Moreno roza el oro: hace combate nulo con Figueiredo
El brasileño Deiveson Figueiredo continúa como campeón del peso mosca de la UFC tras firmar un empate mayoritario contra el mexicano Brandon Moreno.
"La mejor pelea del peso mosca en la historia de la UFC", esa fue la frase más repetida entre aficionados y profesionales al referirse al combate entre Deiveson Figueiredo y Brandon Moreno. Lo fue. Durante muchos años Demetrious Johnson dominó con mano de hierro. Sin Henry Cejudo, Figueiredo parecía un punto por encima del resto. Intocable. Hasta que llegó Moreno. El de Tijuana, de 27 años, demostró que tiene hechuras de campeón y que el cinturón llegará. El campeón decía que no pasaría del primer asalto y arrancó un nulo (47-46, 47-47 y 47-47) que sabe ha victoria. Las redes sociales no tardaron en llenarse de agradecimientos a Brandon y él, humilde "pidió perdón por no ganar". "Gracias por el apoyo. Siento que todo el mundo disfrutó de la pelea y eso me hace estar feliz. Hago esto porque me gusta pelear", concluyó el aspirante. Los dos nos hicieron vibrar y la revancha parece el único camino posible.
La pelea empezó con Figueiredo conectando sus puños. "Sabía que pegaba duro, pero no imaginaba qué tanto", reconoció el mexicano. Moreno fue muy listo. Cuando se sentía tocado llevababa la pelea al piso para intentar no sufrir. Inteligente. Pese a ello, los dos primeros asaltos fueron para el campeón. Estaba entero, pero cada golpe quería que fuese de KO y eso le empezó a pasar factura desde el tercer asalto. Brandon puso más ritmo para intentar nivelar la contienda. En ese round, Figueiredo perdió un punto por un golpe bajo (en el dos también había hecho un piquete involuntario). "El árbitro hizo su trabajo. No era mi intención, pero cometí ambas acciones", se resignaba el campeón. Fue clave.
El cuarto round fue con claridad para Moreno. Sacó su mejor boxeo: golpeó variando planos y tocó a Figueiredo. "En algunos momentos llegué a pensar que lo podía finalizar". No fue así y en el quinto asalto, estando la pelea empatada, el brasileño puso un poquito más. Hay que aplaudir a ambos. Aceptaron la pelea habiendo peleado hace 21 días y les pasó factura. Deiveson reconoció al terminar que estuvo hasta las dos de la madrugada en el hospital y que se presentó "sin saber cómo estaría y con problemas en el estómago". Dos cortes de peso en tan poco tiempo le pasaron factura. Por su parte, Moreno no pudo sacar trabajo con el jab en el round final porque acabó lesionado aunque no cree que "sea algo grave". ¿Excusas? No. Penitencias por ser valientes y querer regalar un gran espectáculo. Ambos intentaron sobreponerse y ganar. Ninguno lo consiguió y el cinturón se queda en poder del brasileño. Moreno hizo historia: fue el primer luchador nacido y criado en México que disputó un título. Eso y su pelea ya deben ser un orgullo para las MMA latinas. En la revancha intentará agrandar su registro.
Oliveira se mete en la pugna por el título
Charles Oliveira se mete en la pugna por el título del peso ligero. El brasileño barrió a Tony Ferguson, al que derrotó por decisión unánime (triple 30-26), y ahora espera rival. Lo avisó Dana White en la previa: el vencedor se enfrentará al que gane el Gaethje vs McGregor (UFC 257, 23 de enero). La carrera por el título avanza y el brasileño tomó una posición privilegiada. Oliveira lleva siete triunfos consecutivos. Una buena racha, pero sin duda su triunfo este sábado tendrá gran repercusión. Nunca Ferguson había sido tan inferior.
¿El paso del tiempo? Puede ser que el estadounidense esté comenzando a notar una carrera marcada por las lesiones, problemas con el peso y llena de golpes. Habrá que esperar para saberlo a ciencia cierta. De momento, las sensaciones son malas. El Cucuy lució mas lento de la habitual y eso lo aprovechó a la perfección Oliveira para castigarle en el striking. Una vez ahí llevó la pelea al piso. Tony se defendía, pero era muy inferior. El peor momento que pasó se produjo al final del primer round, cuando con una llave de brazo Oliveira casi le parte el codo al Cucuy. Aguantó todo lo que le llegó, pero no tuvo las armas para darle la vuelta al pleito. Tiempo para reflexionar.