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BOXEO

Así es Deontay Wilder: el Bombardero de Bronce que comenzó a boxear por su hija

Deontay Wilder desafía a Tyson Fury este sábado por el Mundial WBC del peso pesado. El estadounidense quiere recuperar el título que perdió en 2020.

Deontay Wilder ante el T-Mobile Arena de Las Vegas antes de su tercera pelea contra Tyson Fury.
Premier Boxing Championship

Deontay Wilder (42-1-1, 41 KO) ha sido el encargado de devolver a Estados Unidos el oro en los pesos pesados. Cuando ganó el Mundial WBC en 2015 rompió una sequía de ocho años sin que ningún estadounidense fuese monarca en los grandes pesos. Pese a esa importancia, siempre ha sido criticado ya que siempre le han pedido buscar unificaciones. Su histórica daría para una película y ahora quiere añadir un capítulo más: el sábado quiere recuperar su trono ante Tyson Fury.

Comenzó a boxear para pagar los medicamentos de su hija

Deontay Wilder nació en Tuscaloosa (Alabama). Siempre estuvo relacionado con el deporte. De hecho, obtuvo una beca para entrar en la Universidad de su estado. Debía elegir entre el baloncesto y el fútbol americano (también había hecho béisbol y atletismo). No llegó a ingresar en la universidad. Con 18 años, su novia se quedó embarazada. Su hija, Jessica Scales, nació con espina bífida. Wilder necesitaba ganar dinero para pagar sus medicinas. Por ello se olvidó del deporte universitario y buscó trabajo de chófer y en restaurantes de su ciudad.

El púgil ha reconocido que con 19 años vivió el peor momento de su vida, perdió a su familia y "llegó a tener una pistola en su regazo para suicidarse". No lo hizo, y con 20 empezó a boxear. El objetivo estaba claro: ganar dinero. Fue en octubre de 2005 y en 2007 sorprendió a todo el mundo ganando el prestigioso torneo Guantes de Oro. Un ascenso fulgurante. La Selección tomó nota, lo metió en el proceso para Pekín y se ganó el billete a los Juegos. Allí, con una experiencia de 30 combates logró regresar a casa con el bronce olímpico (de ahí su apodo, 'Bombardero de Bronce'. Su objetivo había salido bien y pintaba mejor. Lo dejó con un récord de 30-5 y se hizo profesional.

Deontay Wilder tras caer en semifinales en Pekín 2008.
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Deontay Wilder tras caer en semifinales en Pekín 2008.AFP

Su carrera fue llevada con cautela

Su medalla olímpica hablaba por sí sola, pero ¿podría marcar una época? Wilder siempre ha tenido una pegada descomunal, pero necesitaba experiencia. Debutó en noviembre de 2008, de la mano de Golden Boy, y hasta diciembre de 2012 no disputó su primer cinturón (WBC Americas). Por el camino fue dejando un reguero de KO's. Nunca llegó a los puntos.

Su confirmación profesional llegó en 2013, cuando fue a Inglaterra y noqueó a Audley Harrison en el primer asalto. Después se habló de que pelearía contra Chisora de nuevo en Reino Unido... pero él y Top Rank aseguraron que nunca hubo acuerdo. No se dio, además, porque Wilder fue detenido en Las Vegas por un asalto a una casa. Ese momento fue clave, ya que decidió firmar, como asesor con el hombre que le llevaría a la gloria: Al Haymon (misma mánager de Mayweather). Después fueron colocándole y haciéndole subir en el Consejo Mundial de Boxeo. En enero de 2015, y tras noquear a los 32 rivales que había tenido, le llevó la oportunidad de disputar un mundial

Wilder devolvió la gloria del pesado a Estados Unidos

Wilder en su combate contra Stiverne.
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Wilder en su combate contra Stiverne.AFP

Bermane Stiverne fue el primer boxeador que aguantó todo un combate a Wilder, pese a ello, el 'Bombardero de Bronce' se convirtió en campeón mundial. Ese mismo año, Al Haymon pasó de asesor a manager tras romper con Golden Boy y su promotor pasó a ser Lou Dibella. Wilder realizó seis defensas (incluyendo la última frente a Stiverne, al que noqueó en un asalto). Su fama crecía porque seguía noqueando a todos. Además, no eran simples paradas, fue dejando KO's del año, como el que le propinó a Artur Szpilka.

Ratificación ante Luis Ortiz e inicio de la rivalidad con Fury

Conforme su fama iba creciendo, también lo hacían los haters. Cierto es que Wilder no es el boxeador con la mejor técnica, pero era efectivo. La gente se pasó mucho tiempo reclamándole peleas contra grandes nombres y la primera que fue así se dio en marzo de 2018. Luis Ortiz, que llegaba invicto en 28 peleas (con 24 anestesiados). El cubano le puso en serios aprietos, pero el campeón pudo sacar la pelea adelante y acabó noqueando de manera brutal.

En ese puesto que se había colocado, Wilder solo quería peleas grandes y el siguiente en la lista fue Tyson Fury. El inglés venía de un parón muy largo en el que tuvo problemas mentales y llegó a pensar en el suicidio. Estaba de vuelta, pero había dudas. Ambos ofrecieron un combatazo y por segunda vez en su carrera, el estadounidense se fue a los puntos. Tiró dos veces al suelo al inglés, pero no pudo noquear y la pelea se resolvió con un nulo. Lo lógico era una revancha inmediata, pero Fury decidió el camino largo.

La revancha contra Fury y la pérdida de su trono

Wilder y Fury en la pelea que tuvieron en febrero de 2020.
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Wilder y Fury en la pelea que tuvieron en febrero de 2020.AFP

Mientras esperaba a Fury, a Wilder le pusieron un rival fácil para lucir como Breazeale, al que noqueó en un asalto, y le dio la revancha a Ortiz. El cubano fue el primero en meterle en apuros y el estadounidense se marcó: zanjar dudas. Lo había hecho con Stiverne, quería acabar con el cubano y después con Fury. La segunda pelea contra Ortiz dejó menos dudas y el 'Bombardero de Bronce' tardó tres asaltos menos en acabar con su rival. La primera mano que conectó fue letal. Al fin, tras muchas vueltas, llegaba la secuela contra el inglés.

Fury dio un recital en el segundo duelo. Wilder nunca estuvo cómodo, no conectó sus manos y con gran juego de piernas y velocidad de manos, el inglés le masacró. Su esquina le paró la pelea en el séptimo asalto. Era lo mejor para su salud, pero él no lo entendió así y rompió con su esquina. Al mismo tiempo, cómo tenían firmada la trilogía, llegó la pandemia. El tiempo incluso le vino bien a Wilder, ya que se había lesionado en la pelea. Le dio tiempo a recuperar, pero el tiempo pasaba y nada se cerraba. Tanto fue así, que Fury interpretó que había expirado el tiempo para que pudiese recuperar su título. El inglés buscó unificar contra Joshua y el de Alabama acudió al juzgado. Ganó y se cerró el duelo para julio. Fury contrajo covid y la pelea se pasó a este 9 de octubre. Ahora, Wilder dice que ha aprendido dónde falló y la demora en el pleito le ha permitido trabajar más con su nuevo entrenador Malik Scott (fue su rival en su pelea número 31 y le noqueó en el primer asalto). El 'Bombardero de Bronce' está convencido de que a sus 35 volverá a ser el rey. Quiere venganza.