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GOLF

'Baby Tiger' ya ruge

Charlie Woods (11 años) y su padre firmaron una tarjeta de -10 en la jornada inicial del PNC Championship. Son sextos a 4 golpes de los líderes, el Team Kuchar.

Charlie Woods golpea con el drive bajo la atenta mirada de su padre.==
Mike EhrmannAFP

"Charlie es muy competitivo... como todos en la familia". Tiger Woods (44 años), ganador de 15 majors en una carrera deportiva con brillos inigualables y grises difíciles de olvidar, vive este fin de semana en el Ritz-Carlton Golf Club de Orlando una experiencia nueva: estar rodeado de fotógrafos y cámaras de TV... que apuntan su objetivo a un niño de 11 años que le acompaña. Charlie Woods, su vástago, ha 'debutado' ante el mundo en el PNC Championship, un torneo no oficial organizado por PGA Tour, LPGA y Champions Tour que se juega por parejas, la mayoría padre-hijo, y con el requisito de que uno de ellos debe haber ganado al menos un 'major'.

El torneo dura dos días, 36 hoyos en total, y se juega en la modalidad de 'scramble' que, básicamente, significa que cada participante sale con su propia bola, se elige el mejor golpe y desde el lugar donde está la bola seleccionada se realiza un nuevo golpe por parte de cada uno de los dos jugadores. Así sucesivamente hasta que se termina el hoyo con la primera bola embocada y ese es el resultado que se registra para el dúo.

Charlie Woods y Tiger.
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Charlie Woods y Tiger.Mike EhrmannAFP

Y si el talento tiene ADN hereditario ya no quedan dudas de que Charlie tiene uno que se asemeja al de su progenitor. Espectacular carta de presentación en el campo de Florida de 'Baby Tiger' que no sólo deleitó con un swing espectacular, hizo por ejemplo un asombroso eagle tras un golpe con madera 5 que dejó la bola a poco más de un metro del hoyo en el 3, sino que sus movimientos, poses e incluso miradas hacían de espejo con su padre. "Tenemos un swing bastante diferente, pero sí es cierto que nos parecemos en los gestos, las reacciones, las muecas que hacemos. Es increíble lo que nos parecemos en las sensaciones que tenemos cuando jugamos. Ahí sí somos parecidos. Lo que más me gusta es ver lo bien que se lo pasa jugando al golf, lo que disfruta con este deporte", reconoce Tiger.

Si alguien pensaba que la presión, los focos y la repercusión podían influir en el chaval de 11 años, nada de nada. Ya lo avisaba su padre en la previa: "Ha jugado muchos torneos en categoría júnior. Está acostumbrado a la gente y ahora todos tienen un teléfono y graban vídeos". Conexión paterno-filial que también incluye orgullo y disfrute: "Es muy emocionante jugar con mi hijo, pasar más tiempo con él. Igual que mi padre hizo conmigo. Me gusta ver cómo pega los golpes, cómo los imagina y los ejecuta. Es muy chulo para mí ver todos eso y poder disfrutar con él".

Charlie Woods durante las jornadas de entrenamiento en Florida.
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Charlie Woods durante las jornadas de entrenamiento en Florida.Mike EhrmannAFP

En Orlando, Tiger disfruta jugando con Charlie y el mundo del golf lo hace viéndoles juga. En la jornada inicial, el Team Woods acabó con -10 a cuatro golpes de los líderes, el Team Kuchar formado por Matt y su hijo Cameron (13 años).  

Mañana, Tiger y Charlie buscarán remontar con la complicidad que los une, pero si la pregunta es sobre el futuro del pequeño de 11 años, Tiger cambia el rictus y saca las garras: "Ya veremos qué ocurre. De momento, lo único importante es que se lo pase bien. Charlie será lo que quiera ser. Yo no voy a influir en nada. Si quiere dedicarse a esto, pues bien, pero será decisión únicamente suya. Mi padre nunca me obligó a jugar al golf y yo nunca lo haré con mi hijo. Lo que él haga en el futuro me parecerá bien".