Gales conquista una Triple Corona insospechada
Los Dragones hunden a Inglaterra en Cardiff, siguen invictos y ya son líderes a falta de una solución para el Francia-Escocia pospuesto.
Hace un mes seguramente pocos de los algo más de tres millones de habitantes del viejo país de Gales habrían apostado por ver a su selección de rugby ganar la Triple Corona del Seis Naciones. Y lo cierto es que los primeros compases del debut ante Irlanda no hacían presagiar lo contrario. Pero, de alguna forma, la expulsión de Peter O’Mahony lo cambió todo. Desde entonces el Puerro ha sido un equipo sólido, efectista y efectivo, que sin muchos alardes ya ha ganado a Irlanda, Escocia y este sábado a Inglaterra (40-24) para conquistar ese trofeo enmarcado dentro del Seis Naciones.
No solo eso, también para ponerse líder a falta de una solución para el Francia-Escocia pospuesto por el brote de coronavirus en el Gallo. Hay que concederle al cuestionado Wayne Pivac que ha sabido resucitar al muerto. Lo ha hecho a base de pragmatismo, renunciando a un juego más lúdico, su intención inicial, para volver a la metalurgia instaurada por Gatland, su predecesor, que este sábado observaba en el palco calibrando el estado de sus Lions para la incierta gira por Sudáfrica de este año.
Inglaterra tardó en entrar al partido, como acostumbra este año. Cuando aterrizó en el Millenium de Cardiff, Gales ya había abierto brecha con dos ensayos de Adams y Williams. El primero aprovechando un despiste inexplicable de la defensa inglesa tras un golpe de castigo en contra y una gran patada cruzada de Biggar; el segundo, haciendo bueno un toque fortuito de Rees-Zammit tras otro cañonazo del apertura galés. La Rosa solo rompió a jugar tras el segundo golpe y Watson no perdonó la primera vez que tuvo el balón con metros por delante.
La sentencia quedó pospuesta a la segunda parte. Una buena salida de vestuarios de los ingleses fue frenada en seco por una jugada de pillo de Hardy, el medio melé de los dragones, que se coló hasta la cocina cuando sus rivales protestaban otra infracción a Pascal Gauzère. La Rosa empató por medio de Youngs y a partir de ahí comenzó una sangría de golpes de castigo que Callum Sheedy fue castigando uno a uno siempre que pudo buscar los palos. La puntilla la puso Cory Hill con el tiempo ya casi cumplido.
Los vigentes campeones se quedan practicamente sin opciones de revalidar el título y todavía tienen que recibir a Francia y viajar a Irlanda. A Gales en cambio, se le han alineado los astros y de repente está a dos partidos del triunfo, uno de ellos en la última jornada ante los franceses, que está por ver en qué estado llegan.