GOLF | ESTRELLA DAMM ANDALUCÍA MASTERS
Rahm: "Ser padre me ha hecho mejor jugador y persona"
El vasco atendió a los medios antes del Andalucía Masters de Valderrama. Repasó su gran año, la repercusión que tiene su figura y su paternidad.
Anda Jon Rahm algo escocido por el Open de España, que se le escapó con una mala vuelta el sábado cuando intentaba la tercera victoria de su carrera en el torneo. "Es difícil manejar las ganas de verme jugar bien con mis ganas de jugar bien, tanta emoción. He podido hacerlo dos años, pero este no jugué bien el fin de semana. Quizá el sábado estaba forzando demasiado para hacerlo bien delante de todos", explicó este martes el vasco en la rueda de prensa previa al Estrella Damm N. A. Andalucía Masters, la segunda cita seguida del European Tour en España, que arranca el jueves.
Esta, en Valderrama, la joya de la corona. Un campo temido y venerado a partes iguales, que no da margen para barruntar actuaciones pasadas. Por eso Rahmbo ya está enfocado en el reto que se le presenta. Nunca ha ganado en Sotogrande. Fue segundo en 2019, parte de la Armada española que intentó dar caza sin éxito a un Bezuidenhout estelar (el sudafricano ganó con un -10 poco habitual en el diseño de Robert Trent Jones), y le gustaría subir el último peldaño esta vez. "Sería único", aseguró antes de ensalzar las virtudes de Andalucía como región golfística: "Hace sol, qué más quieres. Comparado con Bilbao, eso es bastante bueno. Lo bien que te tratan aquí, lo bien que se come… Para unas vacaciones golfísticas no puede ser mejor".
Número uno del mundo con su primer major bajo el brazo y desde abril papá de Kepa, Rahmbo cree que ha sido "un año muy cansado, con mucho estrés, pero un gran año". Y atribuye gran parte de la culpa a la paternidad: "Soy mejor jugador y persona que hace dos años. Igual de cara al público no, pero yo veo que mi juego ha progresado bastante. Y como persona… he dado un salto muy grande desde abril, que nació Kepa". Respecto a esto último, incluso reveló un pronóstico de su mujer, Kelley Cahill, que se ha acabado cumpliendo: "Tengo que darle todo el crédito, porque me dijo varias veces que cuando fuera padre iba a ganar mi primer major. Vio algo en mi manera de ser. Pensaba que hacerme padre me iba a ayudar incluso a ser mejor jugador". "En el campo, como competidor, me siguen importando las cosas, pero cuando salgo soy padre. Ayuda a darse cuenta de que el golf no es todo. Es mucho más importante ser buen padre, buena persona, buen amigo (...) He dicho muchas veces que juego mejor cuando estoy contento fuera del campo de golf y esto ayuda mucho, añadió.
El estatus del vizcaíno ha cambiado desde su última aparición por tierras gaditanas. En los últimos dos años ha colmado todas las expectativas y se ha convertido en un rostro reconocible a nivel mundial. Ya no es solo un golfista de élite, si no un deportista de renombre internacional. ¿Cómo ha afectado eso a la vida de un tipo que se crió en Barrika, un pueblo de 1.500 habitantes? "Estoy a lo mío. Estando ayer con Aritz Aduriz (exjugador del Athletic de Bilbao), me intentaba preparar para lo que va a ser Bilbao cuando vaya en diciembre. Es que no me doy cuenta porque no estoy aquí. En Madrid di un paseo y la gente me reconoce aunque esté en un sitio del que no soy. Es increíble que la gente juegue al golf y empiece a pensar más en este deporte por lo que hago yo. Ojalá se decidan muchos más a jugar porque eso garantizará el futuro del golf español. Pero la mayor parte del tiempo no me doy cuenta de la repercusión. Mi manera de pensar en mí no ha cambiado, soy el mismo chaval de Barrika", responde.
El mismo pero distinto. Uno más comedido, que sigue siendo un volcán de emociones sobre el campo, pero mejor canalizado. En ese aspecto le ha ayudado mucho Joseba del Carmen, el coach mental con el que lleva años trabajando. "He hablado con él menos este año. Desde 2014 hemos trabajado mucho. Desde el nacimiento de Kepa he aprendido muchas lecciones, ha habido mucho cambio mental en mí desde abril. Hemos hablado menos porque ha sido un año muy de aprendizaje", contó Jon. "Tendré que contrastar con él lo que he aprendido, a ver qué ha pasado", apostilló.
Ya son 17 semanas como número uno del mundo y Rahm ofreció la clave para permanecer en la cima: perseverancia. "Lo que más trabajo cuesta es mantenerse. Al final es una consecuencia del buen juego. Hay que seguir jugando bien y demostrar sobre el campo. Para el que vea esto, dos cosas: si te lo crees, dilo, digan lo que digan; y lo segundo es que no hay ningún truco o camino especial. Son muchas horas de trabajo y esfuerzo. Y eso vale para todo, como si quieres ser el mejor basurero, hay que meter muchas horas para poder llegar. Yo he tenido la oportunidad y he podido aprovecharla".