Joshua y Usyk inician el juego de tronos del peso pesado

Los Juegos Olímpicos de Londres 2012 acabaron del mismo modo para Anthony Joshua (24-1, 22 KO) y Olek Usyk (18-0, 13 KO): con un oro en el cuello. Los dos se tomaron un poco de tiempo para plantearse su futuro y en 2013 (AJ en octubre y Usyk en noviembre) debutaron como profesionales. Las similitudes no acabaron ahí, ya que en 2016 ambos lograron proclamarse campeones mundiales profesionales. En ese punto su carrera difirió, pero no mucho. El inglés, de 32 años, logró ser el rey de los pesados gracias a llenar estadios en Inglaterra y el ucraniano, 34 años, ganó las World Boxing Super Series en su primera temporada para meterse entre los mejores libra por libra. Ambos nunca habían coincidido, ya que Olek siempre compitió una categoría por debajo, pero en 2019 decidió subir a los grandes pesos. La pelea se ponía a tiro.

Usyk no quiso arriesgar y se ha tomado el cambio con calma. Ha hecho dos peleas en el pesado y ha sufrido en la transición. Ahora, parece más fuerte y aunque la diferencia de tamaño entre ambos es clara, el ucraniano no estará en tanta desventaja en cuanto al peso (el inglés pesará casi nueve kilos más). El pleito entre ambos tardó en darse porque uno no quiso correr y el otro tuvo que enmerdar el 'error' contra Andy Ruiz. Pese a ello, nadie esperaba el duelo tan pronto, es más, casi ni se da. Joshua iba a unificar el pesado contra Fury, pero un juez decretó que el 'Gipsy King' debe pelear antes con Wilder (9 de octubre) y Usyk no titubeó en aceptar. Al fin se verán las caras. El estadio del Tottenham recibirá este sábado a 60.000 que llevan semanas vibrando con el duelo.

Boxísticamente, la pelea tiene muchos interrogantes, lo que la hace tan atractiva. Usyk ha vuelto al pasado y ha contado con Anatoly Lomachenko (padre del excampeón mundial Vasyl), quien le llevó al oro olímpico. Anatoly solo entrena un profesional: su hijo, pero la relación que les une le hizo aceptar para esta pelea. ¿Qué busca Usyk? Reforzar conceptos básicos del boxeo amateur. Quiere entrar y salir rápido, potenciar los desplazamientos laterales... sabe que no puede quedarse en la distancia de Joshua. AJ sufrió contra Ruiz (primera pelea) cuando le entró en la corta distancia y le golpeó con mayor velocidad. Ahí está la clave. Mientras, Joshua (sigue contando con el español Ángel Fernández en su esquina) ha demostrado que tras perder es más cauto. También ha mejorado en los desplazamientos, pero la fama que tiene de 'mandíbula de cristal' genera dudas. La balanza está 60-40 para AJ, pero está ante una pelea muy difícil. Solo hay un trono del peso pesado y en estos momentos contamos con cuatro aspirantes. Comienza el juego de tronos.