ha mejorado bastante", explicaba Fernando Rivas, su entrenador, a AS después de tres semanas de preparación en Sierra Nevada. La campeona olímpica (Río, 2016) también lo siente así. "Nuestra temporada es de no parar, casi nunca tenemos tiempo para mejorar y con las lesiones intento sacar ese tiempo. Mi juego se ha ampliado, antes fallaba más. Ahora, me siento más fortalecida en muchos puntos de la pista, en sitios donde mis rivales me presionaban", reflexiona. Motivos para creer en todo, aunque con cautela. "A 'a ver qué pasa', nunca voy, eso no está en mi cabeza", asegura, fiel a su carácter ganador, aunque, "ahora mismo, lo más importante es ver cómo responde la rodilla". "Me encantaría marcharme sin tener ningún problema. Sentir que la rodilla me ha dejado jugar perfectamente, que he podido recuperarme de un partido a otro", explica la triple campeona del mundo.

Mucho público, mucha ilusión

Un regreso emocionante, pero un abanico de posibilidades que, en el ámbito nacional, va todavía más allá. En el cuadro femenino, también optarán a todo Clara Azurmendi y Beatriz Corrales, que debutan hoy mismo (18:20). En el masculino, también buscarán llegar lejos Pablo Abián y Luís Enrique Peñalver. Todos ellos, abrazados por un público que llenará las gradas (ya no hay entradas para los tres últimos días de competición) y que, como explica Carolina, "aportará mucho cariño y apoyo". Lo quiere sentir y lo que quiere devolver con resultados. "Si no me sintiera con confianza no estaría anunciando mi vuelta a la competición. Lo tengo claro desde el primer día. Hasta que yo no he sentido que recupero después de cada entrenamiento, hasta que no me he sentido totalmente bien, no he querido dar el paso", avisa. Qué vuele el volante, que vuele Carolina.