FÚTBOL SALA | EUROCOPA
España, al menos, sigue en el podio: tercera en la Eurocopa
La Selección heptacampeona superó a Ucrania (4-1) y acabó tercera para no bajarse nunca del podio en las doce Eurocopas disputadas. Ahora, tiempo de reflexión.
España salvó los muebles y acaba el Europeo en tercera posición. Para la heptacampeona de Europa, es su peor clasificación en un torneo continental junto a las ediciones de 2014 y 2003, que también terminó en esta posición, pero al menos asegura acabar en el podio en las doce Eurocopas disputadas a lo largo de la historia. Un consuelo dentro de lo que cabe, ya que el fútbol sala es un deporte cada vez más global y numerosos son los países que aprietan en los últimos años, pero España logró acabar con el bronce en Amsterdam tras superar a Ucrania en un disputado partido (4-1). También fue el adiós a la camiseta de España de Carlos Ortiz, el jugador que más veces la ha vestido, que paró el contador en 215. El capitán se despide al menos con un metal. Lo merecía.
Fede Vidal consigue su primer metal. Su futuro en el banquillo es una incógnita. Después de una larga etapa de segundo entrenador de José Venancio, en sus dos competiciones al mando termina con unos cuartos en el Mundial y con el tercer puesto de esta Eurocopa, datos que obligan a España a tomar un tiempo de reflexión y seguramente de cambios, algunos de ellos obligado por el cambio generacional. También es cierto que la Selección puede que tuviese malacostumbrada a la afición con sus actuaciones anteriores, pero toca adaptarse a las nuevas potencias (Portugal, Argentina...). De salida, jugó Jesús Herrero en la portería, inédito hasta este el momento, ya que Dídac había jugado todos los partidos hasta el momento. Un detalle del seleccionador, y Herrero respondió a gran nivel, con una brillante actuación, incluso acariciando el gol que la madera evitó. Acabó el partido entre lágrimas. Otra posible despedida.
Fue Mellado, a los diez minutos, el que abrió el marcador con un zurdazo a la escuadra asistido por Ortiz desde la banda. Una vez más, el balón parado dando resultado a España. Ucrania salió más metida en el partido, con algo menos de tensión que en el duelo contra Rusia de semifinales, con todo lo que ello conllevaba, y apretaba, especialmente a la contra. En una decisión valiente, Shoturma salió de portero jugador a ocho minutos del descanso, generando acciones de peligro. Adolfo, uno de los mejores defensores del mundo en esta situación de juego, apretaba y dirigía a sus compañeros, que sin embargo encontraron el gol de otra manera. Esta vez cruz de Mellado, que siendo último hombre se equivocó en un control, perdió el balón y Cherniavskyi no perdonó.
Gran defensa del portero jugador
España sofocó rápido la reacción ucraniana y Solano, en un gran movimiento de pívot, puso el segundo a la media vuelta. A diferencia que en las semifinales ante Portugal, Vidal sí dio bastantes minutos a jugadores como Cecilio y Borja, que respondieron. En la segunda parte, sin tiempo que perder, Ucrania ya salió de cinco, ahora Zvarych vistiendo la camiseta de portero. Seguían las buenas combinaciones, pero sin acierto. Raúl Campos, en una jugada embarullada, tuvo el tercero, y un gran Tsypun lo evitó. Fue a diez del final cuando el partido se rompió, otra vez con el balón parado. Boyis, con un derechazo seco asistido desde el córner, puso el tercero, y casi de seguido, con Ucrania volcada, el especialista Adolfo anotó el cuarto a portería vacía.
Kosenko pidió tiempo muerto, aunque ya era consciente de que los mejores minutos de sus jugadores, que no aprovecharon la pizca de ansiedad que tuvo España por cerrar el partido cuanto antes, habían pasado. España aguantó el paso los minutos, con una gran efectividad en defensa, sin dejar que los ucranianos pudieron dar entrada a su meta Tsypun en jugadas rápidas. Los minutos pasaba y, ahora sí, España respiraba. Un metal que salva el honor y adiós de Ortiz, el laureado capitán. Desde 2016, año en el que la Selección ganó un título por última vez, habrá que esperar como mínimo ya hasta el Mundial 2024, siendo esta la racha más larga de España en blanco. Medalla colgada y tiempo de pensar. Al menos, lo harán desde el podio, y es que el orgullo le mantienen intacto.