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ATLETISMO

"Las pruebas de sexo para las mujeres atletas violan derechos y arruinan vidas"

Human Rights Watch denuncia que se están produciendo violaciones de los derechos humanos a varias atletas en las pruebas a las que se han visto sometidas.

Caster Semenya celebra su victoria en la prueba de 800 metros durante la Diamond League de Doha de 2019.
KARIM JAAFARAFP

La protesta de numerosas atletas por la nueva normativa sobre hiperandrogenismo de World Athletics ha llegado a la ONG Human Rights Watch, que en el informe 'They Are Chasing Us Away for Sport' (Nos están persiguiendo fuera del deporte) critica la campaña que se ha llevado ante estas deportistas, con la sudafricana Caster Semenya como gran exponente y denuncia que este tipo de pruebas suponen una violación de los derechos humanos.

Uno de los casos que denuncia Human Rights Watch es de la mediofondista ugandesa Annet Negesa, cuya odisea empezó en el año 2011 durante los Mundiales de Daegu. "Me preguntaba '¿por qué a mí?' A nadie le hicieron seis pruebas de sangre como a mí". Esas pruebas provocaron que la atleta ugandesa no compitiese en los Juegos de Londres 2012. "Mi manager me dijo que habían analizado las muestras y pensaban que habían encontrado en ellas altos niveles de testosterona. Y por esa razón no me dejaron competir en los Juegos Olímpicos de Londres 2012".

Negesa entonces decidió dar el paso para rebajar estos niveles. Primero acudió a un hospital de Niza, desde donde le derivaron a un hospital de Kampala, donde se sometió a una operación que debería ser sencilla pero en la que finalmente le hicieron una orquiectomía que le produjo dolores de cabeza y en articulaciones. En una carta el hospital afirmó que se les impidió "comenzar la terapia con estrógenos". Esta operación truncó la carrera de Negesa, que actualmente reside en Alemania tras recibir asilo en 2018.

Desde Human Rights Watch denuncian que "durante décadas los organismos deportivos han regulado la participación de las mujeres mediante 'pruebas de sexo', prácticas que violan los derechos a la privacidad y la dignidad", además de señalar que han obligado "a algunas mujeres a someterse a operaciones invasivas e innecesarias como condición para participar en varios eventos".

Esta organización señala en especial a World Athletics, la Federación Internacional de Atletismo, de quien dice que "la normativa que han promulgado ha dado como resultado la elaboración de perfiles y la selección de mujeres con estereotipos de género, mientras que las mujeres 'demasiado masculinas' pueden convertirse en blanco de sospechas", además de denunciar que estos estándares de feminidad "están sesgados por motivos raciales".

Human Rights Watch critica especialmente la normativa de 2019 y las anteriores y denuncia que "los funcionarios del atletismo identificaron la testosterona como el principal impulsor del atletismo, seleccionaron un umbral científicamente engañoso para la testosterona endógena funcional que consideraron que daba ventaja de rendimiento y atribuyeron que era una ventaja injusta a las mujeres con testosterona natural por encima de ese nivel".

De esta forma Human Rights Watch indica que "la forma en que se implementa esta normativa discrimina a las mujeres en función de su sexo, sus características sexuales y su expresión de género. Estas pruebas violan los derechos a la privacidad, dignidad, no discriminación, malos tratos y también derechos laborales y las empujan a procedimientos médicos innecesarios que se realizan en entornos coercitivos en los que las mujeres humilladas se ven obligadas a elegir entre sus carreras y sus derechos básicos".