Cyborg entra en escena

Bellator ha tardado en volver a la acción. La principal competidora de la UFC, suspendió, el mismo día, el show que tenía programado en Nueva York el 14 de marzo y no volvió hasta el 24 de julio. Ese día lo hizo con un plan muy marcado. Hasta que pueda haber público, se quedarían en la burbuja de Uncasville (Connecticut). Por allí iban a pasar los mejores luchadores de la empresa. Los ha habido hasta el momento, pero la empresa se guardaba un as bajo la manga. El 1 de octubre entró en vigor su nuevo contrato televisivo con CBS en Estados Unidos. Momento de dar el do de pecho.

De momento han hecho shows en Milán y París, pero el regreso a Estados Unidos lo hace con una de las mayores estrellas que tienen: Cris Cyborg. La brasileña, de 35 años, llegó a Bellator en el último trimestre de 2019 tras finalizar su contrato con UFC. Acabó mal y tenía ilusiones renovadas en su nueva etapa. Buscaba ser campeona en las cuatro principales compañías con categoría femenina (UFC, Bellator, Strikeforce e Invita) y para ello retó a la campeona Julia Budd en enero. La noqueó y alzó el cinturón del peso pluma. La estadounidense era la dominadora de la división y quería una revancha, pero deberá esperar. De momento, regresó en agosto con victoria y está a la espera.

Mientras, Cyborg regresa al ruedo este jueves en una defensa en la que es muy favorita. Se enfrenta a la australiana Arlene Blencowe, otra pegadora. En un duelo de strikers, la pegada de Cyborg hace que esté por delante con claridad. Parece fácil, pero no puede fiarse, todas quieren su lugar. La brasileña debe ganar y mirar a 2021 para hacer realidad los otros objetivos. Le gustaría pelear ante Cat Zingano, también llegada de UFC, aunque le gusta cualquier rival, pero sobre todo busca pelear en un torneo en Japón y debutar en boxeo. Su sueño es ser campeona mundial, relató a AS durante la pandemia. Su lista de cosas pendientes es amplia, pero primero debe acabar con Biencowe. El mundo estará pendiente de ella.