Pacquiao vs Ugas: calma antes de la tormenta en Las Vegas

Al fin. Manny Pacquiao (62-7-2, 39 KO) ya pasó el llamado asalto cero y este sábado estará de nuevo en el cuadrilátero. Han tenido que pasar más de dos años y múltiples problemas, pero la leyenda filipina está de regreso. PacMan, de 42 años, cumplió con la báscula este viernes en Las Vegas. Paró la balanza en 146 libras (66,2). Su rival, Yordenis Ugas (26-4, 12 KO), lo hizo en 147 libras (66,67 kg), límite de la división. Todo apunta a que el cubano será más grande en la pelea (no quiso dar pistas y evitó decir una cifra ante la pregunta posterior). Era el último trámite. Salvo hecatombe, el combate está en marcha.

Para llegar a este pleito Manny ha superado muchas cosas. Primero la pandemia, la cual vivió en primera persona ayudando desde su puesto de Senador de Filipinas. Esa responsabilidad le impidió volver antes, lo que provocó que la WBA le quitase el Mundial del peso welter que ostentaba. Cuando anunció su pleito contra Spence, pidió que se lo devolviese... pero no lo hicieron. Eso encendió al filipino, pero el premio de pelar contra Errol era mayor. Con la baja del estadounidense (el combate casi se suspende antes por una denuncia de Paradigm Sports), el destino quiso que fuese Ugas, el campeón en el despacho, el que se cruzase con él.

Esa guerra ring/despacho no se trasladó al pesaje. Pacquiao está feliz por pelear y lo demuestra. Llegó muy bien de peso, sonriendo y posando para todo el fotógrafo que le reclamó. De hecho, Ugas le hizo esperar para el careo y lejos de impacientarse sonrió aún más para los medios gráficos. El cubano, por su parte, fue el que puso algo de picante al asunto. "Le tengo mucho respeto, pero se acabará mañana", apuntó tras un cara a cara frío en el que ninguno hizo ademán de recortar el metro y medio de distancia que les separaba. PacMan fue correcto con el micrófono y no se salió del guión previsto. No hubo sobresaltos en el asalto cero, los doce de este sábado prometen estar mucho más emocionantes.