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BOXEO

Así fueron las dos peleas anteriores entre Fury y Wilder: combate nulo y KO

Tyson Fury y Deontay Wilder cierran este sábado la trilogía entre ambos. En el cómputo global el inglés va por delante: ganó uno. El primero, nulo.

Deontay Wilder y Tyson Fury durante su segundo combate.
AFP

Este sábado, Tyson Fury y Deontay Wilder cierran su trilogía. Es una pelea que no se esperaba, pero un juez hizo cumplir los contratos firmados se cumpliesen. No hubo Fury vs Joshua y los dos cerrarán, en principio, su rivalidad. De la primera a la segunda pelea se vio un gran cambio, ¿pasará en la tercera?

Primera pelea: Fury sorprendió y la pegada de Wilder no resolvió

Tyson Fury estaba tirado en el suelo. Se encontraba tumbado a falta de algo más de dos minutos. El inglés era la segunda vez que se iba al suelo y esta parecía la definitiva. La pegada de Deontay Wilder no perdona... hasta el 1 de diciembre de 2019. El 'Bombardero de Bronce' conectó dos veces a su oponente y no lo durmió. Extraño, pero sucedió. Fury sorprendió a todos. Tras dos años de excesos y una fuerte depresión (llegó a amenazar incluso con el suicidio), el 'Gipsy King' había tenido la capacidad de salir del fango y regresar a su deporte. Hizo dos pleitos de rodaje y se fue a por el estadounidense. Le faltaba un poco y con el paso de los rounds fue mejorando. Técnicamente era mejor, pero físicamente aun no estaba el 100%. Los dos ofrecieron una pelea igualada y cada juez ofreció una puntuación distinta. El público protestó, pero con perspectiva fue lo más justo. Se abría una interesante rivalidad.

Segunda pelea: Fury anuló por completo a Wilder

La inteligencia es una de las mayores virtudes de Tyson Fury. Por ese motivo, lejos de buscar una revancha directa contra Wilder, el inglés prefirió tomar un camino más largo. Firmó con Top Rank y potenció su imagen, que se había visto reforzada, en Estados Unidos. Dos peleas mas (la segunda en la que sufrió por un corte) le permitieron llegar al 100% a la segunda pelea. Había recuperado sus mejores sensaciones. Tenía buenas piernas y pudo evitar que Wilder le conectase. Eso, sumado a su rapidez de manos hizo que castigase desde el primer momento a Wilder. La quijada no es una de las principales virtudes del estadounidense. Se volvió a notar, fue acumulando castigo, sufriendo en exceso, hasta que su esquina le paró la pelea. Era muy inferior, le estaban dando un baño y era lo mejor... pero él no lo vio así. Le sentó tan mal que no dudó en romper con su esquina por la acción. Además, el ya excampeón achacó su mal rendimiento a la armadura con la que salió. Cree que le quitó mucho físico estar tanto tiempo con ese peso encima.