España se topa otra vez con Portugal, su bestia negra

Por momentos, España parecía que volvía a estar en aquel 27 de septiembre, de infausto recuerdo, en Lituania, en los cuartos del Mundial. Cayó contra su bestia negra, tras ir 2-0 por delante, y en la Eurocopa de Países Bajos volvió a ocurrir lo mismo (2-3). Y aunque en los anteriores 32 duelos entre la Selección y Portugal solo hubiera tres victorias lusas, en los últimos años la vigente campeona del mundo y de Europa tenía tomada la medida a los de Fede Vidal tras imponerse en la final de la Eurocopa 2018 y los cuartos del Mundial 2021. Añadió un capítulo más (ya sin Ricardinho, retirado de la selección) en Amsterdam, y superó a España con otra gran remontada para jugarse el título el domingo ante Rusia (17:30), que superó a Ucrania en la otra semifinal.

El arranque de los de Vidal fue inmejorable. A los 17 segundos, la Selección ya mandaba tras el tanto de Raúl Gómez tras una asistencia de Lozano. El pívot, que está yendo de menos a más esta temporada, se crece con la Selección. No es para menos. "Vamos chavales, que hoy sale todo", decía el seleccionador, Fede Vidal, en la primera parte. Motivos tenía para dicha afirmación, porque Portugal tuvo en la primera parte hasta tres disparos a la madera. Entre Dídac, la defensa, con Lozano y Ortiz por los suelos en la línea de gol evitando el tanto de Zicky, la vigente campeona no encontraba la manera de derribar el muro de Dídac.

En la primera mitad, se vio un día más las señas de identidad de esta Selección: presión alta y acciones a balón parado. Así llegó el segundo tanto, cuando más sufría España. Falta de Mellado, cerca del centro de la pista, que asiste a Chino para que ejecute su Chinazo, desde lejos y sorprendiendo a Sousa. Cuando peor estaba España, marcaba el segundo. Las cosas salían de cara, porque a nueve minutos del descanso sonaba la bocina: cinco faltas de España. Quedaba un mundo y el riesgo de doble penalti era alto, y así lo buscaba Portugal con Zicky y Pany Varela compartiendo minutos. No lo consiguieron.

Zicky y déjà vu de Lituania

Adolfo, en una jugada más clásica de fútbol, casi marca de cabeza en el saque de un córner. Hubiese sido la guinda, porque Portugal, tras 33 lanzamientos, no entendía que su marcador de goles siguiese a cero. A una campeona de todo no la puedes dar por finiquitada. La propia España era consciente, que en el pasado Mundial, hace escasos cuatro meses también vivió una tarde similar. En la segunda parte, y con el paso de los minutos, a los de Vidal les duraba menos el balón, con posesiones más cortas, pero pasaba el tiempo y, pese a que Portugal merodeada la meta española, nada cambiaba. Hasta que a once del final, llegó el penalti de Ortiz sobre Afonso Jesus. Bruno Coelho no falló y empezaba un partido nuevo.

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España no fue la misma desde entonces. Muy hundida atrás, más atemorizada, y Portugal seguía asediando la portería de Didac, que pese a la derrota cuajó un gran partido. Pero Zicky, el pivot que maravilla al fútbol sala mundial con tan solo 20 años, tiene tomada la medida a España. A nueve del final, el corpulento pívot aprovechó que la defensa España estaba muy metida en su área, y también una falta de contundencia, para definir con un potente disparo. Empate, y España casi sin ideas, desubicada. Adolfo estuvo cerca del tercero, pero fue un espejismo.

Tras una gran primera parte, la Selección estaba desdibujada en la segunda, y tras una contra perfectamente ejecutada, el propio Zicky empujaba al segundo palo a menos de dos minutos de final. Otra vez Portugal, por tercer torneo consecutivo, la kriptonita de España, que desde 2016 atraviesa una sequía de títulos y que tendrá que luchar por el tercer puesto ante Ucrania (14:30). Ahora, sirve de poco consuelo para una Selección heptacampeona de Europa.

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