Cuando el waterpolo convirtió las críticas en un oro mundial
De las pinturas de guerra al susto de Ballart en las semifinales. Se cumplen 23 años del primer título mundial de la generación de oro de waterpolo.
Cuando empezó 1998 y la Selección española de waterpolo puso rumbo a Perth (Australia) nadie daba un duro por ellos. El equipo español había ganado el oro olímpico en los Juegos de Atlanta, la cúspide de una generación que desde 1991 había copado podios en los grandes torneos, pero su quinto puesto en el verano de 1997 en el Europeo de Sevilla se había interpretado como el fin de un ciclo. Y así fueron, con esa crítica y sin expectativas entre la prensa y los dirigentes, a Australia. Solo Joan Jané y la Selección creían firmemente en que se podía volver subir al podio.
"Yo dije 15 días antes de venir a Perth que íbamos a ganar todos los partidos, parece mentira que en España a los pocos campeones que hay se les machaque a la primera de cambio. Indurain gana cinco Tours y se le machaca porque no logró el sexto, y nosotros lo hemos ganado todo y se nos ha echado en cara que éramos viejos, que estábamos acabados, a la primera de cambio", dijo justo después del lograr el título Jesús Rollán, el portero español, que hizo uno de los papeles más brillantes del torneo. "No me gusta hablar así, pero está claro que más de uno tiene mucho que aprender de esta medalla. Tienen que aprender que la edad no está en el carné de identidad, que se demuestra en el agua", comentó y recogió El País.
El torneo comenzó el 7 de enero y España estuvo encuadrada en el Grupo C con Brasil, Sudáfrica y Grecia. La mayoría de los partidos se jugaron al calor australiano, por lo que los waterpolistas lo recuerdan como un "infierno". Tanto, que decidieron comprar pinturas en una tienda para maquillarse la cara antes de los partidos como veían en la televisión que hacían los jugadores de fútbol americano. Algunos se las compraron negras, otros rosas. Y así ganaron todos los partidos del grupo.
Después España pasó a la fase principal, en la que de nuevo la Selección ganó los dos partidos del grupo ante Australia, Estados Unidos y Eslovaquia. Invictos los españoles, pasaron como primeros de grupo a las semifinales, donde se verían las caras con Yugoslavia. España hizo de la defensa un arte y ganó por 5-3. Dani Ballart recuerda que "en los últimos segundos estuve a punto de saltar al agua por la alegría del momento. A mis compañeros y a Jané les entró el pánico. Si me hubiera caído al agua habría sido penalti en contra".
Asegurada ya la plata, la misma medalla que ya lograron en 1991 en la misma ciudad con Dragan Matutinovic de entrenador, España se subió a lo más alto del podio al vencer a Hungría, antes de que empezara una dinastía de tres campeontos olímpicos seguidos, por 6-4, con de nuevo una actuación sensacional de Rollán y de la defensa española. Los 13 hombres de la selección española fueron Jesús Rollán, Miguel González, Sergi Pedrerol, Gustavo Marcos, Manel Estiarte, Daniel Ballart, Carlos Sanz, Iván Moro, Jordi Sans, Salvador Gómez, Iván Pérez, Rubén Michavila y Pedro García.
España estuvo muy dolida por las críticas previas. "No es momento de rencores", comentaba Estiarte, "pero hay que decir que somos un equipo increíble, que hemos funcionado bien en todos los partidos de estos Mundiales, que han sido los mejores de los últimos años. En los momentos de alegría hay que disfrutar de la alegría, olvidarse de lo malo. Pero queremos decir que no nos han dejado trabajar con la confianza que merecíamos". En el año 2001 volvieron a repetir título mundial en Fukuoka (Japón).