A dos victorias del Mundial
España afronta una nueva final ante los Robles con la tensión por las nubes. Deben ganar para seguir dependiendo de sí mismos en la carrera a Francia.
Aunque Fernando López se esfuerce por quitarle hierro al asunto, el duelo que enfrentará este domingo a España y Rumanía (12:45, TDP) no es uno cualquiera. El pasado reciente de esta rivalidad, marcado por la implicación de Vlad Iordachescu en el desastre acaecido hace cuatro años en Bruselas y por la pelea que protagonizaron ambos equipos hace dos en un bar de Botosani, pinta un duelo de alta tensión. Máxime si ambos se juegan buena parte de sus opciones de clasificarse para el Mundial de Francia 2023, como es el caso.
"Da igual la camiseta que tengamos enfrente, porque salimos igual de motivados siempre", aseguró el jueves en la rueda de prensa previa al partido el capitán. Pero lo cierto es que ambos combinados siempre se cogen con ganas y uan victoria les acercaría mucho la segunda plaza del clasificatorio, que actualmente ocupan los rumanos y que da acceso directo a la cita mundialista. Prueba de que el ambiente no es cordial la han dado los Robles, que no han desvelado la ubicación de su hotel en Madrid ni han querido recibir suministro de agua por parte de la Federación Española, y la propia FER, que ha vetado la entrada en el palco del central al díscolo presidente federativo rumano, Alin Petrache, un hombre que, por decirlo suavemente, se maneja con unas formas poco ortodoxas para su cargo.
Santiago Santos cree fundamental mantener "la disciplina", uno de los factores clave en la victoria de los Leones hace cuatro años en el mismo escenario, también con el billete a la Copa del Mundo en juego. El seleccionador alineará un equipo prácticamente idéntico al del milagro de Sochi, con la salvedad de Afa Tauli, que entra de ocho en lugar de Facundo Domínguez. Jugadores como Rouet o Foulds eran dudan pero han conseguido llegar a tiempo y la incógnita de cómo se iba a distribuir el banquillo queda despejada: habrá cinco delanteros y tres hombres de línea, entre ellos Iñaki Mateu.
Santos rechaza hacer cuentas y solo tiene en mente una victoria contra los rumanos y el 13 de marzo, también en Madrid, contra Portugal para maximizar las opciones de la vía directa a Francia antes de enfrentar a Georgia en el partido más complicado del torneo. De los cerca de 5.000 espectadores que acudirán a un Central con el aforo reducido espera "que animen con el corazón". Los Leones lo van a necesitar.