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Chiesa brilla en la Fight Island para reclamar a Covington

Michael Chiesa se impuso por decisión unánime a Neil Magny en el combate estelar del UFC Fight Island 8. El de Colorado pide una pelea ante Covington.

Chiesa golpea a Mangy en el UFC Fight Island 8.
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Michael Chiesa y Neil Magny salieron beneficiados de la baja de Khamzat Chimaev. El ruso iba a ser la estrella UFC Fight Island 8, pero su baja (pasó el Covid y por secuela derivadas de él se cayó del cartel) les dio la oportunidad de que su pelea fuese combate estelar. Era el momento de brillar y la luz la puso Michael Chiesa, quien se impuso por decisión unánime (triple 49-46) en una pelea que dominó con claridad. Magny tuvo alguna oportunidad, pero el de Colorado está lanzado en el peso welter y continúa mirando alto. Llevó a Abu Dabi en el número ocho del ranking y con 33 años sigue soñando en que la opción titular puede estar cerca. Desde luego, si mantiene el nivel, puede soñar.

La pelea comenzó con Chiesa mandando. Quería imponer su ritmo y lo hizo, sobre todo mediado el round, ya que fue ahí cuando llevó la pelea al piso y controló. El camino era ese y no tardó en regresar a ras de lona. Su grappling era superior. Estaba cómodo. Dominó más de tres minutos en los asaltos iniciales. En el tercero, Mangy cambió de marcha. Quiso apretar y cazó a Chiesa con una mano. Después le dominó apretando, pero el de Colorado logró zafarse. Fue quizá el round más parejo.

En el cuarto pasó de todo. Chiesa conectó una mano que no tenía intención de hacer daño, buscaba despistar y llevar la pelea al piso. La sumisión estuvo muy cerca, pero Magny resistió. Cuando se levantó, Chiesa intentó un codazo giratorio que le dejó mal posicionado... y lo pagó con una rodilla al estómago. Le dejó tocado, pero Michael supo dormir la pelea y esperar el final de un acto que había ganado. Hizo lo mismo en el round final. Magny apretó, le contragolpeó y cuando quedaba medio round llevó el duelo al piso hasta que terminó. Se exhibió, mostró un gran nivel y apuntó al siguiente escalón para seguir subiendo: Colby Covington. El guante ahora debe recogerlo el número uno del ranking.