Bader, al borde del abismo
Ryan Bader y Valentin Moldavsky unifican este sábado, en Bellator 273, el Campeonato del peso pesado. El campeón absoluto llega en una situación complicada.
El alambre por el que camina Ryan Bader es más delgado que hace tres meses. Tres años atrás, en enero de 2019, parecía invencible. Era campeón del semipesado y se impuso a Fedor Emelianenko para ser también monarca del pesado. Estaba en su mejor momento. Desde ahí, el camino por el va se ha ido quebrando y ahora, el abismo está cerca. Desde ese triunfo ha disputado cuatro combates: un nulo, dos derrotas y una victorias. Un balance preocupante, y es que a sus 38 años los focos le apuntan preguntándose si estamos viendo el final de su carrera.
Tras ganar a Fedor quiso defender su corona, pero hizo nulo contra Kongo. Fue un accidente, lo peor le llevó después. Nemkov le noqueó en dos asaltos. Él quería revancha, pero la situación no le acompañó. Bellator inició un Grand Prix y debía llegar a la final si quería disputar de nuevo el título. Ganó a Lyoto Machida, lo que daba esperanza... pero en octubre Corey Anderson le fulminó en un asaltos. De nuevo las dudas aparecen y este sábado, en el estelar de Bellator 273 (primer evento de la compañía en 2022), no tiene el mejor cliente para despejarlas.
La división del pesado estaba parada, por lo que mientras Bader disputaba el Grand Prix de la categoría inferior, Bellator puso un cinturón interino en liza. Valentin Moldavsky derrotó a Tim Johnson. Se confirmaba ya que era su sexta victoria en la compañía (perdió en el último pleito que disputó fuera de esta empresa) y le ponía como nueva amenaza para Bader. Las dos dinámicas hacen que el ruso, de 29 años, parta como favorito. Si los dos están al 100%, el pleito sería diferente, ya que la experiencia puede ser clave. Bader sabe lo que es estar en mil batallas, pero el nivel mostrado, y sobre todo la fragilidad que parece tener, deja dudas. A su favor, Moldavsky no es un gran pegador, pero llegará más grande. Los dos son completos y la premisa es que la pelea se alargue, aunque las dudas son muchas. Un Bader fuerte e intenso podría frenar al ruso, pero el empuje y ritmo de Moldavsky puede ahogarle. El factor mental también puede ser clave, y es que Bader está mirando al abismo... y eso no ayuda.