La historia del waterpolo, tanto nacional como internacional, es imposible de entender sin la figura de Manel Estiarte (Manresa, 26 de octubre de 1961). El español dominó una era de este deporte, cosechando éxitos individuales y colectivos. Fue el mejor jugador de su época, y está entre los mejores de la historia. Así lo acreditan sus siete premios consecutivos a Mejor Jugador del Mundo de Waterpolo (1986, 1987, 1988, 1989, 1990, 1991 y 1992) . Un 28 de julio de 1996, tal día como hoy hace 24 años, llegaba una de las mayores gestas de su carrera. La Selección española de waterpolo se proclamaba por primera vez en su historia campeona olímpica en el Georgia Tech Aquatic Center de Atlanta (Estados Unidos).
Desde antes de dedicarse profesionalmente al waterpolo, la vida de Estiarte ya giraba en torno a una piscina. Su padre fue presidente del Club Nataciò Manresa, equipo para el que jugó su hermano mayor, Albert Estiarte, también waterpolista y que posteriormente sería médico del equipo español en varias Olimpiadas. Su hermana, Rosa Estiarte, fue nadadora profesional, llegando a competir en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 en la modalidad de 4x100 estilos. Uno de los acontecimientos más trágicos y que marcó la vida de Manel fue en 1985, cuando Rosa se suicidó delante de él. "M e miró con ternura, con suavidad, se giró y se puso a correr. Yo detrás de ella, gritando. No tuve tiempo, y eso que yo era rápido, veloz, lo intuí, corrí, pero la vi saltar y la vi morir", contó en una entrevista con ABC sobre aquel fatídico día.
La carrera del atacante en la Selección española estuvo repleta de éxitos, récords e hitos. Debutó con la absoluta en 1977, cuando solo tenía 16 años. Por aquel entonces, el equipo nacional de waterpolo no había participado en los últimos Juegos, y su mejor resultado histórico era el 8º puesto. Con la llegada de Estiarte, España se clasificó para los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, y fue en la capital rusa donde el catalán, a sus 19 años, debutó en una Olimpiada. En ella, fue máximo goleador con 21 anotaciones -premio que conseguiría tres veces más-, y condujo a España hasta la cuarta posición, a tan solo un partido del bronce que se llevó Hungría.
En Los Ángeles 1984, mismo resultado, cuarta posición. Pero las bases para conseguir grandes éxitos ya se estaban cimentando. Tras un sexto puesto en Seúl 1988, todo apuntaba a que Barcelona 1992 podía ser testigo del gran triunfo del waterpolo español. Jugadores como Miki Oca, Salvador Gómez, Jesús Rollán o Pedro García Aguado acompañaban al capitán Estiarte -que por aquel entonces llevaba siete veces consecutivas siendo nombrado Mejor Jugador del Mundo- en una gran generación. La Selección española, que entrenaba el croata Dragan Matutinovic, alcanzó la final olímpica, en la que se enfrentó a Italia . Las opciones de llevarse el oro eran claras, pero llegó una de las derrotas más dolorosas, probablemente la que más, en la carrera del catalán. Tras tres prórrogas, los italianos vencieron 9-8, y acabaron con el sueño español de ganar el oro en casa. Ningún jugador español ocultó las lágrimas en el podio de las Piscinas Bernat Picornell de Montjuïc.
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Manel Estiarte y el resto del equipo español reciben el oro en Atlanta 1996. DIARIO AS Pero Estiarte no era de rendirse. La plata en Barcelona no desanimó a una generación que sabía que merecía un oro olímpico. Hubo cambio en la dirección del equipo, que pasó a ser entrenado por Joan Jané. España pudo juntar a sus mejores jugadores para acudir a los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, y esta vez no se les podía escapar la victoria final. Tras vencer por un solo gol a Estados Unidos y a Hungría, se plantó en la final ante la potente Croacia. Pese a comenzar por debajo, el equipo nacional no dejó de insistir para finalmente ganar por 7-5 y darle a España y a Estiarte, que culminó un gran torneo, la primera medalla de oro en waterpolo de su historia.
Con el oro ya en sus vitrinas, los homenajes a Estiarte no dejaron de sucederse. En Sydney 2000 fue nombrado abanderado español en la ceremonia de inauguración. Además, en esta cita sumó sus sextos Juegos Olímpicos, siendo por aquel entonces el deportista español con más participaciones en una Olimpiada junto con el jinete Luis Álvarez Cervera, que en 1996 compitió por sexta ocasión. Actualmente solo ha sido superado por Jesús Ángel García Bragado, que en Río celebró siete ediciones. Al acabar el evento en cuarta posición, tras ser derrotada España en el partido por el bronce por Yugoslavia, Manel Estiarte se retiró de la práctica profesional de waterpolo. Un año después, en 2001, recibió el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes.
En total sumó con España más de 20 años como capitán. Disputó 580 partidos con la Selección, en los que anotó 1561 goles -127 de ellos en los Juegos Olímpicos- . Junto con las dos medallas olímpicas, consiguió un oro Mundial en Perth 1995, además dos platas mundiales, y una plata y un bronce europeo. En cuanto a su trayectoria en clubes, pasó por los españoles CN Manresa, CN Barcelona -con el que consiguió una Copa de Europa-, CN Catalunya y CN Atlètic-Barceloneta, además de en los italianos Rari Nantes Savona y Pallanuoto Pescara , donde mostró su más alto nivel, consiguió su segunda Copa de Europa y fue apodado como 'El Maradona de Pallanuoto'. A su palmarés con equipos se le suman tres Recopas, once Copas, nueve Ligas y cuatro Supercopas de Europa.
¿Qué fue de Manel Estiarte tras retirarse? En Sydney 2000, su último torneo como profesional, fue elegido en una votación en la Villa Olímpica como miembro de la Comisión de Atletas del Comité Olímpico Internacional (COI), cargo que desempeñó hasta 2006. Desde su retirada, Manel Estiarte se alejó del waterpolo, y nunca ha ocupado ningún cargo en dicho deporte que confesó nunca más haber vuelto a jugar.
Una vez finalizada su etapa en el COI, Estiarte acompañó a Pep Guardiola, su mejor amigo, en la llegada del exfutbolista al puesto de entrenador del FC Barcelona en 2008. Manel ocupó el cargo de responsable de Relaciones Externas, coincidiendo con los años más dorados del club catalán, en los que consiguió hasta catorce títulos.
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Manel Estiarte charla con Pep Guardiola. CHRIS RADBURN REUTERS Tras abandonar Guardiola el Barça, Manel también salió de la entidad blaugrana y acompañó a su amigo en su nueva aventura como entrenador del Bayern Munich, en el que fue asistente personal de Pep, sin figurar en el staff oficial del club, y su retribución la asumía el propio entrenador. Estiarte era el hombre de confianza de Guardiola, y juntos en Alemania cosecharon varios éxitos domésticos. “Tengo una sensación de tristeza, pero también de orgullo por seguir a un amigo”, declaró al abandonar el FC Barcelona.
También siguió a Pep a su nuevo y actual equipo, el Manchester City. En el club mancuniano ahora mismo desarrolla labores de asistente personal del técnico y como jefe de apoyo a los jugadores. "Es más que un amigo, entiende lo que está sucediendo en el vestuario porque fue uno de los mejores atletas de la historia. Tiene la percepción y el sentido de lo que puede suceder en este entorno y, para mí, sus opiniones son muy valiosas porque comprende muchas cosas que no puedo leer ni ver por mí mismo ", contó Guardiola sobre su fiel amigo.
Más allá del deporte, s e casó en Pescara con Silvia, y tiene dos hijas, Nicole y Rebeca, de 29 y 27 años, respectivamente. En 2009 publicó un libro, Todos mis Hermanos, en el que cuenta su trayectoria deportiva y vital, que fue prologado por Pep Guardiola y cuyo colofón estuvo a cargo de Juan Antonio Samaranch, el que fuera presidente del COI.