Locura por Charlie Woods
El gran rendimiento del hijo de Tiger en el PNC Championship ha desatado la euforia por él, pese a solo tener 11 años. Hay apuestas de todo tipo.
Si el 'efecto Tiger Woods' cambió el golf de arriba a abajo, era de esperar que la simple presentación al mundo de su hijo tuviera un gran impacto. Y así fue. Charlie Woods, con solo 11 años, disputó junto a su padre el PNC Championship, y el vástago del mejor jugador de la historia dejó en únicamente dos días varios destellos que prueban que el talento se hereda.
Durante el pasado fin de semana, todos los ojos y todas las cámaras apuntaban al pequeño Charlie. Era su primera gran aparición, y la expectación que había era máxima. La euforia se fue desatando a medida que el hijo de Tiger iba pegando golpazo tras golpazo. Las redes sociales y los propios golfistas que jugaban con él alucinaban con su talento.
Y es que, como no podía ser de otra manera, ya se han colocado apuestas de todo tipo alrededor de Charlie, algo bastante injusto para tratarse de un niño de 11 años. Hay casas de apuestas estadounidenses que ya permiten apostar sobre si el pequeño de los Woods se convertirá en profesional o no, e incluso en qué año lo hará. También se puede apostar sobre si ganará un major, o si lo hará antes de los 22 años (edad a la que su padre lo hizo).
Desde luego, a Charlie le queda todavía un largo recorrido por recorrer, como mínimo de una década. Pero no será el primer adolescente que crezca con apuestas a sus espaldas. Famoso es el caso del padre de Rory McIlroy, que en 2004, cuando su hijo tenía 15 años, apostó algo más de 300 libras a que su hijo ganaba el Open Británico en los próximos diez años. En 2014, McIlroy se llevó la Jarra de Clarete, y su padre se embolsó más de 150.000 dólares por su loca apuesta.