Reyes, sin red ante Prochazka

En la UFC el riesgo forma parte de la vida de un luchador. Cuando uno quiere establecerse en la élite debe aceptar lo que le venga y no dudas. En ese punto se encuentra ahora mismo Dominick Reyes. A final de 2019 era el hombre que mas crecía en el semipesado y en 2020 desafió a Jon Jones. Le hizo un combatazo que perdió, entre gran polémica. Quizá mereció más, pero la derrota estaba en su casillero. La UFC premió esa actuación cuando Jones abandonó el cinturón y le puso a pelear contra Błachowicz. Fue noqueado, por lo que debía rehacer su camino.

El estadounidense tiene 31 años y tras dos derrotas consecutivas llega en el alambre. Le quedan muchos años de lucha, pero sabe que estando número tres del ranking, si cae, el descalabro por la clasificación sería muy grande. Juega sin red y lo hace en una pelea difícil. El riesgo de la UFC. Le espera el número cinco de las listas, Jiri Prochazka. El checo, de 28 años, está en la posición en la que Reyes se encontraba hace tiempo. Viene con una racha de 11 triunfos consecutivos (Dominick llegó a Jones con un 12-0), pero en su caso destaca que diez de esas victorias han sido por la vía del KO. Además, será su segunda pelea en UFC (antes peló en Rizin, entre otras promotoras). La compañía confía en él.

Por tanto, Reyes se la juega ante un tremendo pegador, que viene de dormir a Volkan Oezdemir. Regresar de un KO ante un hombre con esa capacidad de noquear puede ser peligroso mentalmente. Otro riesgo más. Todos esos factores hacen que Prochazka sea el favorito. Es lógico, pero Reyes un luchador muy completo que sabe que no tiene red, y eso hace peligroso a cualquiera. Enlazar dos derrotas es habitual cuando uno pierde el invicto a este nivel. Reyes tiene buen striking, pero también se defiende en el resto de facetas, es ahí por donde debe apretar, sobre todo al principio, ya que la experiencia está a su favor si el pleito dura 25 minutos.