Inglaterra vence a Italia pero no convence
La Rosa sacó el bonus ofensivo con más dificultades de las esperadas ante una Italia que se fue de Twickenham con dos ensayos. Volvieron Mako Vunipola y Sinckler.
El 20-8 que lucía el marcador de Twickenham al descanso ayer lo dejaba claro: Inglaterra no está bien en este Seis Naciones. El previsible arreón de la segunda parte (41-18 final) ante la Italia ramplona de siempre, incapaz de sostener un pulso más de 40 minutos, no cuenta, o más bien cuenta poco, a la hora de calibrar las sensaciones de un equipo que ya ha consumido el margen de favoritismo con el que partía tras ganar el torneo en 2020.
A la Rosa le pesan las bajas (menos que en el debut), la inactividad de los jugadores de Saracens y esa enorme losa en la que se ha convertido la derrota ante Escocia en la Copa Calcuta de la primera jornada. Los paupérrimos guarismos que registró ese día el equipo inglés, superado por los caledonios en todo, mejoraron ante la Azzurra, pero el feeling sigue siendo de serias dificultades a la hora de generar juego. Y eso que Jones volvió al esquema de doble apertura con Ford en el 10 y Farrell en el 12.
La mascarilla no pudo ocultar la incredulidad en el rostro del preparador australiano cuando Ioane encontró un ensayo madrugador tras una buena combinación de la línea transalpina. Inglaterra dispuso de un golpe de castigo en campo rival poco después y Farrell pidió palos, otro síntoma de incertidumbre. El paquete de delanteros británico, ya con Mako Vunipola y Kyle Sinckler en los costados de la primera línea, no conseguía imponerse al italiano. Los posados de Hill, Watson y May, este último con una de sus espectaculares zambullidas sobre el banderín, enderazon el marcador, que no el rumbo.
Porque la segunda mitad tampoco fue el baño de autoestima que cabría esperar. La Rosa empezó sumando con el segundo ensayo de Watson, pero encajó otro de Tommasso Allan y no amarró el bonus ofensivo hasta los 20 minutos finales, por medio de Willis. Daly selló la cuenta. Objetivo cumplido que no oculta las carencias de los vigentes campeones a una semana de visitar Cardiff para lo que será su primera final del torneo.